miércoles, 23 de enero de 2013

CONTROL DE BEBIDA

Cubos de hielo que avisan cuándo dejar de beber

(de BBC Mundo)

En septiembre del año pasado, el estudiante del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) Dhairya Dand fue a una fiesta, se tomó tres tragos y terminó en el hospital, sin saber por qué estaba ahí.

"Tuve una laguna inducida por el alcohol", dice en un video que publicó la semana pasada presentando su nuevo proyecto.

¿Su idea? Cubos de hielo que le avisen al consumidor de alcohol en qué momento debe parar.


Si no le pone cuidado al aviso, los cubos envían un mensaje de texto a un amigo que probablemente lo va a presionar para que suspenda las copas.

El proyecto del investigador ha tenido, en general, aceptación en varios blogs de tecnología. Sin embargo, hay quienes piensan que peca al generalizar los efectos que el alcohol tiene en cada uno de los consumidores.

El circuito de los cubos de hielo con luz para prevenir el exceso del alcohol tiene, entre otros dispositivos, un receptor de infrarrojo. Cada cubo tiene un diodo emisor de luz (o LED, por sus siglas en inglés), un acelerómetro, un receptor de infrarrojo y una batería.


Estos dispositivos electrónicos van dentro de una gelatina comestible que se puede enfriar, es a prueba de agua y mantiene el circuito protegido sin afectar el sabor de la bebida.

El acelerómetro calcula el número de sorbos que la persona toma y coteja la información con un cronómetro. Con eso estima el nivel de intoxicación del consumidor -es decir, la cantidad de alcohol que ha ingerido- y hace que cambie el color de los LEDs.

Con un cubo de cada color dentro de un vaso, la luz cambia de verde a amarillo y de amarillo a rojo dependiendo de la cantidad de sorbos que se consuman.


Si una persona sigue bebiendo al mismo ritmo después de que la luz roja se encienda, se manda un mensaje de texto a una persona registrada que eventualmente persuadiría al bebedor para que se detenga.

"Los cubos le hablan a tu teléfono móvil para que se haga la llamada. Se comunican a través del infrarrojo con un receptor removible que va en el conector TRS del teléfono", le dijo Dand a la ABC.

Su invento suena como una gran idea para quienes se les dificulta decidir cuándo suspender el trago. Algunos han incitado al investigador a empezar una colecta de dinero a través de Kickstarter.

Sin embargo, varios comentaristas han dicho que así suene interesante, todavía suscita varias preguntas. El blog de tecnología de Discovery, por ejemplo, dice que "al ser el peso el factor más importante en la intoxicación y la tolerancia al alcohol, los cubos son más una considerada y novedosa alerta, pero no una solución exhaustiva". La revista Cosmopolitain se cuestiona "qué pasaría si uno se traga el circuito", mientras que The Week pregunta: "¿Qué pasa si estás bebiendo cerveza negra dentro en un vaso que no es trasparente?"  Y otros comentaristas, muchos de ellos en el foro que Dan abrió en Vimeo, donde subió su video, le criticaron que no es lo mismo beber tres sorbos de whisky que tres de vino.

Para que funcione el artilugio es indispensable agregarle ese hielo especial a la bebida, lo que me parece un inconveniente en el caso de vino o cerveza. Mucho más efectivo es el procedimiento de Manolo, un conocido barman madrileño. "Cuando el sujeto  está pasado de copas y me pide, por ejemplo, un escocés con soda, le sirvo unos trozos de hielo y soda, sin una gota de alcohol. A esas alturas lo que, en realidad, le está pidiendo el cuerpo, es cualquier líquido frío que le apague el incendio que tiene en el estómago"."Y el tío tiene tal pea que no nota la diferencia", agrega.

12 comentarios:

  1. Estoy con Manolo. Ese invento puede estropear un buen reserva Marqués de Riscal o de 904, así como dejó turulato a un moderado consumidor al recibir una descarga eléctrica por cortocircuitos de los cubos de hielo.

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    1. ¡Si le digo que mi querida hermanita le pone hielo al vino!
      Y que, cuando estuve en England yo mismo le ponía trozos de hielo a la cerveza british para soportar su calentura, no me extrañan estos inventos.
      Y disculpe mi retraso; llevo una entrada de año bastante chunga, sospecho que por el disgusto que me he llevado al recibir una carta del SSO donde se me notifica un "aumento de sueldo"-

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    2. Sí, esa cartita es la alegría de la Huerta Murciana : a mí suben 15 euros este año la pensión, con lo que tendremos que comenzar Don Bwana a hacer especulaciones bursatiles entre invertir el capital en New York y Tokio o ir pagando una mansión en Miami.

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    3. Ya lo decía aquel político a su señora: "Tengo secretaria, teno tesorero y, por si las moscas, cosa que no creo, tengo ya mis fondos en el extranjero"
      ¡Buena idea!

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  2. Sólo falta que les metan voz con frases pregrabadas, seguro que mi madre me regalaba unos con su mítica frase cuando me veía entrar algo perjudicado:

    ¡si no lo sabes mear no lo bebas!

    todavía me irrita la frase...

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    1. Su señora madre era una filósofa de categoría. Me recuerda a la mía, son su drástico:

      "¡Cuando lo de abajo se sube arriba (señalando la cabeza) se deja de carburar!
      PS: Y excúseme la demora, cuya razón le explico a DON JAVIER

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  3. Este ingenioso y complicado sistema lumínico para prevenir el exceso de ingesta alcohólica, tiene sus bemoles, pues, por ejemplo, si el bebedor padece glaucoma o es daltónico y confunde las emisiones de luz roja con la verde o amarilla, seguirá bebiendo sin preocupaciones y no lo detendrá ningún mensaje de texto que tampoco verá. Por lo tanto, comparto el procedimiento de Manolo...

    (P.D.: Acabo de leer sus excitantes experiencias bosquimánicas)
    (¿el brujo era el "homo sapiens"?)

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    1. Muy acertada su observación; los afectados de daltonismo, como quien suscribe, no podremos disfrutar del artilugio.

      PD: El brujo amigo era, en efecto, descendiente cercano y directo del "homo sapiens"

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  4. Eso es cosa de guiris que sólo le dan al whisky y de ahí para arriba y sin hielos no hay quien se lo beba, para sabiduría la del barman Manolo y sin títulos de tecnológico ni psicólogo.

    Lo del peso y la masa también es una verdad como una catedral, servidora con una caña ya está bastante piripi

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    1. Tiene razón, el invento parece dirigido a los bebedores de whisky, a ser posible de buena marca y con 15 años. No así para los que trasiegan whisky de malta, que se consideran gourmets y no manchan ese especial producto ni con el pétalo de una rosa.

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  5. Lo que avanza la ciencia.

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    1. Los avances de la ciencia, amigo MAMUMA, son inconmensurables.

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