viernes, 29 de julio de 2011

SI BEBES, NO CONDUZCAS


Traslado del coche del jefe
(de Asia news)

Después de celebrar un almuerzo en un restaurante de Changchun (al norte de China), los asistentes, jefes y empleados de una oficina, estaban demasiado pasados de copas para poder conducir.

En China, conducir borracho está castigado con pena de hasta seis meses de cárcel, además de con una multa considerable.

El jefe de la oficina, Zhang Fei, avisó a sus subalternos que se hallaba demasiado borracho para conducir y volver a casa, pero los demás se encontraban en iguales condiciones. Afortunadamente también estaba en la reunión su ayudante, Huang Weiyun, igual de borracho que los demás, pero con suficiente cordura para idear la manera de trasladar a casa a su jefe.

Huang sugirió que todos empujaran el automóvil del jefe hasta su casa, a unos seis kilómetros de distancia. El ejercicio, según él, ayudaría a despejar los vapores del alcohol. Los empleados estuvieron de acuerdo y, con Zhang al volante, empujaron el coche durante 45 minutos, mientras cantaban y reían durante el trayecto a través de las calles.

Técnicamente no estaban infringiendo ninguna disposición legal ya que el motor del coche estaba apagado y la policía los dejó pasar sin problema, no sin antes advertirles que empujar un coche por las calles, estando borracho, puede ser peligroso.

He aquí una notable forma de hacer la pelota al jefe. La idea fue del pelota mayor, que debe ser el tal Huang y todos estuvieron de acuerdo inmediatamente.
Lo difícil va a ser que ganen puntos, ya que Zhang no estaba en condiciones de recordar los favores recibidos.
Una lamentable pérdida de tiempo y esfuerzo, como comentaría uno de los implicados, cuando lo despidieron, una semana después, por no llevar calcetines en su puesto de trabajo.

jueves, 28 de julio de 2011

PROBLEMAS ESPACIALES (Parte 2)

(2) Atasco oloroso en la Estación Espacial Internacional



Una avería en el cuarto de baño nunca es un asunto agradable. Pero cuando esta avería sucede a miles de kilómetros de distancia de la Tierra, sin posibilidad alguna de llamar a un fontanero, el problema es mucho más grave.

Esto es lo que les ha sucedido a los astronautas del 'Atlantis'. La pasada semana los astronautas de la Estación Espacial Internacional (ISS) se han encargado de descargar y organizar la carga de abastecimiento que trajo el último transbordador.

De repente notaron que uno de los baños desprendía un olor fétido. Tras investigar la causa de este repelente aroma, descubrieron que unas pequeñas burbujas de aire habían atascado las cañerías cuyo coste supera los 90 millones de dólares. Afortunadamente para ellos, la estación dispone de dos cuartos de baño: uno en el módulo ruso 'Zvezda' y otro en la parte americana.

Ron Garan, el mismo que recientemente tuvo el honor de realizar el último paseo espacial de la era de los 'shuttle' vió la 'cruz' de la moneda tras salir elegido para reparar el cuarto de baño de la estación.

Tras su caminata espacial de más de seis horas y media, Garan sustituyó las botas por una caja de herramientas y se puso manos a la obra. Tal y como afirmó su compañero de paseo Mike Fossum, ahí está la magia: "Un día estás caminando en el espacio haciéndo las cosas más exorbitantes y otro día estás reparando baños y desempaquetando cajas".



Los problemas con los retretes de la Estación Espacial no son nuevos. Hace tiempo que nos referimos al asunto en el post "Guerra fría en la estación espacial". Por lo que allí se decía, no parece recomendable utilizar el WC ruso, ya que los mismos rusos no querían utilizarlo.
Mucho me temo que esta gente va a dejar el espacio hecho una porquería.

miércoles, 27 de julio de 2011

PROBLEMAS ESPACIALES (Parte 1)

Este par de noticias publicadas en El Mundo, que comentaré en dos tandas, demuestran lo desagradable que puede resultar ser astronauta, a pesar de los adelantos de la Ciencia. Encima toca asuntos de alta escatología, que siempre me han fascinado.


