lunes, 4 de marzo de 2013

¡AL RICO DESODORANTE!



ADICCIÓN AL DESODORANTE

(de vocero.com)

Nicole, una joven estadounidense de 19 años que vive en Nueva York, admitió que su plato favorito son los desodorantes. Se come uno tan pronto se despierta en la mañana, unos cuantos de postre y, al menos, uno más de irse a dormir, según el portal RT Actualidad.

La joven, que hace sus confesiones en uno de los episodios del programa ‘My Strange Addiction’, de la cadena estadounidense TLC, dijo que su preferencia son los desodorantes en barra, aunque le gustan mucho también los aerosoles.

Probó por primera vez un desodorante cuando tenía cuatro años y desde entonces los comió de vez en cuando. Sin embargo, hace dos años esta costumbre se convirtió en una verdadera adicción. Ahora, como muchas otras mujeres, ni siquiera sale de su casa sin un desodorante, pero lo hace por motivos diferentes: en cualquier momento puede sacarlo y comérselo.

Normalmente su porción diaria llega a media barra, lo que se convierte en 15 barras completas por mes y en casi 400 desodorantes desde que se dejó llevar por su manía. Nicole insistió en que le gusta sentir cómo un desodorante se derrite en su boca y en que cada marca tiene un sabor único. Sin embargo, no comenta qué efectos en su salud ha tenido una dieta tan peculiar.

Puesto que el ingrediente principal de los desodorantes es el aluminio, esta chica se expone a una intoxicación grave que, incluso, puede causarle la muerte. Yo también tengo una rara afición, como todo hijo de vecino, que consiste en masticar palillos de dientes. Es mucho más sana que comer ese producto para sobacos, sobre todo si se tiene el cuidado de no dejarlos asomar por la comisura de los labios, lo que sería de mala educación.  
PS: No todos los palillos son adecuados para el mastique, algunos contienen trazas de resina que resultan desagradables para el estómago. 

8 comentarios:

  1. Como, al parecer, el no dedicarse a las guerras para obtener comida produce fenómenos de todo tipo incluso del tipo de meterse por la nariz unos polvos blancos compuestos de talco y gasolina, nada extraño lo de esta damisela.

    Pero la encuentro con poca iniciativa ya que puestaa a chupar barras de desodororantes podría variar el menú y cada dos día comer unos 50 tubos de crema de limpiar zapatos, etc.

    Estoy seguro de que en la sección correspondiente de un hiper halla variadísimas cremas de todo tipo y hasta limpia-metales.

    Creo que el objetivo es obterner el tipo y estilo de llavar zapatos de tacón alto como la chica de su sector "Maravillas". Pero lo veo dificil con esa alimentación.

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  2. Don Javier: La crema de limpiar zapatos tiene un sabor a ésa cosa que dicen es fruta y la llaman "mango" y viceversa, el mango sabe a betún. No creo que le gustara a la criatura. Más propio parece lo de las cremas de todo tipo como Vd. también sugiere.

    Si lo que pretende la Nicole es poder llevar los zapatos al estilo "Maravillas", lo tiene crudo.

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    1. Se me ocurre (mesecurre que diría el complutense) que comiendo tanto desodorante después los "rebufos" de la dama, tras digerirlos, esparcirán a su alrededor ambientes agradables.

      Lo del sabor del betún a MANGO debo decirle que no creo que jamás me haya metido en la boca ninguna fruta tropical. Pero está bién el saberlo. Para persistir en lo dicho.

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    2. Un poco de respeto con la piña, o ananás como la llaman por ahí. Es tropical y muy rica, aunque conviene comerla al aire libre, lo más lejos posible del hogar; de lo contrario todo huele a lo mismo. Dejarla en la nevera es poco recomendable pues hasta el camembert coje sabor a piña.

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  3. Adelantóseme Don Javier en mi comentario pues el complutense iba a decir que lo bueno de esa dieta es que uno puede pasar tranquilamente al excusado donde la tipa haya depositados sus excrementos.

    Me imagino que no sólo olerán bien, su textura sedosa invitará a la creación de figuritas de modo manual.

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    1. No creo que hacer figuritas de caca, por muy sedosa que sea, resulte entretenido para el usuario de ese wc. A menos, claro está, que se trate de un escultor empedernido.

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  4. Una vez probé la crema de afeitar de mi novio y era bastante sabrosa. Pero cuando llegué al super, la gente me miraba temerosa, pues me había quedado espuma en los labios y creían que me había mordido un perro y estaba rabiosa...

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    1. Ese afortunado mortal debía usar la deliciosa crema de afeitar al bacon ver este post
      Yo también he probado mi crema de afeitar en más de una ocasión (confundiéndola con la crema de dientes) y me ha parecido poco agradable.

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