martes, 17 de noviembre de 2015

EL DOCTOR ERMITAÑO


Carlos Sánchez Ortiz de Salazar tiene ahora 46 años, pero en 2009 su familia inició los trámites judiciales para declararlo oficialmente como persona fallecida. Este vecino de Cazalla de la Sierra se marchó de su domicilio, situado en una zona conocida como las casitas de los maestros, en noviembre de 1996. Durante un tiempo, sus padres tuvieron noticia de él pero el 13 de abril de 1998, hace ahora 17 años y medio, presentaban una denuncia por desaparición. Desde aquella fecha no habían recibido ni una carta, ni una llamada.

Una absoluta y desesperante falta de información,  hasta que el pasado lunes, el teléfono de Olga, la hermana de Carlos, sonaba pasadas las siete de la tarde. Al otro lado, el presidente de la asociación "SOS desaparecidos" le daba la primera pista sólida sobre el paradero de aquel joven que se había marchado de Cazalla con 26 años. Estaba vivo y residiendo como un ermitaño en un bosque de la Toscana italiana.

«Imagínate la reacción que tuvieron. Habían dado por perdida cualquier esperanza de encontrarlo con vida, incluso pasados los diez años de su desaparición, habían tramitado la declaración de fallecimiento. Pero su familiar está vivo, no está muerto», explicaba ayer por la tarde Joaquín Amills, responsable de SOS desaparecidos, a ABC.

A mediados de octubre, un periódico italiano digital publicaba que la Policía forestal italiana había verificado la información aportada por unos excursionistas, acudiendo allí y entrevistándose con el campista. Éste les mostró su pasaporte, ya caducado, y dos carnés de la Universidad de Sevilla. Antes de su marcha voluntaria, Carlos se había licenciado en Medicina.

Según relata el rotativo italiano, Corriere della Sera, el ermitaño no se dejó fotografiar pero sí permitió que tomaran imágenes de los documentos identificativos que han dado la vuelta al mundo gracias a la amplia difusión que está teniendo esta historia increíble. El pasado sábado, los padres de aquel joven médico y una hermana viajaban a Italia para confirmar si los documentos que había mostrado ese extraño hombre del bosque eran de Carlos y si la descripción física que daba la Policía y los testigos correspondían al del sevillano. Y el cotejo ha dado un resultado positivo. El encuentro entre los excursionistas y el ermitaño se produjo a mediados de octubre y ya expresó su deseo de no reencontrarse con su familia. Así que abandonó el bosque y en estos momentos se desconoce dónde está.

Su familia sí ha sido recibida en Italia por decenas de periodistas porque el caso del español desaparecido que vive «como un salvaje» –titulan algunos rotativos italianos– ha causado sensación. Las poblaciones cercanas al punto de la Maremma donde fue localizado han sido tomado por las cámaras en busca de Carlos y de la toma definitiva: la del reencuentro con su famiglia. 

La familia de Carlos no ha regresado aún de Italia. Ya han expresado su intención de respetar su deseo de seguir viviendo como lo hace hasta ahora. «Saben que está bien y que no está muerto como creían, que ya es mucho». Se conformarían con verlo, aunque fuera unos instantes, y que él mismo se lo dijera. Al menos la maldita incógnita ya está despejada.

Sospecho que el doctor está harto de su famiglia y de las clases de fisiología, por lo que ha decidido vivir tranquilo, sin necesidad de atender a pacientes pelmas y sin el agobio de familiares y conocidos. Una decisión muy comprensible y que espero sea respetada por el personal, propio y ajeno. 

4 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo con su interpretación del asunto : el mozo está harto de la famiglia y de la sociedad andaluza de su entorno y lo que busca es "QUE LO DEJEN SÓLO Y EN PAZ."

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    1. Así es, Don Javier: ¡con lo bien que está uno alejado del mundanal ruido, disfrutando de la vegetación y del cantar de los pajarillos! Hay mucha gente que, para su desgracia, todavía no conoce el placer de la soledad.....

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  2. Pues claro. Se le suele llamar salvaje a cualquiera que no se quiere ajustar bien una corbata. Este hombre no quiere dejar el bosque. ¿Por qué no dejan ellos sus casas si tanto quieren estar con él? Aunque dudo que a él eso le importe.

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    1. Tampoco creo que le importe; ya lo ha dicho: que lo dejen disfrutar de la Naturaleza y se dejen de pendejadas...
      Es que, mucha gente, no entiende el vivir sin el móvil, el ordenata y las cuñadas....

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