(1) La bolsa espacial que recicla orina de astronautas


La NASA ha desarrollado una nueva tecnología que permite convertir los fluidos corporales, incluida la orina y el sudor, en una bebida isotónica. Probar esta nueva técnica ha sido, precisamente, una de las misiones de los tripulantes del 'Atlantis' en el último viaje espacial de la nave, que finalizò el jueves.

El sistema diseñado por los ingenieros de la agencia espacial ha sido creado a partir de las llamadas 'bolsas de ósmosis forzada', que ya son usadas por los soldados del Ejército estadounidense para limpiar fluidos sucios, y transformarlos en agua potable.

"Este podría ser un primer paso hacia captar la humedad de nuestro sudor, de nuestra respiración, e incluso de nuestra orina, reciclarlo y convertirlo en algo que se pueda beber", declaró a la revista 'Wired' Howard Levine, uno de sus creadores. La NASA ya posee tecnología capaz de convertir líquidos sucios en una agua potable. De hecho, la Estación Espacial Internacional (ISS) dispone de este tipo de equipos, que se utilizan sobre todo para reciclar el agua destinada a lavar la ropa.

Las bolsas de ósmosis forzada funcionan de forma autosuficiente, no requieren del consumo de ningún tipo de energía, y por lo tanto, podrían solucionar problemas de suministro de agua en viajes espaciales largos. Además, según los responsables del experimento, el agua que producen las bolsas es aún más limpia que el agua del grifo de la mayoría de ciudades estadounidenses.

La tecnología de las bolsas consiste en el uso de unas membranas semipermeables que permiten que se filtren a través de ella moléculas pequeñas, como las de agua, pero en cambio, obstruyen moléculas de mayor tamaño, como sales, azúcares, bacterias, parásitos y virus. Una vez separada el agua de las otras sustancias, se combina con un aditivo azucarado que proporciona un sabor parecido al de las bebidas deportivas.

En la pasada guerra mundial, se acusó a los nazis de convertir carbón en mantequilla. Pues yo estaría más dispuesto a comerme una rebanada de pan con esa mantequilla que a beberme un vaso de esa agua milagrosa. Sólo de pensar en que contiene sudor humano, se me revuelven las tripas.
El tal Levine debe ser uno de los clásicos consumidores de cerveza caliente, como muchos de sus primos británicos, y estará acostumbrado a esos sabores.

martes, 26 de julio de 2011

THE SURFING BIRD


Este elegante pajarraco ha sido honrado con el título de "El pájaro surfero", por su habilidad en mantenerse incólume a los vaivenes del automóvil.
Afortunadamente para el propietario del vehículo no se trataba de una paloma, que le hubiera dejado el capó hecho una pena.
Me pregunto, si esto llega a suceder en Estepaís, ¿habrían multado al conductor o al pájaro?

viernes, 22 de julio de 2011

COSTUMBRES SUPERADAS

Oler una lechuga indicaba si una mujer era virgen o no
(de BBC Mundo )

Si hoy en día muchas mujeres todavía se quejan de cómo las trata la sociedad ¿qué dirían aquellas que vivieron hace 500 años?

Oler lechugas para saber si eran vírgenes o no, aguantar que se dijera de ellas que eran varones fracasados..., estas eran algunas de las cosas que tenían que soportar las féminas de aquella época.

Por lo menos, eso es lo que indica una guía escrita en 1505 que contiene los "secretos" de las mujeres.

Otras revelaciones sugieren que, cuando estaban menstruando, las mujeres podían matar a animales con la mirada, y que los antojos durante el embarazo se debían al mal humor.

Si los hombres querían averiguar si una mujer era virgen o no sólo tenían que hacer que ésta oliera una lechuga. Si después de esto, a la mujer le entraban ganas de ir al baño, significaba que estaba "corrupta".

