Desde mi habitación tenía vistas al Casino de Santander, que únicamente aprecié desde el exterior, ya que me sabe muy mal perder dinero en la ruleta:
Girando la visual hacia la izquierda, podía apreciar una parte de la magnífica playa del Sardinero, todavía vacía a las 10 de la mañana debido a la ausencia del dios Ra:
Al lado de la playa me encontré con este magnífico carrito de los helados donde me pillaron un par de veces mis familiares:
A las bellezas naturales del lugar, debo agregar que llaman la atención la limpieza de sus calles y u los cuidados parques que lo adornan:
En conclusión, me ha parecido una ciudad maravillosa, no solo por la belleza de sus construcciones, como la que se muestra a continuación, sino por la elegancia de las personas que se contemplan al paso y la tranquilidad que puede notarse:
Una curiosidad santanderina: los semáforos inteligentes. Además de los clásicos colores verdes, rojo y ámbar, aparece una casilla donde se indican los segundos faltantes para que cambie la señal, apresurándose el muñequito verde cuando faltan pocos segundos para ponerse rojo. Aquí puede verse un ejemplo:
Viene de maravilla pasar unos días de refresco y escaparse un momento de los ardores madrileños. Lo que no se puede pretender es que, encima de un sitio precioso con un clima ideal de 20º, el agua de la playa esté a 30 grados, como en el Mediterráneo. Cada cosa en su lugar, no puede estar todo lo bueno en el mismo sitio.
HAKUNA MATATA.
ResponderEliminarEso sí que es nivel y poderío de turista : el Gran Hotel del Sardinero, lugar de hospedaje de les riches o the rich en verano.Mis paisanos exclamarian :"Hori da suertie".
Precisamente hablaba hace dos días en un post de las dos Españas que se diferencian por ir unos a donde ruge la marabunta (Andalucia y Levante) y los que eligen Cantabria o Galicia y Vasconia para pasar agosto.
En cualquier caso, es usted bien recibido por los probes que han quedado en MadriZ o en Zarauz laborando en Googler.
Hakuna matata, Don Javier. El Gran Hotel está muy bien, sobre todo por su ubicación frente a las playas, su limpieza y la insonorización de las habitaciones (dormí como un santo todas las noches).
EliminarComo era de esperar, estuve comiendo pescado toda la semana, especialmente sardinas y anchoas a la brasa. Un placer.
Los que se han quedado en Madrí, es posible que envidien esos aires cántabros, pero los de Zarauz ya los disfrutan 365 días al año.
Lo que más nos gusta de ciertas ciudades y no lo sabemos es que las visitamos de vacaciones y sin tener que enfrentarlas con un mal trabajo, un desamor o una enfermedad. Las acometemos sin preocupaciones y ellas nos reciben con una sonrisa. No nos da tiempo a verlas con mala cara o en rulos porque son como el amor de una noche que se acaba antes del amanecer. Eso no quita que me encantan las fotografías y la forma en que les das otra perspectiva. Felicidades.
ResponderEliminarTienes razón: el hecho de estar de vacaciones contribuye a ver las cosas con mejor perspectiva. Sin embargo, a pesar de esa buena disposición, he visitado algunos sitios de donde salí echando pestes.
EliminarSantander, como San Sebastián, son lugares donde siempre se cumplen las expectativas.
Coincido, es un lugar maravilloso...eso sí, la última vez que pasé unos días en Noja sólo fui capaz de meter el dedo gordo del pinrel en esas aguas
ResponderEliminarPrecisamente ahí está el detalle: si, además de ser lugares maravillosos, las aguas estuvieran calentitas, ¿quíen iba a aguantar la invasión de turistas?
EliminarPues la primera semana de Septiembre, en Noja, el agua estaba a 28 grados..., estuve a remojo bastante tiempo...
EliminarSantander es incluso mejor destino turístico que San Sebastián, mismo clima, igual de señorial, igual de bonita, mejores playa, mejor comer y algo menos pretenciosa.... se lo tienen menos creído (aqui Tella me dará una colleja pero es así). Y además sin "nacios", algo muy importante (a mi me tienen harto aquí en Cataluña).
ResponderEliminarVoy a menudo porque mi esposa es nativa de allí. Para la próxima visita le recomendaría cruzar la calle y alojarse en el Hoyuela, puede perder algo de vista pero es más coqueto y con mejor restaurante, el trato es equivalente al sardinero pues no en vano son de la misma propiedad.
He visitado tanto San Sebastián como Santander y me siento incapaz de considerar a una mejor que otra, pues las considero las mejores ciudades de España y parte del extranjero. He comido mejor en San Sebastián, aunque me he sentido más seguro en Santander viendo bastantes banderas españolas ondeando en los balcones.
EliminarTomo nota de su recomendación para mi próxima visita a Santander y le doy las gracias.
Un saludo.