sábado, 29 de septiembre de 2012

SEAT GIRLS 2011 [RE-EDIT] HD



Este video se publica como desagravio a la impresión que he recibido de los publicados hoy por el amigo ISRA.

viernes, 28 de septiembre de 2012

¡CUIDADO CON LA POTOMANÍA!

 

¡ENGANCHADAS A LA BOTELLA........DE AGUA!

Emulando a modelos y actrices, cuyo secreto del éxito siempre es beber mucha agua, hay jóvenes que caen en un trastorno alimentario tan peligroso como la anorexia

(de ABC.es)

Alicia tiene 22 años y es una de esas chicas jóvenes que a todas horas va enganchada de una botellita de agua, porque ha escuchado machaconamente que el líquido elemento embellece, rejuvenece, adelgaza y ayuda a dejar de fumar.
Emulando a modelos y actrices, cuyo secreto del éxito siempre es beber mucha agua, esta madrileña se tomó su ejemplo en serio como si la vida le fuera en ello y la vida casi se le fue.
Entre sorbo y sorbo, terminó ingresada en el hospital Ramón y Cajal tras caer desplomada junto a su inseparable botella porque su corazón, sus venas y sus riñones estaban extenuados de tanta inundación. «Cuando abrí los ojos en la sala de urgencias me sentía tremendamente agotada pero conseguí preguntarle al médico qué tenía y cuando oí algo así como 'potonosequé' me quedé perpleja, porque no tenía ni idea de lo que era eso», relata.
La potomanía o polidipsia psicogénica es un síndrome caracterizado por el deseo compulsivo de beber gran cantidad de agua, sin sentir sed y con una sensación placentera, como resultado de una enfermedad mental, explica Enriqueta Ochoa, del Servicio de Psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal.

El nombre de esta patología proviene del griego -«potos» (bebida, agua potable) y «mania» (manía)-, es decir, la manía o compulsión por beber agua.

«Estos pacientes se pueden llegar a beber entre 8-10 y hasta 15 litros de agua diarios, dependiendo de la gravedad del caso» ha precisado la doctora, quien ha advertido de que, cuando el organismo no resiste más, los afectados entran en coma y fallecen
Descartadas causas físicas como la diabetes o trastornos hipotalámicos que lleven a ingerir agua en exceso, la potomanía puede clasificarse como «un trastorno alimentario no específico» asociado a otras patologías psiquiátricas.
Como la anorexia o la vigorexia, el número de personas adictas al agua crece de forma significativa en la sociedad actual donde se idolatra la apariencia física: «Se bebe por una obsesión por la salud hasta que se hace de forma compulsiva y sin control».

«Lo más frecuente es que este síndrome aparezca en el contexto de una psicosis crónica, también en algunos tipos de demencia o en una anorexia nerviosa, donde el consumo excesivo de agua se utiliza para mitigar el hambre y forzar la pérdida de peso», afirma la nutricionista María de las Mercedes Gabin.
Pero esta ingesta desorbitada produce dilución de sodio, potasio y magnesio en sangre, con la aparición de calambres, agotamiento y pérdida de agilidad mental, hasta que se sufren graves alteraciones de la función renal. Otras consecuencias, pormenoriza Gabin, pueden ser náuseas, diuresis, cefalea, convulsiones, parálisis, insuficiencia cardiaca congestiva, letargia, coma y muerte.

El tratamiento agudo de este síndrome es restringir la toma de líquidos, lo que puede requerir la hospitalización y vigilancia estrecha del paciente, la corrección de los problemas físicos que ha ocasionado y, fundamentalmente, realizar el abordaje de la enfermedad de base (psicosis, demencia, anorexia nerviosa, etc).

La psicóloga Paloma Carrasco (¡toma del frasco!), autora del blog «Stand by me» sobre felicidad y crecimiento personal, subraya que, «con mucha probabilidad, nos encontraremos con una tendencia innata o adquirida a la obsesión, o una preocupación excesiva por la salud y el propio cuerpo, con una baja autoestima e incluso con síntomas depresivos».
En la potomanía se sigue un patrón bien parecido al que se obsesiona por el deporte o las dietas para estar delgado. «Al beber agua compruebo cómo mejoro y me alivio, pero a la vez, refuerzo el pensamiento de que el agua es necesaria para estar sano y/o adelgazar, y la obsesión sigue creciendo; sin darme cuenta, estaré esclavizado por una botella de agua», ha descrito.

Alicia sigue «dándole caña al mono» porque no puede, por prescripción médica, beber más de litro y medio al día -lo recomendable son entre dos y tres-, mientras que, gracias a una terapia continuada, se siente cada vez más libre de su adicción.