La guía también aconsejaba a los hombres qué hacer para lograr que su esposa diera a luz un varón. La fórmula consistía en dar de beber a la mujer vino con matriz e intestinos pulverizados de liebre.

Una vez embarazada, con mirar a sus pechos, se sabía si iba a parir una niña o un niño.
Si su pecho izquierdo era mayor que el derecho, eso significaba que el bebé iba a ser una niña. Si por el contrario, el pecho más grande era el derecho, eso significaba que llevaba en sus entrañas un niño.

Se cree que el libro, De Secretis Mulerium, hallado en los archivos de la Sociedad Real de Química en Londres, fue escrito por el teólogo y científico, Alberto Magno y que luego fue obsequiado a un cura para ayudarle a comprender a las mujeres.

Irónicamente la guía es considerada progresista comparada con otras ideas anteriores sobre las mujeres que enviaban a algunas de ellas derecho a la hoguera.



Si yo fuera mujer, preferiría que me hicieran oler una lechuga a que me cortaran el cuello, como suele hacerse hoy en día por quítame allá unas pajas. Incluso me inclinaría a beber el brebaje ése de liebre antes que morir acuchillada. Si miramos a los "paísos" musulmanes, comprobraremos que el trato a la mujer no ha evolucionado mucho en los últimos 500 años.


Afortunadamente aquí tenemos a la Lerelei que está al loro para evitar abusos y vigila de cerca a los hombres que compran lechugas.

jueves, 21 de julio de 2011

AMAZONAS

He localizado a este par de amazonas en sus curiosas monturas que han logrado que me olvidara por un rato de la gravedad de la situación en que nos encontramos.

CASO I:

En primer lugar veamos a Regina que, a sus 15 primaveras, ha sido capaz de montar y hacer saltar a una vaca:




Esta joven alemana le pidió a sus padres un caballo, pero en vista de que se lo negaron, se dedicó a entrenar la vaca de la familia y consiguió que el animal saltara como un caballo. El entrenamiento de Luna, que así llama a la vaca, le costó dos años para lograr que galopara y saltara vallas como un caballo.

Me parece curioso que la familia de Regina le negara la posesión de un caballo y, en cambio, no haya puesto pegas a que la chica se entretenga con, lo que supongo, es la productora de leche para la familia. ¿Será que pretenden ordeñar el yogurt ya cuajado?


CASO II:

En segundo lugar disfrutemos de las habilidades de Zack, la cebra que parece un caballo en pijama:




Sammi Jo Stohler, una ranchera texana de 27 años, ha sido capaz de enseñar a su cebra Zack a comportarse como un caballo de pura sangre. Puedo dar fe de que estos animales son dificilísimos de domesticar y que el trabajo de Sammi tiene un gran mérito.


Estaré atento a ver si localizo a algún hipopótamo saltarín.

miércoles, 20 de julio de 2011

VACACIONES - Parte 3 ¡y última! (regreso a casa)

Las cosas buenas, como las malas, llegan a su término y tengo que regresar a la capital y actualizar mis asuntos. La despedida de mis familiares de Ciudadela no podía estar completa sin llevarme un recuerdo de mi visita a la isla: mientras estaba cómodamente sentado en una mesa en el exterior de una cafetería (lo que llaman "una terraza"), bajo un toldo protector de los rayos solares, una rata voladora ha conseguido mancharme la camisa y el pantalón con sus acostumbradas gracietas. No me explico cómo puede haber atravesado el toldo que me protegía. Tal vez ha efectuado un lanzamiento horizontal. El caso es que he tenido que ir a cambiarme la ropa. Debo tener un atractivo especial para esos pajarracos porque en la "terraza" había más de 50 personas, que han resultado ilesas.


A pesar de los pesares, he pasado unos días deliciosos en este paraíso. Un lugar para disfrutar de la vida sin preocupaciones. I´ll be back.


