martes, 13 de noviembre de 2012

¿TRABAJAR EN CASA MEJOR QUE EN LA OFICINA?




MITOS SOBRE LAS VENTAJAS DE TRABAJAR EN CASA

Mucho se ha hablado de lo estupendo que es hacer el trabajo desde el propio domicilio, mediante el uso del ordenador en vez de tener que acudir a la oficina todos los días. La realidad es bien distinta, como se demuestra en un estudio realizado recientemente.

MITO: Estando en casa puedo reunirme con los amigos cada vez que me venga en gana y tomarnos un cafelito en el bar de la esquina.
REALIDAD: No seas bobo, tus amigos tienen trabajo real con jefes y demás cosas y están en sus oficinas.

MITO: Podré hacer mi propio programa de actuación, al horario que me de la gana.
REALIDAD: Seguro que sí, técnicamente, pero tendrás que estar disponible vía em o para atender llamadas telefónicas de gente que trabaja en horas normales de oficina.



MITO: Trabajar en pijama y zapatillas es más agradable, por lo que mejorará mi productividad.
REALIDAD: Mucha más productivo se es cuando está uno vestido como persona. Andar en pijama simplemente lo estimula a uno a volver a la cama que tienes a dos pasos. Por otra parte, estar elegantemente vestido, cuando eres la única persona que lo verá, resulta estúpido. Nos vestimos para que nos aprecien, por lo que ir de compras se convierte en superfluo.

MITO: No habrá que comer porquerías fuera de casa.
REALIDAD: Harías cualquier cosa para compartir mesa con un amigo. Aunque solo fuera con el repartidor de pizas.

MITO: Disfrutaré siendo yo mismo y realizándome en el calor de mi casa.

REALIDAD: Chismorreos y comentarios sobre diversas tonterías, como el tráfico, a la hora del almuerzo y otros sonidos típicos de la oficina, resulta que son esas simplezas que echarás de menos cuando estés solo en casa.

Si te importa un pepino lo que opinen de ti los vecinos, vale. No obstante tendrás que tener una piel muy gruesa para soportar ciertos comentarios como: “¿De qué vive el del 5º C si tiene todo el día el coche aparcado en el garaje?” “¡Vaya vago el gachó del 5ºC”, etc. etc.


En caso de ser un hombre casado y pensar lo bien que lo vas a pasar disfrutando de la familia en lugar de estar rodeado de pelagatos en una oficina, vas a llevarte una sorpresa



 En poco tiempo estarás de la familia hasta los mismos cataplines. Tu mujer te largará al nene cada vez que tenga que salir de casa. Tampoco perderá oportunidad, ahora que estás disponible todo el tiempo, de encargarte alguna chapucilla eléctrica o de arreglo de atascos en la fontanería.

En resumen, déjate de tonterías y continúa yendo a trabajar a la oficina aunque tengas que aguantar los atascos y la presencia de esos imbéciles que tienes como compañeros. La alternativa es peor, te lo aseguro yo.


10 comentarios:

  1. Estoy plenamente de acuerdo con sus tesis, Don Bwana.
    Es bastante más duro, además de estar disponible todo el día por si llaman los jefes y aprender y usar artefactos peligrosísimos que te va a endosar la parienta en cuanto detecte que estás en casa, además de poner la lavadora y luego tender la ropa en el tendedero, tras lo cual caerás en el nefasto asunto de aprender a planchar.

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    1. Conozco el percal por experiencia propia. Afortunadamente las criaturas ya eran talluditas y estaban en escuelas e institutos, por lo que no metían sus deditos en mi ordenador. De lo que no me salvaba era de los trabajillos hogareños diversos, aunque la parienta tuvo la delicadeza de no enseñarme a planchar.

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  2. Mi esperiencia es bastante positiva, Bwana, sobre todo desde que aprendí a organizarme.

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    1. Le felicito, la organización es básica si quiere uno triunfar en la vida.

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  3. En lo de los vecinos estoy plenamente de acuerdo e identificado. La madre que los trujo, si no es lo de vago, es envidia. Estar en casa también se puede hacer muy duro, yo cuando salgo se me ponen los ojos como platos hasta con las mas feuchas, jajajaj.
    Saluditos.

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    1. Y éso que ahora, con los fríos, las criaturas van tan tapadas que apenas se les ven los ojos; lo de la mini encima de medias gordas hasta arriba del todo, no cuela.
      Saludos

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  4. Si el trabajo dignifica, entonces que trabajen los indignos...
    en su casa o en la oficina... y se dignificarán.

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    1. Me parece muy bien lo que dice. A más trabajo, más dignificación. El dignificador que se dignifique, buen dignificador será.

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  5. Yo soy muy partidaria. Se quita uno los atascos, madrugones, aguantar conversaciones de fútbol los lunes...

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    1. Supongo que el "Sari" vale para salir a la calle y estar en casa; ¡así cualquiera!

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