Una novia se escapa con el amigo del marido recién acabada la boda (de Fronteras)
De la sorpresa, pasó a la estupefacción y más tarde al odio. Esto es lo que le ocurrió a un novio después de que su recién estrenada esposa se escapara en el banquete con el amigo del novio. Ella alegó que iba a cambiarse el vestido de novia pero ya no volvió a brindar por el enlace.
De la sorpresa, pasó a la estupefacción y más tarde al odio. Esto es lo que le ocurrió a un novio después de que su recién estrenada esposa se escapara en el banquete con el amigo del novio. Ella alegó que iba a cambiarse el vestido de novia pero ya no volvió a brindar por el enlace.
Una novia italiana se escapó tras la boda con el amigo del marido, al que dejó plantado junto a los invitados en un restaurante en Trieste (noreste), informó hoy el diario local "Il Piccolo". La boda tuvo lugar el pasado 16 de mayo entre Andrea, un empleado de banca de 34 años, y Sara, una chica de 30, empleada en una financiera de Montefalcano, tras diez meses de relación. Sara llegó puntual a bordo de un automóvil guiado por el amigo de su marido al Ayuntamiento, en la plaza de la Unidad, y vestida de color marfil fue recibida por el novio y por una treintena de invitados. Una ceremonia modesta en la que no tenían previsto ni siquiera viaje de novios, explica el diario. Después del sí quiero, de las fotos de rigor y del lanzamiento de arroz, la novia pidió ir a cambiarse para estar más cómoda en el banquete y marchó acompañada por el amigo de su marido, que desde hacía meses jugaba al fútbol con él y que la llevó en coche hasta el Ayuntamiento. El marido y los invitados fueron al restaurante y allí, mientras esperaban, brindaron una y otra vez por la felicidad de los novios, hasta que al cabo de una hora y sin que llegara la novia, empezaron a sospechar de que algo no iba bien y comenzaron las llamadas al móvil de Sara. Estaba apagado. Poco a poco "se fue creando un ambiente de funeral" en el restaurante, dice el periódico. Tras un par de llamadas al amigo del novio, al cabo de hora y medio respondió y pasó el teléfono a Sara: "He comprendido que he cometido un error. Lo siento, mi corazón me lleva a otra parte", dijo al estupefacto marido.
La nueva pareja partió en viaje de luna de miel hacia Grecia, mientras que al marido no le quedó otra que quitarse el anillo y dirigirse a una abogado matrimonialista para conseguir, además del divorcio, resarcimiento por daños materiales y morales.
"Ha transformado un sentimiento de amor en odio", afirma Andrea, y añade muy práctico: "Se lo podía haber pensado antes, al menos no habríamos gastado tanto dinero en semejante puesta en escena".
"Ha transformado un sentimiento de amor en odio", afirma Andrea, y añade muy práctico: "Se lo podía haber pensado antes, al menos no habríamos gastado tanto dinero en semejante puesta en escena".
Eso es para que se fíe uno de los compañeros de partida. ¿Qué le contaría el amigo de Andrea a Sara mientras la llevaba al Ayuntamiento?
¿quizás? "Tu novio es un manta jugando al fútbol, te aseguro que yo lo hago mucho mejor"
Me parece que Andrea tenía demasiada confianza en su amigo; primero se la lleva al Ayuntamiento y, luego, le encarga que la acompañe a cambiarse de ropa. ¡Hay que tener cachaza!
Este acontecimiento me recuerda a la película "El graduado", cuando Dustin Hoffman entra a saco en la iglesia y se lleva a Katherine Ross cuando ésta se casaba con un panoli (recomendado por la madre). Una escena preciosa.
No le dijo nada, conducía ella y al cambiar de marcha... allí estaba ÉL, el miembro viril más turgente, erecto y majestuoso jamás visto por la joven.
ResponderEliminarMe habría gustado ser más sutil, pero seamos sinceros, esta noticia tiene que ver más con el folleteo que con el amor.
Saludos cordiales
Qué guarra! Eso se hace antes, caramba, antes.
ResponderEliminar(Isra, ¿cómo va a conducir ella? se nota que usted nunca se ha puesto un vestido de novia)
"Mi corazón me lleva a otra parte", Sara dixit.
ResponderEliminarYa. Menuda cabrita.
"La nueva pareja partió en viaje de luna de miel hacia Grecia"
Lo mismo eran los billetes de la otra boda. Pobre hombre.
D. isra:
ResponderEliminarComo dice Dª Ginebra, conducir con traje de novia es imposible, pero tal vez lo hacía él y élla cambiaba las marchas.
Dª Ginebra:
ResponderEliminarLa noticia no dice nada de los regalos. ¿Se los quedó el novio o ya los había cogido la novia? Estas cosas siempre me han preocupado, ¿en caso de divorcio, hay que devolver los regalos?
¿A los amigos que se casan tres o más veces, hay que volverles a enviar regalos? Algunos resultan bastante caros por su manía de repetir.
Dª Maharaní:
ResponderEliminarEspero que el ladrón de novias, al menos pagara los billetes.
Me imagino la cara de jili que se le quedó al novio abandonado. Los 30 invitados se lo pasarían bomba.
Esa histoiria es divertida aunque el de Trieste se quedó triste... y sin novia, nunca se lo agradecerá bastante a su amigo.
ResponderEliminarMi padre decía que "el que pierde una buena mujer, no sabe lo que gana".
Abrazos,amigo.
EL VOTO EN BLANCO NO SUMA
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Para zanjar la polémica sobre el voto en blanco he preguntado a los que saben. Javier Elorrieta, de la Fundación para la Libertad, que ha consultado con Juan Rivas de la EHU-UPV. Esta es la respuesta: SIGE...
EL VOTO EN BLANCO NO SUMA
D. Alfredo:
ResponderEliminarPues me han contado que el de Trieste anda con una depresión de caballo.
Antes le hice un comentario jocoso sobre los estrenos, pero la censura me lo ha hecho suprimir.
ResponderEliminar¿Qué se le va a hacer?
Tendré que pasarme a la clandestinidad.
D. Laslo:
ResponderEliminarVd. no se prive; en este fastuoso blog no existe la censura previa, así que opine lo que le plazca, amigo.
Se lo agradezco D. Bwana, pero no me atrevo.
ResponderEliminarDebe estar de moda. Éste ya había comprado el anillo y lo quiere colocar:
ResponderEliminarUn hombre despechado por el amor de su vida en Nueva Zelanda organizará una peculiar caza del tesoro por Internet para deshacerse de su anillo de compromiso