jueves, 4 de octubre de 2012

PERSONALIDAD PRIMATE



(de abc.es)

Un estudio realizado durante siete años con 45 hembras salvajes de babuino ha identificado tres tipos distintos de personalidad entre los primates: amables, distantes y solitarios. Y, como ocurre con los humanos, estos rasgos de carácter influyen en su salud y, por lo visto, también en su capacidad reproductiva. Según los investigadores de la Universidad de Pennsylvania, ya sea en humanos o en monos, las personalidades que favorecen tener una robusta red de amistades conducen a una mejor salud y a una vida más larga. La investigación aparece publicada en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS) de EE.UU.

Los investigadores han pasado todo ese tiempo observando a un grupo de monos que viven en la Reserva Natural de Moremi en Botswana. Al igual que ocurre con muchos otros primates, los babuinos tienen sociedades fuertemente jerarquizadas. Las hembras «heredan» de sus madres su grado de dominio y gozan de prioridad de acceso a los alimentos y compañeros. Pero las hembras de alto rango no siempre tienen un mayor éxito reproductivo. Esto sugiere que, cuando se trata del éxito evolutivo, la ventaja heredada no puede explicarlo todo. Por el contrario, los científicos se dieron cuenta de que ese éxito estaba más relacionado con tener una red estable de relaciones sociales pero, ¿de qué depende esta red?

Las hembras de babuino trabajan activamente para mantener estrechos vínculos sociales, pero, como los humanos, algunas parecen ser mejores que los demás. Durante siete años de observaciones en el hábitat natural de los animales, los investigadores midieron la sociabilidad de cada babuino: con cuántos se aseaba, su tendencia a ser amistoso, sus rasgos agresivos... También midieron los beneficios reproductivos, el número de descendientes vivos y sus niveles de estrés, según lo determinado por la presencia de ciertas hormonas en sus excrementos

Los investigadores encontraron que la fuerza de los lazos sociales de un individuo no venía marcada en su totalidad por factores aparentemente obvios, como el rango de la hembra o el tamaño de la familia en la que nació. Una hembra podía tener un montón de parientes y ser una persona solitaria, mientras que otra sin familiares podía ser muy hábil para mantener contactos sociales.

Uno de los investigadores, tras siete años con babuinos
Como en los humanos, estas habilidades tenían que ver con los rasgos de personalidad individuales. Para determinar la personalidad de las hembras, los investigadores prestaron mucha atención a sus gruñidos, su forma de comunicación. De esta forma, agruparon a los babuinos en tres perfiles de personalidad diferentes: "amables", "distantes" y "solitarios".

Las hembras amables eran amigas de todas los demás y con frecuencia gruñían a las hembras de menor rango para señalar tranquilidad. Formaban lazos sociales fuertes y duraderos con compañeros bastante estables a través del tiempo.

Las hembras frías eran más agresivas y menos amigables, y gruñían principalmente a las hembras de mayor rango que tenían crías. Establecían lazos más débiles, pero tenían preferencias sociales muy consistentes.

Las solitarias estaban a menudo solas y eran relativamente hostiles; gruñían principalmente para apaciguar a las hembras de alto rango sin crías. Tenían relaciones débiles con compañeros cambiantes.

De las tres, las solitarias tenían los niveles más altos de estrés, los lazos sociales más débiles y los interlocutores sociales menos estables en el tiempo. Esta situación se corresponde con una menor supervivencia de las crías y una menor esperanza de vida. Las hembras sociables y las distantes mostraban los beneficios sanitarios y reproductivos asociados con fuertes lazos sociales.

Según los investigadores, «esto desmiente la idea de que todo es competencia y conflicto». "Al ser un babuino agradable, aumenta la probabilidad de tener fuertes vínculos sociales, que a su vez se traduce en una mejor oportunidad de transmitir sus genes"-.

Apuesto a que en la Reserva de Moremi, donde han estado todo ese tiempo espiando monas y hurgando en sus excrementos, deben haber unas instalaciones estupendas, cómodas, con un servicio de bar excelente y buena comida; de lo contrario no comprendo cómo se pueden aguantar siete años en compañía de babuinos. Conozco a esos desagradables primates y puedo asegurar que son bastante agresivos. 



10 comentarios:

  1. Visite el zoo-safari en Aitana de Alicante, con varios incidentes. Aquello estaba salvaje y el unico guia-cuidador nos llevo a pata junto a una manada de jovenes elefantes africanos, ademas visitamos la zona de los reptiles y aracnidos cuyos terrarios estaban sin cerradura alguna.. fue toda una aventura....A mediodia nos sentamos con la intencion de comer y, ahi me persiguio un macho cabrio, se nos lanzaron montones de babuinos y nos dejaron sin nada de comida...el macho dominante con su culazo rojo brillante era de pesadilla y cayeron de los arboles, junto al parking, decenas de babuinos....Mi hijo y su amigo Carlitos, de apenas 8 años, se reian a carcajadas. Disimulando el panico nos largamos con viento fresco. Mas que sociables, los babuinos tenian mas hambre que carpanta.

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    1. Vaya con cuidado con los zoos que visita. Algunos alojan animales que tienen más peligro que cuando corretean en la selva, probablemente por estar de mal yogur por la pérdida de su libertad.

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  2. De donde se deduce que sí descendemos de babuinas la mayoría, aunque debe de haber los que desciende de gorilas.

    Lo que retrata es la imagen viva de una sociedad femenina humana : la señora simpática del primer piso y que conoce a todo el mundo, la señora tiesa del 4º izda., muy orgullosa ella de ser la hija de un socialista o pepero que llegó a ser subsecretario de Agricultura, y la que el novio médico que se le fue con la hija del Notario dejándola solterona.

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    1. Tiene toda la razón; podían haber llegado a la misma conclusión del estudio pasando siete meses en cualquier edificio de apartamentos. Además se hubieran ahorrado la desagradable convivencia con babuinos. Sospecho que tenían otros alicientes en el bar o los alrededores.

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  3. La evidencia de que somos primos hermanos la tenemos detrás, en el culo, ellos lo tiene pelao y a nosotros nos lo están dejando pelao de tanto darnos por el culo a base de impuestos.

    Hay que joderse que mal rollo de dan los monos. esa foto del investigador es de un mal rollito extremo.

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    1. Espere un poco y verá como nos dejan el trasero en carne viva. Ya están hablando de volver al odioso impuesto del patrimonio y otras ocurrencias.
      Pues tendrá Vd. la misma sensación de "mal rollo" cada vez que vea al mono del anís todos los días por la TV, o a varios otros políticos muy parecidos al investigador de la foto.

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  4. del Mono venimos y al Mono matamos...

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    1. No me cabe la menor duda, tanto por el parecido físico como por su comportamiento social, aunque éste, mucho menos peligroso en los primates.
      Un saludo

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  5. ¡Qué monada! D. Bwana. (Me refiero, por supuesto, a la chica de mirada sensual con la que obsequia usted nuestras visitas).

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    1. Es que, don Carlos, hay monadas y "monadas" bien diferentes.

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