Las personas con potomanía, al igual que hizo ella, deben someterse a una terapia psicológica, cuyo objetivo será, según Carrasco, «el control de los impulsos y sobre todo la mejora de la estabilidad emocional».

Ya habíamos criticado en una entrada anterior esta mala costumbre (http://blogdelbwana.blogspot.com.es/2012/06/manias-modernas.html), y el artículo aquí reseñado nos da la razón. La señora Carrasco denuncia la manía de darle al frasco.

A propósito, el médico me ha pedido que no deje de beber litro y medio de agua al día. Me dice que el agua que se toma con el café, la sopa y otros líquidos, no vale para el efecto. Si me resultaba difícil cumplir en verano, no se cómo me las arreglaré para tragarme esa cantidad de líquido con los fríos que se aproximan. ¿Alguien tiene una sugerencia?

jueves, 27 de septiembre de 2012

DE MAÓ Y MAS A MADRID Y MOU

Esta entrada va dedicada con mucho cariño a los estupendos barcos de Acciona que hacen la travesía Barcelona-Mahón y viceversa. Durante el viaje de ida a Mahón en el Sorolla, realizado por la noche, no tuve oportunidad de ver las instalaciones del buque pues me metí en el camarote y dormí plácidamente a pesar de la marejada que zarandeaba el barco. Por la mañana, mientras bordeábamos la isla durante cinco horas debido al cierre temporal del puerto, permanecí en el camarote tomando tranquilamente mi desayuno. Cuando finalmente llegamos a puerto, volvió a repetirse la desorganización  y falta de personal observada cuando embarqué en Barcelona. No hay indicaciones claras del lugar de salida y ningún empleado para preguntarle. Hay que dirigirse a otros pasajeros para enterarse y la mayoría no tienen idea. Finalmente logramos salir a tierra siguiendo a un funcionario que apareció de repente por una puerta imprevista.

Pasé unos cuantos días en Ciudadela con mi hermana, mi sobrina y su hijo, disfrutando de la tranquilidad del lugar y bañándome en Cala Blanca y en Cala Blanes, dos lugares excelentes para establecer contacto con las aguas marinas. El trayecto desde Mahón lo hice en taxi, pagando la moderada suma de 50 machacantes. Extrañamente, el trayecto de vuelta me costó 5 euros más por razones inexplicables.

De nuevo en el puerto de Mahón, ahora disponible para la navegación, volví a experimentar ciertos problemas para entrar en el barco, el impresionante "Murillo", pero lo conseguí finalmente gracias a mi sentido de la orientación.

El vapor Murillo
En esta ocasión hicimos el viaje de día, saliendo de puerto a las 11 y media, en lugar de a las 11 en punto como estaba programado. Se repitió la falta de información y ausencia de personal para entrar en el buque y localizar el salón de butacas donde iba a realizar el viaje. Finalmente encontré el sitio, un salón enorme con unas butacas cómodas, pero sin aire acondicionado. Algunos pasajeros se tumbaron en los asientos demostrando su falta de educación, como puede verse en la siguiente foto:



No apareció ningún miembro del personal para llamarles la atención, lo que no me extrañó por la escasez del mismo.

Subí a cubierta varias veces para disfrutar de las brisas marinas mientras fumaba una pipa, pero no había lugar para sentarse y la única opción era el suelo, como se observa a continuación:


Puede observarse uno de los dos botes salvavidas que vi con capacidad, según se indica, para 150 náufragos.
No son limosneros, son pasajeros sin sitio donde sentarse

Una de las jóvenes mostraba su elegante ropa interior
En el interior de la nave está prohibido fumar, para hacerlo hay que salir a cubierta donde no existen ceniceros, dando lugar a la profusión de colillas en el suelo:


Un espectáculo desagradable y un tanto peligroso

Al comenzar el viaje se nos comunicó, por los altavoces, que en caso de accidente se nos avisaría mediante unos toques de sirena y tendríamos que preguntar al personal del barco hacia dónde dirigirnos para acceder a los botes salvavidas. Ante la escasez de personal, no quise imaginarme la que se hubiera armado en caso de siniestro. También me preguntaba si el sistema y accesorios para mover los botes se comprueba regularmente para verificar su funcionamiento. Sospecho que no por la pinta que tienen los cables.

