jueves, 19 de mayo de 2016

EL ROBOT PERSONALIZADO



Una profesora robot da clase durante meses y ningún alumno se da cuenta
(de ABC)

Jill Watson, programa de inteligencia artificial, estuvo tutorizando las clases de varios estudiantes y respondiendo a sus dudas a través de la Red sin que ningún estudiante se percatase de ello.

Seis meses acudiendo a clase cada día para recibir las clases de Jill Watson. Jill respondía a las preguntas, daba explicaciones, planteaba dudas... Jill era tan buena maestra que hasta un estudiante de la Universidad Tecnológica de Georgia la iba a nominar como mejor profesora de la Universidad.

Pero Jill no era un robot normal. De hecho, los alumnos nunca sospecharon porque sus respuestas eran como las de un ser humana. Incluso contestaba "yep!", una forma de decir sí coloquialmente.

"Parecía una conversación normal con ser humano", asegura Jennifer Gavin, una de las estudiantes del curso.

Otra alumna, Shreyas Vidyarthi, le atribuyó incluso rasgos humanos, describiéndola como una joven amistosa caucásica de unos 20 años de edad.


Hubo alumnos que no vieron ninguno de estos rasgos, pero que creyeron que así debía ser un profesor asistente. "No vi la personalidad en ninguno de sus mensajes", recuerda Willson, otro estudiante. "Pero es lo que se espera de un profesor asistente es que sea serio y sobre todo que te responda".

Los alumnos de esa Universidad necesitan, urgentemente, una revisión oftalmológica de esa deteriorada visual, a no ser que el aspecto del personal educativo deje bastante que desear en esa institución. También pudiera ser un reflejo de la poca atención que los alumnos muestran con el profesorado. 





2 comentarios:

  1. Cargamento extra de gafas para esa Universidad que al parecer no distingue ni entre una cebra y una yegua.
    No lo vamos a ver pero un mal día todo estará a cargo de robots, hasta los Montoritos que nos esquilman.

    Ya empiezo a sospechar, tras leer su entrada, que algunos de los que figuran como mandatarios sean robots colocados ahí y fabricados, como todo, en China. El que más me da mala espina es el Kurkullu, y después el mandamás catalufo.

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    1. Creo que sus sospechas están bien fundadas. Tanto el Kurkullu cono el Puigdemont, tienen pinta de robots fabricados en China y programados por el Chiripas griego. El Ximo Puig valenciano también parece del mismo material, aunque programado en Barcelona.

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