Medicación alternativa
"¡Doctor, venga inmediatamente a casa, que mi marido se está ahogando donde los cerdos!.
"Mire usted, acabo de comprobar que su señor marido se ha marchado al otro barrio, por lo que es inútil despejarle de mierda la faringe; ahora bien, si a usted le apetece un boca a boca con su esposo, no seré yo quien lo impida".
Los americanos están vacunándose contra la gripe XCW98 por medio de una pulverización nasal. En España se está haciendo con la clásica inyección en el deltoides. ¿Por qué no se utiliza aquí el spray, que es mucho menos molesto? No se a qué viene la manía de pinchar cuando la cosa se puede administrar con una simple pulverización.
Menos mal que no se les ha ocurrido aplicar el procedimiento del supositorio, tan apreciado en España toda la vida, ya que a veces los médicos tienen dificultades en hacerse entender.
Cuando mi padre ejercía la medicina en Sant Boi del Llusanes, había recetado un analgésico que se administraba en supositorios. La señora no entendió muy bien la forma de tomarse el medicamento y volvió dos o tres veces al consultorio para tratar de enterarse."Doctor, ¿y como se toman estas cosas?, repetía la mujer, "¿Es antes o después de las comidas, con agua?; hasta que mi padre, que tenía bastante mal yogurt le espetó "¡Métasela por el culo!".
No pasó ni una hora antes de que apareciera el marido de la señora reclamando, airadamente, por la "grosería" del doctor. Se aclaró el desaguisado y mi padre no volvió a saber de la pareja, hasta un domingo en que recibió una llamada de la mencionada señora:
"¡Doctor, venga inmediatamente a casa, que mi marido se está ahogando donde los cerdos!.
Personado mi padre en el apestoso lugar de los hechos, se encontró al fulano tirado, boca abajo, en la porqueriza, semi hundido en mierda de cerdo. La señora, que lo había acompañado al chiquero, le preguntó: ¿doctor, no le va a hacer un boca a boca? A lo que mi padre contestó:
"Mire usted, acabo de comprobar que su señor marido se ha marchado al otro barrio, por lo que es inútil despejarle de mierda la faringe; ahora bien, si a usted le apetece un boca a boca con su esposo, no seré yo quien lo impida".
Para evitar todos esos problemas de supositorios y otros que contaré algún día sobre inyecciones, ¡cuánto mejor es utilizar el procedimiento menos agresivo de esa gente tan práctica como son los americanos!
EL REFRAN DE HOY
"Quien mal adquiere, con él se muere"
Sí, en el pueblo hubo un abuelo que se metió los supositorios por la oreja para curarse una otitis y el pobre se quejaba de que cuantos más se ponía más le dolía. Espeluznante.
ResponderEliminarDª Ginebra:
ResponderEliminarDesde luego, terrible. Y el hombre tenía su lógica al atacar la infección directamente y no por lejanos orificios.
"sensu contrario" hay gente que, sin embargo, todo se lo mete por el culo... y no, no pienso nombrar esta vez a Zerolo.
ResponderEliminarY sólo faltaba enseñarles a nuestros adolescentes cómo meterse cositas por la nariz... con el vicio que tienen.
Supongo que elegir uno u otro método es cuestión de pasta. Seguro que cuesta más un inhalador que una jeringa desechable.
ResponderEliminarYo recuerdo que de pequeña me vacunaron con unas gotas que echaban en un terrón de azúcar. Propongo retomar ese formato, en forma de pincho de tortilla, por ejemplo.
Supositorio... no me digas que no es una palabra curiosa.
ResponderEliminarSupositorio...
Suposición...
Suplemento...
Suplente...
D. isra:
ResponderEliminarObservo que se cuida mucho de no mencionar al Zerolo. Yo también he decidido ignorar su hermosa cabellera.
Hace años los chavales se metían bolitas de papel plateado por las narices (de las envolturas de tabaco). Pudiera ser ése el orígen del actual vicio, digo yo.
Dª Maharani:
ResponderEliminar¡Excelente idea! Y si, además del pincho de tortilla, pusieran una caña de cerveza, ¡un exitazo!
Dª Raquel:
ResponderEliminarEfectivmente, es muy curiosa. Parece que hay de tamaño Jumbo para ciertas suposiciones y suplementos.
Muy buena la anécdota, si es que los del Ripollés siempre han sido un poco brutos, solo superados por los de Sant Pol de Már, que para evitar que la lluvia estropease el relój de sol le pusieron un hermoso tejadillo.
ResponderEliminarEl oficio de medico rural en esos tiempos debia dár para escribir unas memorias muy sabrosas.
Yo voto por los supositorios, ya que me joden, que sea con todas las consecuencias.
D. rodericus2009:
ResponderEliminarCreo que los de Sant Pol de Mar se cabreaban mucho si se les preguntaba: quina hora és?
Un saludo
El primo de Gallardón fabrica jeringuillas, debe venir por ahí.
ResponderEliminarSeñorita Puri:
ResponderEliminar`Pudiera ser la explicación de esa manía de pincharnos. Aquí el que no corre, vuela.
Este título me recuerda a Marvin Harris: Vacas, cerdos, brujas y no sé qué más, ni el orden tampoco...
ResponderEliminarSr.Bwana, se siguen cabreando, efectivamente, pero ahora como todo el pueblo etá urbanizado, no te tiran piedras, no las tienen a mano.
ResponderEliminarY con eso de que tienen un restaurante con estrella michelín, se las dán de listos.
Dª Ornelia:
ResponderEliminarYo quise recordar "Smatch, cerdos y diamantes", una película hilarante.
Bienvenida al blog.
D. rodericus2009:
ResponderEliminarHabrá que ir a catar ese restaurant, ahora que no te tiran piedras.
Totalmente de acuerdo, pero con reserva ( creo que hay cola de tres meses ) y equipado con la "Visa Platinum unlimited", porque el estacazo es del calibre 45 parabellum full metal jacket.
ResponderEliminarAhora los de Sant Pol se rien de los de Barcelona que suben a comer.
Los indigenas han despabilado, vaya.
D. rodericus2009:
ResponderEliminarSi hay que llevar la Platinum 45, me conformaré con un bacalao "a la llauna amb mongetas" en Barcelona.