Investigan cómo un preso judío pudo organizar una fiesta «bar mitzvah» para su hijo con 60 invitados
(de ABC)
Esta semana The New York Post indicó que el preso Tuvia Stern, encarcelado por robar 1,7 millones de dólares y bien conectado políticamente, organizó el pasado diciembre en el gimnasio del Centro de Detención de Manhattan, la celebración del "bar mitzvah" de su hijo, una costumbre judía por la que los padres festejan la madurez de sus hijos adolescentes.
Para ello, y de acuerdo con la tradición judía, ofreció una recepción con comida "kosher" (que cumple los preceptos de esa religión) durante seis horas y contrató los servicios de un grupo de música, así como de Yaakov Shwekey, un conocido cantante ortodoxo. Al parecer, dos responsables del Departamento Correccional de la ciudad y los vigilantes de la prisión estaban al corriente de la celebración. Los cerca de 60 invitados pudieron entrar con sus teléfonos móviles al recinto, conocido como "las tumbas", y la comida se sirvió en platos de vajilla y con cubiertos de metal, lo que supone en todos los casos una violación de las normas que rigen en el centro.
Según The New York Post, durante unas horas "la prisión fue como un club privado para un grupo de presos judíos ortodoxos, cuyo rabino en la capilla de la cárcel, políticamente bien conectado, les tiene acostumbrados a festines con carne asada, salmón y pollo con todos los adornos incluidos". Stern, de 47 años, huyó a Brasil con su esposa y sus cinco hijos después de haber sido puesto en libertad provisional bajo una fianza de 250.000 dólares, mientras esperaba a ser juzgado junto a su hermano por el robo de 1,7 millones de dólares a través de dos estafas financieras.
En diciembre de 2006 fue detenido cuando trataba de entrar en el Reino Unido y devuelto a Estados Unidos en febrero de 2008, tras tramitarse el correspondiente proceso de extradición. En el correccional de "las tumbas", según ha publicado The New York Post, "dos veces a la semana se descargaba un vehículo todoterreno lleno de comida para los presos judíos, incluidas sodas, salmón, pollo asado, carne asada, puré de patatas, verduras y dulces". "Los reclusos judíos pueden cocinar y servir los alimentos y se les permite sentarse a la mesa y comer. Luego otros reclusos, normalmente negros o hispanos, van y limpian el lugar".
(de ABC)
Esta semana The New York Post indicó que el preso Tuvia Stern, encarcelado por robar 1,7 millones de dólares y bien conectado políticamente, organizó el pasado diciembre en el gimnasio del Centro de Detención de Manhattan, la celebración del "bar mitzvah" de su hijo, una costumbre judía por la que los padres festejan la madurez de sus hijos adolescentes.
Para ello, y de acuerdo con la tradición judía, ofreció una recepción con comida "kosher" (que cumple los preceptos de esa religión) durante seis horas y contrató los servicios de un grupo de música, así como de Yaakov Shwekey, un conocido cantante ortodoxo. Al parecer, dos responsables del Departamento Correccional de la ciudad y los vigilantes de la prisión estaban al corriente de la celebración. Los cerca de 60 invitados pudieron entrar con sus teléfonos móviles al recinto, conocido como "las tumbas", y la comida se sirvió en platos de vajilla y con cubiertos de metal, lo que supone en todos los casos una violación de las normas que rigen en el centro.
Según The New York Post, durante unas horas "la prisión fue como un club privado para un grupo de presos judíos ortodoxos, cuyo rabino en la capilla de la cárcel, políticamente bien conectado, les tiene acostumbrados a festines con carne asada, salmón y pollo con todos los adornos incluidos". Stern, de 47 años, huyó a Brasil con su esposa y sus cinco hijos después de haber sido puesto en libertad provisional bajo una fianza de 250.000 dólares, mientras esperaba a ser juzgado junto a su hermano por el robo de 1,7 millones de dólares a través de dos estafas financieras.