Llegados a Barcelona, me trasladé a toda prisa por los interminables pasillos hasta la parada de taxis. Habíamos llegado a las 20.00 horas, en vez de  las previstas 19.00. El AVE a Madrid salía a las 21.00 por lo que me puse algo nervioso cuando vi que no habían taxis disponibles (supongo que el precio de los carburantes tiene la culpa).
Era el segundo de la cola y, a los 10 minutos, apareció un vehículo que abordó una señorita que me precedía. Como no se veían venir  más taxis, le pedí  a la joven que me permitiera compartir su vehículo y le pagaría el trayecto. La simpática hondureña aceptó y continué mi recorrido, achuchando al taxista que resultó ser del estilo Fangio, afortunadamente.
Pillé el tren y llegué a Madrid pasadas las 12 de la noche. Llevo unos días sin salir de casa, convaleciente de mis destrozados pieses y con gran disgusto porque hayan aprovechado mi ausencia para cargarse a la gran ESPE. Encima me encuentro el ordenador paralizado por un virus de los más modernos y, cuando logro arreglarlo, me llevo la desagradable sorpresa de que Blogger ha cambiado el interfaz y tengo que aprender a usarlo nuevamente. Un auténtico caos. 
Menos mal que el Manifestódromo sigue en perfectas condiciones.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

DE MAS Y MOU A MAO

(Para aclaración de los lectores advertiré que MAÓ es el equivalente, en menorquín, de MAHÓN, la capital de Menorca, donde dicen se inventó la salsa mahonesa)

Volviendo a Barcelona, conseguí una estupenda habitación  en el piso 22 del  hotel Torre Cataluña, habilitada para empedernidos fumadores:


 Gracias al apagado de la televisión (a pesar de cambiar de canal varias veces, siempre me salían MAS,  MOU, el compungido CR7 y el renacido Rubalcaba), pude dormir una plácida siesta, tras la cual me trasladé al puerto (en taxi, of course)  para embarcar en el "Sorolla", de Acciona, que me llevaría a MAÓ. Fue imposible conseguir pasaje en Balearia que va directo de Barcelona a Ciudadela en cuatro horas. El Sorolla tarda, supuestamente,  8 horas para llegar a MAHÓ, desde donde tendré que trasladarme a Ciudadela, separada por unos 45 km de la capital. El embarque no fue sencillo por la falta de personal a quién preguntar y la inexperiencia de los pasajeros,  que no tenían ni idea, tal  como un servidor.

Como comprobé posteriormente, el embarque y el desembarque en estos hermosos buques resulta muy complicado y deja bastante que desear.  Después de muchas preguntas y largas caminatas por los pasillos del barco, conseguí entrar en mi camarote y tumbarme en la cama para descansar y relajar algo mis destrozados pinreles.

El famoso vapor Sorolla
Lamentablemente, debido al temporal que azotaba las Baleares, el puerto de MAÓ estaba cerrado y el Sorolla tuvo que dar unas vueltecitas alrededor de Menorca hasta que, cinco horas después de su supuesta llegada, dieron permiso para atracar en el puerto. El viaje desde Barcelona había durado 13 horas. La noticia apareció en la prensa nacional:

"El temporal de Tramontana ha motivado que sea arriesgada la maniobra de entrada y salida de los buques en la bocana del puerto mahonés, por lo que hasta que no haya mejorado el estado del mar se mantendrá cerrado con la prohibición de realizar maniobras"

Como puede notarse en esta foto, el puerto de Mahon tiene una entrada bastante complicada, por lo que no es de extrañar  que esté cerrado en caso de temporal:




¡AVISO A PASEANTES!
Mucho cuidado con los ciclistas. Tanto en Barcelona como en Ciudadela, donde estuve posteriormente,  abundan  los ciclistas que, aún disfrutando de carriles especiales y semáforos, hacen lo que les da la gana gracias a su patente de corso,  circulando  por cualquier parte, a toda velocidad. En varias ocasiones me sentí un auténtico José Tomás toreando ciclistas. Para cruzar una calle, aunque el paso de peatones esté en verde, hay que mirar a ambos lados por si aparece uno de esos pájaros suicidas. 

martes, 25 de septiembre de 2012

ATRAPADO POR LA DIADA

El martes 11 me encontraba comodamente alojado en el hotel Torre Cataluña, bastante más acogedor que mi cabaña del Serengeti, por cierto y me dispuse a dar un paseo por la ciudad que me vió nacer. Salí en dirección al centro desde mi ubicación al lado de la estación de Sants, pensando en admirar las bonitas tiendas del Paseo de Gracia y aledaños, sin preocuparme por el kilometraje a recorrer pues pensaba volver al hotel en taxi. Durante el trayecto me extrañó ver a una serie de personas haciendo el pendejo, envueltos en banderas catalanas algunos y otros agitando la bandera de  Puerto Rico (con la clásica estrella). No vi un solo negocio abierto por ninguna calle hasta que me percaté  de que estaba en plena DIADA. Tomé algunas fotos de la fauna local, con mayor disimulo que las del Serengeti, no fueran a ofenderse por mi contaminación madrileña:



Como puede observarse en las fotos, están todos los negocios cerrados a cal y canto, lo que me impidió hacer algunas compras que tenía previstas y contribuir a la economía del Sr. Mas (a Más y Más).

