viernes, 15 de mayo de 2015

LA ESPERANZA ES LO ÚLTIMO QUE SE PIERDE


Este hombre lleva esperando 20 años por su cita en una estación de tren
(de conectica.com)

Seguro que conocen la historia de Hachiko, un perro que se pasó 10 años de su vida esperando a que apareciera su dueño en la estación de Shibuya. Pues si esta historia les encoge el corazón, esperen a conocer el día a día de Ah Ji.

Ji es un taiwanés que lleva esperando por su cita en la estación de tren de Tainan más de 20 años. Todo comenzó cuando tenía 27 años de edad. Se enamoró de una chica de Tainan y lo tenía todo planeado para pasar el día con ella. Nunca apareció.

No queda claro si era su primera cita o si llevaban un tiempo viéndose, pero aparentemente a ella no le pareció lo suficientemente interesante como para aparecer. Ah Ji prefiere pensar que igual se confundió de lugar, o algo parecido, por eso la espera desde dos décadas en el lugar señalado.


Casi no habla, y si le preguntan sobre su pasado no responde. Su hermano pequeño y su familia han intentado que se vaya de ese sitio, pero no lo han conseguido. Los trabajadores sociales y otras personas le proporcionan comida y ropa, utilizando el baño de la estación para asearse. Una triste historia que seguro que, al igual que la de Hachiko, podría llegar al cine.

Una gran fe y confianza en el sexo opuesto la que demuestra el amigo Ah Ji. Lo normal sería que, de no tratarse de la Bundchen, el fulano hubiera puesto pies en polvorosa  a la media hora de estar esperando. 

6 comentarios:

  1. El día que aparezca la chica de Tainan se va a pegar un susto de muerte.Si fuera japo lo entendería porque basta que una chica o un sargento les digan ¡Tú ahí quieto¡ para que no se muevan ni con bombardeos atómicos. Pero siendo chino.................

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    1. Si llega a aparecer esa chica, lo lógico es que no la reconozca después de tantos años. Debería engancharse a una de esas que desfilan diariamente delante de su parcela.
      Por cierto, los chinos de Taiwan son parecidos a los japos, según me dicen.

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  2. Es que las madres les dicen a algunas que es bueno llegar tarde para que el chico no piense que están muy locas por él. Esta chica tal vez se esta haciendo rogar un poco más de la cuenta. Yo desde luego, que abronco a las que me llegan cinco minutos tarde... también me quedaría pero no para decirle guapa precisamente.

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    1. Ese consejo de las madres a que se refiere, es un clásico. Y respecto al cabreo por que lleguen tarde, me sucede lo mismo, aunque no suelo dar oportunidad a que se venzan esos cinco minutos. Como no se trate de MJ o similar, a los tres minutos me largo.

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