(de 20 Minutos)
Un hombre de negocios, al que le asaltó una necesidad imperiosa de entrar en el lavabo del avión cuando volvía a EE UU desde Panamá, afronta un juicio por agresión, acusado de retorcer un brazo a una azafata que no le dejó usar el baño, informan medios estadounidenses.
Joao Correa, un empresario de Concord (Ohio, EE UU), viajaba a bordo de un avión de Delta Air Lines, el 28 de marzo pasado, y 30 minutos después de despegar se dirigió con urgencia al lavabo.
Según el diario Atlanta Journal-Constitution, un carrito de bebidas bloqueaba el acceso al baño por lo que el empresario pidió a una azafata permiso para utilizar el servicio de primera clase, pero el acceso le fue negado.
En una entrevista telefónica con el diario, Correa afirmó que "no tenía otra opción", pero que la azafata estiró el brazo en el pasillo para bloquearle el acceso a primera clase.
Según la azafata, le pidió "amablemente" que volviera a su sitio y le puso "suavemente" la mano sobre el hombro, pero el empresario respondió agarrando el brazo de la azafata y retorciéndolo. El acusado dice que solo lo cogió para no perder el equilibrio.
El hombre, de 43 años, fue detenido cuando el avión aterrizó en Atlanta acusado de agresión. Pasó dos noches en prisión, antes de volver a su casa pendiente de que las autoridades fijaran la fecha de la audiencia.
Joao Correa, un empresario de Concord (Ohio, EE UU), viajaba a bordo de un avión de Delta Air Lines, el 28 de marzo pasado, y 30 minutos después de despegar se dirigió con urgencia al lavabo.
Según el diario Atlanta Journal-Constitution, un carrito de bebidas bloqueaba el acceso al baño por lo que el empresario pidió a una azafata permiso para utilizar el servicio de primera clase, pero el acceso le fue negado.
En una entrevista telefónica con el diario, Correa afirmó que "no tenía otra opción", pero que la azafata estiró el brazo en el pasillo para bloquearle el acceso a primera clase.
Según la azafata, le pidió "amablemente" que volviera a su sitio y le puso "suavemente" la mano sobre el hombro, pero el empresario respondió agarrando el brazo de la azafata y retorciéndolo. El acusado dice que solo lo cogió para no perder el equilibrio.
El hombre, de 43 años, fue detenido cuando el avión aterrizó en Atlanta acusado de agresión. Pasó dos noches en prisión, antes de volver a su casa pendiente de que las autoridades fijaran la fecha de la audiencia.
Lo que no dice esta escalofriante noticia es si Correa logró aliviarse antes del aterrizaje en Atlanta o si lo consiguió en el Aeropuerto. No parece que lo hiciera dentro del avión, pues se habría producido una sublevación masiva de los pasajeros, de la que no hay constancia en el reportaje.
Si es cierto que la azafata le recomendó usar una de las bolsas para el mareo, me parece una irresponsabilidad imperdonable.
La cola para el control de pasaportes debió ser una tortura para Correa, que debía tener la cara de color morado, por el esfuerzo de contención. Se merece la enhorabuena por el buen estado de sus esfínteres.
Este caso confirma mis recomendaciones en cuanto a procurarse un buen estreñimiento cuando haya que volar (recordar los problemas en la Estación Espacial).
Pobre hombre, qué situación tan desagradable. La azafata una hijadeputa. Y los demás pasajeros unos inconscientes, hombre, por no tomar partido por el pobre señor ése. Aquí no habría pasado. La semana pasada, por ejemplo, una señora dijo que si podría parar el autobús un momentito para bajarse porque se encontraba mal y el chófer dijo que de ninguna manera, que hasta la parada nada de nada. Total, la mujer vomitó en el pasillo del autobús y los demás pasajeros estuvimos a punto a punto de restregarle el vómito por la cara al conductor, quien por supuesto paró el autobús y tuvo que limpiar aquello. Ea.
ResponderEliminarDª Ginebra:
ResponderEliminarAquí tendremos muchos defectos, pero somos más humanitarios.
Si el incidente se llega a producir en un avión español, estoy seguro de que el piloto hubiera hecho un aterrizaje de emergencia.
Tendría que haberse plantado delante de la azafata, bajarse los pantalones, soltar la carga, coger una cucharilla del carrito, ofrecérsela amablemente a la "cachoperra" y... hasta que no se lo termine todo la azafata no se va de allí (y masticar 20 veces antes de tragar).
ResponderEliminarsaludos cordiales
D. Isra:
ResponderEliminarLo que Vd. sugiere me parece muy bien. Ojalá el Sr. Correa sea más expeditivo la próxima vez.
Aunque yo le recomendaría que se coma un coco con membrillo antes de emprender el viaje.
Pobre hombre...
ResponderEliminarMira, me dan ganas de ir al baño ahora mismo...
D. Alfredo:
ResponderEliminarDebo estar volviendo a la infancia, cuando lo de "caca, culo y pupú" me hacía mearme de risa.
Trataré de buscar otros temas.
D. Mike:
ResponderEliminarPor mi no se prive Vd.
Creo que junto con todas las gaitas que nos obligan a hacer antes de coger un avión, deberían someter a los pasajeros a un escaner intestinal para ver si están en perfecto estado de revista.
ResponderEliminarDª Maharani:
ResponderEliminar¡Qué buena idea! Al mismo tiempo comprueban que no llevan algún alijo de droga.