martes, 27 de octubre de 2015

MONTÁRSELO BIEN


La terapeuta que pone a las parejas a montar muebles de Ikea para que se reconcilien.

(de republica.com)

En estos días inciertos que nos ha tocado vivir, hay quien se ha propuesto aprovechar la tesitura  para hacer caja. Basta con ver las artimañas de aquellos que intentan convencernos de que seremos mucho más felices comprando y comprando, ya sea el último ‘smartphone’ de Apple o una Thermomix.

Incluso hay quien trata de vendernos que Ikea puede ser la solución a todos nuestros problemas de pareja. Si no que se lo digan a la psicóloga Ramani Durvasula.

Esta profesora de psicología en la Universidad Estatal de California, en Los Ángeles, asegura haber encontrado el remedio a todos los problemas de pareja entre las estanterías, las camas, los tornillos y las tuercas de la firma sueca. En ese mismo lugar que, según ella, puede convertirse en un infierno. “La tienda se convierte, literalmente, en el mapa de una relación de pesadilla”, afirma a la hora de explicar cómo funciona su terapia.

La Ramani será muy buena psicóloga, pero su método me parece demasiado peligroso para la salud de los intervinientes; en cuanto falte un tornillo o una pieza de la estantería, cada uno le echará la culpa al otro (¿¡dónde c.. has metido el tornillo Nº 17?). La discusión puede terminar muy mal. 


4 comentarios:

  1. "Uno poco" tontaina, la Ramani esa.
    Y como se le ocurra descubrir los juegos LEGO, ya pueden las parejas hacer cursillos de San Job para tener paciencia y montar el juguetito.

    No sería mucho más sencillo, por ejemplo, que aconsejara a la pareja que ella deje de hablar a todas horas y que él se moleste en fregar vajillas o ponerlos en el "parato" y luego salir a bajar la basura al contenedor?

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    1. No sé si será más sencillo lo que Vd. sugiere: colocar la vajilla en el "parato" puede dar lugar a serios enfrentamientos si el "parejo" no la sitúa en el lugar que la pareja prefiere, o si pone los envases de plástico en la parte de abajo. Esa tarea suele ser muy delicada.

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  2. Ese es justo el problema que veo, señor Bwana. Que los conflictos tienen buen campo abonado ahí. Sólo le falta inventar las prácticas de coche para parejas. La mujer conduciendo y el marido indicando. Un poema de discusiones inagotable.

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    1. Si hay algún valiente que pretenda dar clases de conducir a su pareja, es probable que la cosa termine mal. A un servidor jamás se le ocurriría semejante audacia; para éso existen las escuelas y sus expertos profesores capaces de aguantar hasta los golpes de los examinandos reprobados.

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