miércoles, 30 de enero de 2013

TERAPIA FECAL


Salvados gracias a una donación de heces

(de elmundo.es)
A veces la medicina avanza gracias a ideas curiosas y, en ocasiones, poco atractivas para el público en general. El estudio que publica una de las revistas médicas más prestigiosas del planeta, 'The New England Journal of Medicine', es un ejemplo de cómo una hipótesis, que podríamos denominar, rara e incluso desagradable, llega a buen puerto y supone una gran mejora para los pacientes. De la misma manera que en su momento las sanguijuelas fueron utilizadas para múltiples trastornos o las larvas se han venido usando para curar heridas complejas, ahora un estudio demuestra que las heces tienen el poder curativo para una infección frecuente en pacientes hospitalizados.
La bacteria denominada 'Clostridium difficile' se encuentra presente en el medioambiente y, en muchas personas, forma parte de las bacterias que construyen su flora intestinal sin generarles ningún daño. Sin embargo, cuando estas personas sufren algún problema que deteriora su sistema inmunológico o que destruye su flora intestinal, como puede ser la ingesta de antibióticos, la bacteria aprovecha la situación conoliza el intestino y empieza a destruirlo.

La consecuencia visible de esa destrucción intestinal es la diarrea, que puede ir acompaña de dolor tipo cólico, fiebre, vómitos, deshidratación e incluso puede ocasionar la muerte. Las personas más afectadas por este problema son aquellas de edad avanzada, que se encuentran ingresadas en un hospital y con varios problemas de salud, aunque una persona joven también puede enfermar por esta infección.

En la actualidad, existen dos antibióticos (vancomicina y metronidazol) que suelen administrarse para eliminar esta bacteria en los pacientes afectados, algo que se consigue en el 70-80% de los afectados. El resto, un 20-30%, de las personas infectadas vuelve a recaer tras el tratamiento y la mitad de ellos lo hace de nuevo tras una segunda dosis.

En estos casos, "si reemplazamos la flora intestinal por la de un sujeto normal, el 'Clostridium difficile' va a tener que competir con las demás bacterias y terminará desapareciendo", explica Ángel Asensio, jefe del servicio de Medicina Preventiva del Hospital Universitario Puerta de Hierro-Majadahonda, en Madrid.

Eso es precisamente lo que han hecho investigadores de varias universidades europeas en un ensayo clínico realizado con 42 pacientes. Se establecieron tres grupos de tratamiento: uno, formado por 13 enfermos, fue tratado con vancomicina (500mg vía oral cuatro veces al día durante 14 días); otros 13 recibieron ese mismo fármaco más un lavado intestinal; y los 16 restantes tomaron vancomicina (500mg cuatro veces al día durante cuatro días), seguida de un lavado intestinal y la administración de heces diluidas en suero fisiológico a través de una sonda nasogástrica que iba de la nariz al duodeno.

La diferencia entre los tres grupos fue importante. Así, mientras que en el primero se evitó una nueva recaída en el 31% de los casos, en el segundo sólo se consiguió en el 23%, mientras que en el tercero, es decir, el de la terapia fecal, la tasa de éxito fue del 81% (13 de 16). Cuando los tres pacientes que no respondieron a esta terapia, volvieron a recibir una segunda infusión de contenido fecal, dos de ellos lograron evitar una recaída. Teniendo en cuenta esto, la tasa de curación fue del 94%.

"Este estudio demuestra que la terapia con heces es muy eficaz y genera la hipótesis de que aumentar las bacterias sanas y reemplazarlas por las que tiene el paciente en su intestino evitará también las recaídas", señala Asensio.

.El sadismo de estos investigadores ya sobrepasa a la imaginación más perversa. En lugar de introducir esa porquería directamente a la zona donde debe ejercer su actividad o sea, por el recto, le meten al pobre paciente una sonda por la boca, para que pueda disfrutar de todo su sabor y aroma.... ¡Como irse de Madrid a Valencia por Barcelona!

Ni siquiera tienen la delicadeza de proponer su introducción en forma de grageas o cápsulas, que disimularían mucho más ese sabor tan especial. 

12 comentarios:

  1. Será muy efectivo el tratamiento ese pero, como bien indica usted, qué sádicos y mala-leche son los matasanos esos.

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    1. Una de las torturas más refinadas que he sufrido de los galenos es la inyección de Lucenti, que va directamente al globo ocular, intervención digna del mismísimo Dr. Mengele.
      Pese a tan desagradable experiencia, la prefiero a esa sonda naso-gástrica a que se refiere el artículo.

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  2. Estoy de acuerdo en las pastillas.

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  3. Lo de las grageas queda descartado de antemano, ya sabe Vd. que el aroma de un buen cocido o un asadito casi alimenta más que la ingesta, por tanto me imagino que una buena hostiaca olfativa de mierda te cura del susto todos lo males.

    Es más, las grageas son excesivamente asépticas y sosas, podrían presentar la medicación en envases como los yogures y ampliar la gama con diversos aromas, texturas y/o sabores (me imagino que no tendrá los mismo efectos una caguetilla con tropezones de anciano, un truño adolescente o un mojón de una vacaburra, por ejemplo).

    Esto me recuerda a una ocasión en que comimos en un Restaurante Asiático (lo que viene a ser un puto chino de barrio) y probamos el arroz 5 sabores... y el mejor a mierda.

    Sí señor, me ha encantado el post, me ha dado la oportunidad de venirme arriba en temas que como se aprecia me desagradan muchísimo... joder ¿no huelen a nada ahora mismo?

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    1. Sospechaba que un tema de tanta importancia científica iba a estimular su interés y me satisface comprobar que, efectivamente, tenía razón: ha tomado Vd. el toro por los cuernos y se ha despachado a gusto, incluso aportando valiosas innovaciones a la investigación. ¡Espectacular!

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  4. Esta nueva sonda nasogástrica, me causa rechazo y me resulta completamente desagradable.
    Y le diré algo más: creo que es una mierda...

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    1. Me sucede exactamente lo mismo, solo de pensarlo me dan náuseas.
      Y, en efecto, es una verdadera caca.

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  5. Una auténtica asquerosidad al parecer muy saludable y que se carga el romanticismo a lo Margarita Gautier...ya dice el refrán que donde hay confianza da asco.

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    1. Tiene toda la razón; ni siquiera se le da al paciente la oportunidad de escoger a un familiar para que aporte el producto que se va a inyectar y lo dejan al azar, a ver de que tipejo repugnante van a extraer la caca. Un verdadero abuso.

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  6. Amigo bwana, vaya mierda de post que nos traes hoy; es ilustrativo y con toda seguridad que no carece de rigor cientifico y si es para bien de la humanidad en cuanto a curar infecciones, sobre todo hospitalarias, bienvenido sea el descubrimiento; pero desagradable resulta un ratos imaginarse lo de la sonda; supongo que pensaran que a ellos no le va a hacer falta nunca.
    Salud

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    1. Estimado Don Jaime: efectivamente el post es una porquería, pero me he atrevido a publicar ese artículo en aras del conocimiento y como contribución modesta al incontenible avance de las ciencias. . Lo de incontenible es, precisamente, lo que los galenos pretenden solucionar con ese crudo procedimiento que se describe.
      Para compensar lo desagradable de esta entrada, mañana publicaré un interesante artículo dedicado a los gourmets que, con mucho gusto, le invito a disfrutar.

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