Antes de terminar tengo que referirme a la visita de la Pajín, que ha coincidido con la mía (aunque yo no vine gratis total). La ministra se ha aposentado unos días en el Lazareto, un islote que no pueden visitar los menorquines. La prensa local ha puesto verde a la Pajín por lo que consideran un abuso. El resto de España ha podido disfrutar de las fotos de la señora.


A mi, francamente, no me atrae la idea de ir a un sitio que se llame Lazareto, por muy limpio que lo hayan dejado.


Para terminar este serial, exhibo algunas fotos (no todas, por respeto a los lectores) tomadas a bordo del Jaume II, de camino a Barcelona. En la primera, con un poco de buena vista, puede leerse una curiosa traducción al inglés. En la segunda, la estela tremenda que van dejando los poderosos motores del ferry y, las últimas dos, la llegada al puerto de Barcelona, con los monstruosos edificios flotantes en los que viajan algunos.







martes, 19 de julio de 2011

VACACIONES -Parte 2 (El hotel oculto)

Tras recoger la pugnetera maleta donde la rumana y bajarla a pulso los tres pisos del hostal, he logrado meterla en un taxi que me traslada, finalmente, al terminal de Balearia. Son las 5 de la tarde y embarcamos en el ferry Jaume II a través de un clásico "finger", sin problemas para una poderosa maleta con ruedas como la mía.


Es asombrosa la potencia de los motores de estos barcos, que dejan una estela como la de los trasatlánticos. A las cuatro horas desembarcamos en Ciutadella. Lo hacemos en un nuevo puerto, todavía sin terminar (pero ya inaugurado con la correspondiente parafernalia). Hay que bajar la maleta y a un paralítico por las escaleras del ferry, ejercicio bastante peligroso por su estrechez y por estar mojadas. Del punto de desembarque a las oficinas del terminal hay unos doscientos metros y nos esperan otras escaleras, éstas para subir, ya que aún no están operativos los ascensores.



Recibo la calurosa bienvenida de mi hermanita, que me lleva en taxi hasta el espectacular hotel Hesperia Patricia, en que me ha reservado habitación la agencia de viajes.


Gracias a la habilidad del conductor, logramos descubrir el hotel, oculto tras una espesa vegetación.




Desde el hotel hasta el piso de mi hermana hay unos 200 metros, un paseo muy agradable, por cierto, en que se puede disfrutar de preciosos setos de tomillo y romero:




Cómodamente instalado en mi habitación y después de una ducha sin problemas, me dispongo a ver algo de televisión. Como no consigo poner en marcha el aparato, llamo a recepción donde me indican qué teclas hay que pinchar. El televisor se niega a ponerse en funcionamiento, por lo que vuelvo a llamarles. "En la parte superior del receptor hay unas teclas que lo ponen en funcionamiento", es la amable respuesta optenida. Efectivamente, localizo las misteriosas teclas y logro poner en marcha el aparato. El problema es que, cada vez que quiero cambiar de canal, tengo que levantarme de la cama, cosa bastante fastidiosa, por cierto. (A los tres días de , logré que pusieran las pilas al mando, no sin antes haber recibido otro mando, que no funcionaba tampoco).


A la mañana siguiente me vinieron a buscar mi hermana y mis sobrinos para llevarme a Cala Blanca, donde pude disfrutar de un estupendo día de playa.

Mi sobrino, Gabriel y su mujer, Fiorella, dirigen el "chiringuito Hola ola", muy concurrido y en el que presentan diversos artistas. Recomiendo a los lectores que lo visiten, si van a Ciudadela.




Si el tiempo lo permite, mañana continuaré contando mis impresionantes aventuras en la isla, incluyendo mi sorpresa al conocer mi afinidad de gustos con la Lerelei.

Tranquilizarse: será la parte final del reportaje.

lunes, 18 de julio de 2011

VACACIONES - Parte 1 (Desventuras de una maleta)

A causa de cierto cansancio de mis expediciones africanas, he preferido quedarme en España y disfrutar de nuestros maravillosos parajes. De esta manera doy mi contribución, aunque sea un granito de arena, a la recuperación del turismo. Así se hace patria y no hablando pendejadas por televisión.


