martes, 17 de junio de 2014

EL DESCANSO DEL OSO

Un oso negro salvaje invade la hamaca de un jardín de Florida
Un hombre se encontró esta peculiar estampa al abrir la ventana de su casa
(de lavozdegalicia)


Una terrible pesadilla se ha convertido en realidad para una familia de Florida, en Estados Unidos. Y es que, abrir la ventana de casa y encontrarse un enorme oso negro descansando en una hamaca del jardín, no es plato de buen gusto para nadie.

Vincent James, el damnificado dueño de la casa en la que este tremebundo animal decidió reposar durante un buen rato, relataba a la BBC que el mamífero decidió subirse a la hamaca de su jardín «relajado como si fuera un turista o algo así», una estampa que aún se volvió más estrambótica. «Algo asustó al animal y decidió marcharse, pero media hora más tarde regresó a nuestro jardín y se quedó de nuevo durante un buen rato».

Estoy seguro de que el oso, difícil de ver, pero que está ahí, ha visitado  alguna vez  Venezuela; esa supuesta hamaca es, en realidad, un típico chinchorro venezolano. 

Lo que tiene que hacer el Vincent es recoger el chinchorro cuando no lo use y se evitará esos sustos. Si no lo hace, el día menos pensado se encontrará uno de los clásicos cocodrilos de la zona, bastante menos educados que ese simpático oso. 

12 comentarios:

  1. Hombre, ese animalito es muy simpático por muy grande que sea. Yo lo adoptaba en el caso de Vincent, y me lo llevaba de paseo cuando no quieres que te den el rollo los plomos de conocidos.
    Al fin y al cabo el complutense es tan grande como el oso y nadie se extraña de que vayas en su compañía.

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    1. Yo preferiría, si me lo permite, sacar a pasear al loro, que lo llevo en el hombro y saluda a la gente que no me interesa.

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  2. parece muy cómodo el plantígrado,
    Sólo le falta la corbata, la caipiriña y todos esperaríamos oirle decir ¡¡¡Buuuuubuuuuuu!!!

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    1. La caipiriña es posible que le guste, pero ponerle una corbata me parece muy complicado y no creo que el oso sepa hacerse el nudo.

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  3. En honor al optimismo d cir que mejor en la hamaca del jardín que en la cama con la esposa. De todos modos yo sé lo que es enfrentarse a osos y se pasa muy mal rato. No razonan y son muy brutos, muy animales.

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    1. Efectivamente, el oso ha sido bastante educado al escoger la hamaca en vez del lecho nupcial.
      Nunca me enfrenté a un oso, por lo que me interesaría conocer su experiencia. Por las selvas africanas, que conozco bien, parece que son escasos. Es más corriente encontrarse con leones, que tampoco son muy razonables.

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  4. Prefiero casi encontrarme un oso que una rata o una cuca.

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  5. El tal Vincent es un ordinario y un descortés, lo mínimo que dicta la etiqueta en estos casos es ofrecer algo a tu visita.

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    1. Estoy de acuerdo; ¿qué le costaba haber invitado al animalico a un café con leche y croisants? Se están perdiendo las buenas maneras, Don Isra.

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  6. Viendo al oso del Vicente que hunde el artefacto con el peso, me acordé de lo que dijo un compañero de trabajo, que la hamaca es para descansar, sólo para descansar; es decir, no vale para... eso.

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    1. Pues en los chinchorros venezolanos se han perpetrado numerosos acontecimientos de diversa índole, como el que Vd. tan sutilmente sugiere. Claro está, se trata de gente experta en el uso de esos artilugios, algo complicado para el resto de los mortales.

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