viernes, 28 de septiembre de 2012

¡CUIDADO CON LA POTOMANÍA!

 

¡ENGANCHADAS A LA BOTELLA........DE AGUA!

Emulando a modelos y actrices, cuyo secreto del éxito siempre es beber mucha agua, hay jóvenes que caen en un trastorno alimentario tan peligroso como la anorexia

(de ABC.es)

Alicia tiene 22 años y es una de esas chicas jóvenes que a todas horas va enganchada de una botellita de agua, porque ha escuchado machaconamente que el líquido elemento embellece, rejuvenece, adelgaza y ayuda a dejar de fumar.
Emulando a modelos y actrices, cuyo secreto del éxito siempre es beber mucha agua, esta madrileña se tomó su ejemplo en serio como si la vida le fuera en ello y la vida casi se le fue.
Entre sorbo y sorbo, terminó ingresada en el hospital Ramón y Cajal tras caer desplomada junto a su inseparable botella porque su corazón, sus venas y sus riñones estaban extenuados de tanta inundación. «Cuando abrí los ojos en la sala de urgencias me sentía tremendamente agotada pero conseguí preguntarle al médico qué tenía y cuando oí algo así como 'potonosequé' me quedé perpleja, porque no tenía ni idea de lo que era eso», relata.
La potomanía o polidipsia psicogénica es un síndrome caracterizado por el deseo compulsivo de beber gran cantidad de agua, sin sentir sed y con una sensación placentera, como resultado de una enfermedad mental, explica Enriqueta Ochoa, del Servicio de Psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal.

El nombre de esta patología proviene del griego -«potos» (bebida, agua potable) y «mania» (manía)-, es decir, la manía o compulsión por beber agua.

«Estos pacientes se pueden llegar a beber entre 8-10 y hasta 15 litros de agua diarios, dependiendo de la gravedad del caso» ha precisado la doctora, quien ha advertido de que, cuando el organismo no resiste más, los afectados entran en coma y fallecen
Descartadas causas físicas como la diabetes o trastornos hipotalámicos que lleven a ingerir agua en exceso, la potomanía puede clasificarse como «un trastorno alimentario no específico» asociado a otras patologías psiquiátricas.
Como la anorexia o la vigorexia, el número de personas adictas al agua crece de forma significativa en la sociedad actual donde se idolatra la apariencia física: «Se bebe por una obsesión por la salud hasta que se hace de forma compulsiva y sin control».

«Lo más frecuente es que este síndrome aparezca en el contexto de una psicosis crónica, también en algunos tipos de demencia o en una anorexia nerviosa, donde el consumo excesivo de agua se utiliza para mitigar el hambre y forzar la pérdida de peso», afirma la nutricionista María de las Mercedes Gabin.
Pero esta ingesta desorbitada produce dilución de sodio, potasio y magnesio en sangre, con la aparición de calambres, agotamiento y pérdida de agilidad mental, hasta que se sufren graves alteraciones de la función renal. Otras consecuencias, pormenoriza Gabin, pueden ser náuseas, diuresis, cefalea, convulsiones, parálisis, insuficiencia cardiaca congestiva, letargia, coma y muerte.

El tratamiento agudo de este síndrome es restringir la toma de líquidos, lo que puede requerir la hospitalización y vigilancia estrecha del paciente, la corrección de los problemas físicos que ha ocasionado y, fundamentalmente, realizar el abordaje de la enfermedad de base (psicosis, demencia, anorexia nerviosa, etc).

La psicóloga Paloma Carrasco (¡toma del frasco!), autora del blog «Stand by me» sobre felicidad y crecimiento personal, subraya que, «con mucha probabilidad, nos encontraremos con una tendencia innata o adquirida a la obsesión, o una preocupación excesiva por la salud y el propio cuerpo, con una baja autoestima e incluso con síntomas depresivos».
En la potomanía se sigue un patrón bien parecido al que se obsesiona por el deporte o las dietas para estar delgado. «Al beber agua compruebo cómo mejoro y me alivio, pero a la vez, refuerzo el pensamiento de que el agua es necesaria para estar sano y/o adelgazar, y la obsesión sigue creciendo; sin darme cuenta, estaré esclavizado por una botella de agua», ha descrito.

Alicia sigue «dándole caña al mono» porque no puede, por prescripción médica, beber más de litro y medio al día -lo recomendable son entre dos y tres-, mientras que, gracias a una terapia continuada, se siente cada vez más libre de su adicción.

Las personas con potomanía, al igual que hizo ella, deben someterse a una terapia psicológica, cuyo objetivo será, según Carrasco, «el control de los impulsos y sobre todo la mejora de la estabilidad emocional».

Ya habíamos criticado en una entrada anterior esta mala costumbre (http://blogdelbwana.blogspot.com.es/2012/06/manias-modernas.html), y el artículo aquí reseñado nos da la razón. La señora Carrasco denuncia la manía de darle al frasco.