Aprovechando que tengo algunos familiares en la isla de Menorca, el territorio español más oriental, resuelvo hacerles una visita y disfrutar otra vez de sus maravillosas calas y sus apetitosas ensaimadas con nata.


Debido a mi antipatía por los aeropuertos y la recomendación del cardiólogo, que me ha prohibido retozar a más de 3.000 metros de altura, pido a mi agencia que me organicen un viaje Madrid-Barcelona (por AVE) y Barcelona-Ciudadela por ferry.


El hotel que me han reservado para pasar la noche en Barcelona tiene un nombre muy sospechoso -hotel 4 Barcelona- Supongo que será por las estrellas que pretende exhibir.


Como dicen los ingleses "located in the middle of nowhere", es decir, en medio del barrio de Poblenou, al norte de Barcelona. el hotel está a 30 euros de taxi desde la estación de Sants, donde termina el AVE. Parece que la agencia de viajes ha exagerado mi petición de "un hotel moderno y tranquilo".


El hotel promete "unas vistas excepcionales al Mediterráneo":



La cruda realidad es que tengo unas vistas muy bonitas al cementerio de Poblenou



Decido darme una ducha, pero me encuentro con un sistema tan moderno que tengo que llamar a recepción para que me expliquen su manejo. Resulta que el artilugio carece de la tradicional regadera y el agua sale de unos agujeritos a lo largo de un bastón (muy útil para los enemas, pero deficiente para el lavado externo). Desgraciadamente, me resulta imposible lograr que el agua salga a una temperatura adecuada: debe estar a unos 50 grados y tengo que volver a llamar a recepción. Me envían una pareja de mucamas (se nota que tras el caso Dominique no se fían de los huéspedes). Tras unos intentos, confiesan que no pueden arreglarlo y que enviarán al fontanero. Llega el especialista a los diez minutos y logra rebajar la temperatura.



Como he llegado a las 3 de la tarde, llamo a servicio de habitaciones para ordenar uno de los apetitosos platos que anuncian. "No servimos comidas después de las 15 horas", es la atenta respuesta de mi interlocutor. Como no veo el minibar por ningún sitio de la habitación, resuelvo salir del hotel


Los alrededores son deprimentes: casas viejas, de un sólo piso, talleres mecánicos, construcciones derruídas. Parece que aquí no llegó la remodelación de las Olimpiadas. Finalmente encuentro una taberna que me da ciertas esperanzas. Parece un típico bar barcelonés, donde se suelen encontrar agradables viandas. La camarera que me atiende es china, por lo que sospecho que el bar ha caído en manos de los orientales. El menú ofrece unas habas a la catalana que pido inmediatamente. El plato que me trae la simpática Ging rebosa ¡de caldo! Es la primera vez que me sirven una sopa de habas. Pesco un par de habas y me largo del local con viento fresco.


Mi primer día en Barcelona ha resultado ideal para mi dieta.


Al día siguiente consigo un desayuno decente en el hotel, me despido y cojo un taxi hacia el puerto, a la terminal de Balearia, de donde sale mi ferry a las 5 de la tarde. Mis intenciones son dejar la maleta en consigna y darme una vuelta por Barcelona hasta la hora de embarcar. Pero las oficinas de Balearia están cerradas a cal y canto, por lo que me dirijo a la Transmediterránea que está al lado y abierta de par en par. Un funcionario me dice que no hay consigna y me recomienda que vaya a la cercana Estación de Francia donde puedo dejar la maleta. Taxi a la estación de ferrocarril para descubrir que tampoco tienen consigna. El amable guarda que me atiende me dice que, frente a la estación, se encuentra el hostal Orleans, donde suelen guardar maletas. Como el hostal no tiene ascensor, subo los tres pisos que conducen al primero, con mi maleta, y una amistosa rumana acepta guardarme la maleta hasta la tarde.


(Continuará mañana, si alguien quiere seguir disfrutando con este sensacional relato. Prometo que habrá más diapositivas)