Regresé al hotel andando porque no encontré un taxi por ningún lado. La caminata me dejó los pies hechos una piltrafa. Creo que recorrí más de cinco kilómetros, yo solito.

Al día siguiente traté de comprar un pasaje a Ciudadela, Menorca para visitar a mi hermana y mi sobrina, pero no hubo manera; en su lugar conseguí un billete para el día 13, en el vapor Sorolla, que va de Barcelona a Mahón. Por la tarde me fui en taxi hasta la playa con intenciones de comer en alguno de los restaurantes de la zona. Pensaba hacerlo en el puerto olímpico, pero el taxista no me entendió y me dejó en la Barceloneta. Me trasladé por el paseo marítimo, unos ratos a pie y otros, caminando, hasta que vislumbré en lontananza las torres que señalaban mi destino. La playa estaba muy animada, como puede verse en esta foto:


Tras el largo recorrido, con los pies en un estado lamentable, logré sentarme en el restaurante "Rebujito Moncho´s"  donde conseguí mi objetivo de comer bien y en abundancia, a pesar del sospechoso nombre del local.   Regresé al hotel con un taxista de Zaragoza que me comentó que había estado disfrutando de la DIADA envuelto en la "senyera". Sospecho que muchos de los asistentes a tan magno evento ni siquiera sabían hablar catalán.

Tras una reconfortante siesta en el hotel, traté de ver un poco de televisión, pero desistí después de comprobar que las dos "M" (Mou y  Mas) y el omnipresente Rubalcaba aparecían en todas las emisoras.

Mañana 13 saldré de navegación por el Mediterráneo. Una fecha muy adecuada, por supuesto. 

lunes, 24 de septiembre de 2012

MEDITANDO EN EL SERENGETI

Pido disculpas a vuesas  mercedes por  dos meses sin noticias en este blog. Como anuncié oportunamente, la situación del país hacía necesaria una reflexión profunda que me permitiera estar preparado para enfrentarme a los problemas que nos amenazan. Lo primero que hice fue trasladarme a un lugar adecuado para la meditación ya conocido por mis pasadas excursiones africanas. Se trata del parque nacional del Serengeti, en Tanzania, donde alquilé una vivienda típica, muy adecuada para mis propósitos y que podéis ver a continuación:


Durante mi estancia en tan acogedora casita, tuve oportunidad de fotografiar algunos elementos de la fauna local, en los momentos en que me apartaba de mis cavilaciones. Aquí pueden verse varios de los simpáticos vecinos que circulaban por los alrededores, ajenos a las preocupaciones que me abrumaban:

Este león, algo cascado, no tuvo inconveniente en posar
Menos amigable me pareció el puñetero hipopótamo
Un precioso modelo de amor maternal
Las jirafas no se preocupaban por el león, supongo que por su mal aspecto.

Después de varias semanas de mucho pensar y ocasionales charlas con mis vecinos, no había logrado dar con la respuesta que buscaba sobre la postura que debo adoptar para evitar ser devorado por los acontecimientos. Ni siquiera podía quitarme de la cabeza la visión de cuatro personajes cuya constante aparición por los medios informativos me trae por la calle de la amargura. Phelps, Mou. CR7 y Rubalcaba. Es curioso que el Rubi salga más por televisión ahora que cuando estaba en el gobierno de Zapatero; aparece más que el mismísimo Rajoy.

Gracias a que mi casita formaba parte de un "lodge", (conjunto de alojamientos con servicio de comida, limpieza, etc))., no tuve que preocuparme por minucias y puedo decir que fui bien atendido, aunque con cierto reparo por algunos alimentos cuya composición desconocía. Numa, el león, fue el beneficiario de las viandas sospechosas, lo que contribuyó a fortalecer nuestra amistad. Los babuinos también se comportaron amistosamente, aunque aprovechaban cualquier oportunidad para robarme el postre.
En otra ocasión contaré más detalles de esta  experiencia en medio de la selva.

Aprovechando la invitación de mi amigo Jordi Ferrer, que estaba en Tanzania, disfrutando de un safari y alojado en un palacete del mismo "lodge", hice el viaje de vuelta a España en su potente Jet que me dejó en un abrir y cerrar de ojos en Barcelona el lunes 10 de septiembre.