A propósito, el médico me ha pedido que no deje de beber litro y medio de agua al día. Me dice que el agua que se toma con el café, la sopa y otros líquidos, no vale para el efecto. Si me resultaba difícil cumplir en verano, no se cómo me las arreglaré para tragarme esa cantidad de líquido con los fríos que se aproximan. ¿Alguien tiene una sugerencia?

12 comentarios:

  1. La moda esa de la botellita de agua en todas las jovencitas que circulan por calles y oficinas es, desde hace tiempo, asunto preocupante y que algún día tenía que reventar por algún lado.

    Lo he venido observando desde hace unos años y hay dos cosas que las chicas llevan como si fuera la última píldora de sobrevivencia : la botellita de agua y el parato movil. Sin ambos objetos en bolso o en cada mano se sienten como inválidas.

    Y mire Ud. por dónde esas MANIAS son de Psiquiátrico y tienen hasta nombre de enfermedad : el segundo se denomina NOMOFOBIA o el miedo extraño (pánico, incluso) cuando se olvida el móvil, no tiene cobertura o se queda sin batería.

    Y el primero tal como usted lo describe : POTOMANIA.

    ¿Cómo denominarán a las que sienten irresistible atracción a hacer colas en cada tienda?

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    1. Otra manía, bastante corriente por aquí, es la de llevar auriculares por cualquier sitio. Se conoce que prefieren sus ruidos a los que se oyen por la calle, costumbre que me parece peligrosa.
      Lo de las colas ya es de nota. Creo que es una imitación de los british, que las hacen en cualquier sitio y a la menor oportunidad.
      A las que sienten esa irresistible atracción, los british las llaman: QUEUEFAN.

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  2. Gracias amigo Bwana, ya he aprendido algo nuevo, POTOMANIA.

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    1. De nada DON MAMUMA. Todos los días se aprende algo nuevo.

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  3. Pensé que nos iba a agraciar con un catálogo de vomitonas, pero veo que confundime.

    Hombre, para Vd. evidentemente no, pero viendo la foto que encabeza el post se me ocurren algunas alternativas para estas jóvenas.

    Una de las mayores gilipolleces que he oido en mi vida es eso de los 2 litros diarios de agua, bebo la que me pide el cuerpo, unas veces más otras menos ¿y por qué no litro y medio o dos y medio?

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    1. En el viaje de ida, el día 13, es cuando el barco se meneaba con gusto, pero como era de noche estuve durmiendo plácidamente en mi camarote y no pude ver a los demás pasajeros. A la vuelta, hecha de día, el Mediterráneo estaba tranquilo y no vi ni olí a nadie descomiendo en dirección contraria. Ni que decir tiene que un servidor no se marea con esas tonterías, gracias a mi experiencia como lobo de mar consumado.
      Hace Vd. bien en beber lo que le pida el cuerpo y de la clase que le apetezca.

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  4. D. Bwana, no se obsesione con los consejos del médico, yo soy de la misma opinión que el Ilustre Isra, "bebo la que me pide el cuerpo" y no más. Ya que no hay oración que pueda decidir por mi y jamás me vuelvo a arrepentir.

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    1. Supongo que en su dieta de líquido contabilizará el champán semiseco como parte de la cuota, lo que me parece estupendo.

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  5. Acostumbrada a la humedad de Moraira y Benissa, al llegar a la capi este verano, me ataco la sequedad en piel y nariz por ese asfalto y contaminacion, a la que no estoy acostumbrada, provocandome una sed y hasta 2 litros tragaba...casi potomana me vuelvo. Ganas de volver a respirar mi pueblo y retomar las buenas costumbres cerveceras a la boreta del mar. D.Bwana para seguir la peticion de su galeno de beber agua incluso en invierno: unas sopas de ajo, la castellana de siempre, y unas cervezas, que son en su 70% agua....seguro que cuentan y ademas, le aegran el cuerpo ; )

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    1. ¡Ojalá contaran esos líquidos que menciona como parte de la prescripción facultativa! Me temo que no.
      Ni siquiera vale el agua de Vichy, según me dice el galeno.

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  6. La publicidad lleva a mucha gente a cometer errores. No sé hasta que punto se deben de beber dos litros de agua diaria como recomiendan, pues aparte de ella también entran en nuestro cuerpo otros líquidos con la comida que ingerimos, los cafés, cerveza, refrescos, etc. que tomamos.
    Además mucha gente tiende a retener líquidos y la ingesta de agua no los elimina por lo que resulta más peligroso beber esa cantidad. Se debe de beber cuando se tiene sed y el cuerpo lo pida. Aunque también es cierto que mucha gente que no siente esa necesidad de beber anda bastante deshidratada, sobre todo la gente mayor, pero dos litros me parecen demasiado.

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    1. Estoy de acuerdo: dos litros me parecen excesivos y no tomar en cuenta otras bebidas, lo mismo.
      Bienvenido

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