En diciembre de 2006 fue detenido cuando trataba de entrar en el Reino Unido y devuelto a Estados Unidos en febrero de 2008, tras tramitarse el correspondiente proceso de extradición. En el correccional de "las tumbas", según ha publicado The New York Post, "dos veces a la semana se descargaba un vehículo todoterreno lleno de comida para los presos judíos, incluidas sodas, salmón, pollo asado, carne asada, puré de patatas, verduras y dulces". "Los reclusos judíos pueden cocinar y servir los alimentos y se les permite sentarse a la mesa y comer. Luego otros reclusos, normalmente negros o hispanos, van y limpian el lugar".
El amigo Tuvia tiene que estar muy bien relacionado políticamente y estoy seguro de que esas amistades tienen algo que ver con sus estafas financieras. El gachó vive como un pachá en la prisión y se permite traer nada menos que a Yaakov Shwekey, que es como el Julio Iglesias de los judíos. Luego van los negros e hispanos a liquidar las sobras.
Las autoridades no se preocupan por la posible fuga de este elemento, ya que vive como quiere en la cárcel. Del dinero que afanó nunca más se supo, lo que me recuerda algunos casos conocidos en los que jamás aparece el dinero. Por cierto, acaban de condenar al Madoff a sopotocientos años de prisión pero, ¿aparecieron los 15.000 millones?
¡Ay estos delincuentes americanos! tienen tanto que aprender, aquí no necesitan saltarse los controles para celebrar fiestas en la cárcel, aquí no entran, y si te descuidas te hacen Honoris Causa por alguna universidad (uy, esto ya lo han hecho) o te van a despedir a la puerta de la cárcel la plana mayor de un partido político (uy, si esto ya lo han hecho)...
ResponderEliminarlo dicho, los presos yanquis, unos pringaos
Hombre, estarían enterados muchos más mendas de los que dicen. Ay, a mí me molaría ser una mafiosa, qué quiere que le diga.
ResponderEliminarPuestos a robar, muchísimo mejor a lo bestia, dónde va a parar.
ResponderEliminarRoldán no ha devuelto los 1500 millones, por ejemplo. Y organizará las fiestas fuera, porque entra y sale de la cárcel como Pedro por su casa.
D. isra:
ResponderEliminarLos delincuentes pata negra viven bien en cualquier sitio; en la cárcel los pringaos, y fuera, los que tienen "palanca". Eso sí, devolver la pasta, ninguno.
Dª Ginebra:
ResponderEliminarOiga, creo que el Madoff está busscando alguien de confianza que le administre las cuentas, mientras disfruta de un merecido descanso en chirona.
Dª Maharaní:
ResponderEliminarLleva Vd. razón; como le digo a don Isra, los ladrones "pata negra"
viven bien en cualquier parte.
Una de prisiones con Karl Malden:
ResponderEliminarBirdman Of Alcatraz
(en esta peli Malden se llamaba como nuestro presi)
DªOstra:
ResponderEliminar¡Menos mal que en el trailer no sale la Telma Ritter!
(Le tengo más manía que a la Davis)
D. Bwana, muy cachondo el judío pero, comparado con los narcos colombianos que mandaron construir la cárcel a su medida para poder entrar y salir, meter putas, ejércitoa armados y dirigir el trafico de drogas mundial, lo del Bar Mitzvah es una zapatilla rusa (judia).
ResponderEliminarZapatero y Pizarro, zp, totus revolutum
El Sr. Pizarro, con esta calor y con el tremendo déficit que nos asola, anuncia que se larga a su casa, que está hasta los mismísimos de ser ninguneado por un hatajo de pringados que no se atreven ni a despedir al contable. Hace muy bien. SIGUE...
Zapatero y Pizarro, zp, totus revolutum
D. Alfredo:
ResponderEliminarHe oído que un día de éstos, le van a pedir al contable que haga el favor de dimitir. A lo mejor acepta.
Bwana, yo coincido con Dña Ginebra.
ResponderEliminarA mi a veces tambien me molaria ser de una familia de la mafia.
Durante un ratito solo, que luego uno se debe aficionar.
Asustar, a la manera de la cosa nostra, a algun cretino que se lo merezca, debe ser todo un placer.
Dª Laati:
ResponderEliminarPues a mi me gustaría tener un tanque para circular por las calles
de Madrid. (Puestos a pedir....)