miércoles, 6 de agosto de 2014

DISFRUTAR DE LOS ÚLTIMOS DÍAS


Un hospital de Francia estudia abrir una taberna para amenizar los últimos días de los pacientes terminales.

(de dailymail.co.uk)

El hospital universitario de  Clermont-Ferrand, en la zona central de Francia, abrirá una taberna el próximo mes de septiembre y espera que ayude a mejorar la calidad de vida de los pacientes. .

Los enfermos podrán invitar a familiares y amigos a compartir una copa de champán o vino, o una cerveza fría mientras están de visita en el hospital.  

Un poco de alegría, aunque sea a base de copas, no viene mal cuando la persona está a punto de estirar la pata. Largarse al otro mundo en plena pea tiene que ser más confortable que enterarse de la jugada.

8 comentarios:

  1. Es lo que no terminan de querer enterarse los tradicionales "custodios" de los hospitales terminales en general.
    He visto a enfermos terminales que pedian una media copa de vino o un cigarrillo y les han negado siempre en función a su estado de gravedad, lo que siempre me ha sublevado pues tales mínimos placeres no pueden ni acelerar ni alargar las vidas de los condenados a la "translatio ad mortem".

    Habrá que enterarse de la dirección de ese lugar de Clermond Ferrand y aunque soy abstemio brindaré por los gilipollas que dejo atrás. Lo digo conforme explicaba el escritor Humberto Eco que decía que "uno debe de saber que ha llegado el momento de morirse cuando comprueba que está rodeado de jilipollas".

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    1. Desde luego es un crueldad negarle un pequeño placer de despedida al enfermo. Yo, por si acaso, pienso tener a mano mi pipa, un mechero y una lata de Capstan cuando se aproxime la hora. Y no pido la botella de Benedictine o el Chivas porque hace años que cubrí mi cuota de bebidas espirituosas y no me apetecen demasiado a estas alturas.

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  2. Si añades fumadero de opio y burdel te aseguro que probablemente sea la idea más inteligente y humana de las que hemos leído en los últimos años. Brindemos por esto. Un poco de sentido común ha llegado al mundo. Carpe diem.

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    1. Lo del fumadero de opio me parecería bien, aunque solo sea para atontar a fondo al enfermo. La idea del burdel, con buena ganadería, sería excelente para decirle adiós a este mundo cruel mientras se disfruta de un buen solomillo.

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  3. Qué buena idea, espero que pongan los lingotazos a un precio razonable, para que con el susto no se vayan los enfermos al otro barrio antes de tiempo.

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  4. Seguro que los precios serán razonables: no creo que ese hospital tan majo quiera amargar los últimos momentos del personal afectado.

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  5. Me parece una idea excelente

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