martes, 1 de abril de 2014

LA GATA Y LA YIHAD

El amigo Heriberto Chércoles, antiguo compañero de aventuras africanas e inventor de la máquina de borrar eléctrica,  acaba de enviarme un correo desde Brunei con detalles sobre su situación actual. Dice que aceptó la oferta de una importante petrolera para dirigir el departamento financiero, oferta que aceptó hace seis meses, trasladándose a ese país con toda la familia, incluyendo la gata Afrodisia. 

Según parece, está muy contento en ese país, disfrutando de una estupenda vivienda suministrada por la empresa, coche de lujo y un sueldo de 6.000 euros al mes. Solo manifiesta cierto disgusto por algunas costumbres islámicas que le cuesta aceptar.

 Su mujer y sus hijas no tienen problema en taparse la cabeza con sendos pañuelos de colores, pero la gata está muy disgustada por el uniforme que obligan a llevar las autoridades, no quiere comer los friskys de cordero y no para de pedir whiskas, imposibles de conseguir por esa zona. Me envía la siguiente foto de Afrodisia:



6 comentarios:

  1. Pobre Afrodisia. Parece la Botella en día de huelgas en Madrid. Que Alá la proteja.
    Por cierto, ese Brunei ¿es el pueblo que está junto a Becerril de la Sierra en la provincia de MadridZ?

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    1. El Brunei de mi amigo está en la isla de Borneo, por los alrededores de Malasia, más o menos por donde tumbaron el famoso avión perdido.

      El Brunei de Madrí no lo conozco, aunque sí he oído hablar de Brunete, que se le parece.

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  2. Lo primero que me sorprende es que se dejase poner eso y lo segundo que quien se lo puso siga con vida (espero que no), a un gato no se le hace eso, no le rindo las ganancias al autor, los gatos ni perdonan ni olvidan, y a lo mejor no es hoy, ni mañana ni en 6 meses, pero tenga por seguro que lo pagará.

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    1. Tiene razón y supongo que hubo que narcotizar a la pobre gata para colocarle ese adefesio. También estoy de acuerdo en la inevitable venganza de Afrodisia; tienen memoria de elefante para esas cosas.

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  3. Señor Bwana, usted o su amigo deberían entender que una gata demasiado descubierta podría despertar pasiones lascivas en el macho del lugar.

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    1. Lo comprendo, pero creo que los gatos no andan con esas majaderías y se guían del olfato para detectar si hay movida.

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