miércoles, 6 de mayo de 2009

Accidente oftalmológico

Una mujer se cierra un ojo durante ocho horas con pegamento al confundirlo con un colirio
Del Daily Mail Reporter

Mientras andaba a tientas en el estante del cuarto de baño, medio dormida, Paula Griffin agarró lo que pensaba era la botellita de gotas para los ojos. Pero, en su lugar, cogió una casi idéntica, que contenia un poderoso pegamento para uñas y se echó un buen chorro en el ojo derecho.

Este atolondramiento la dejó con los párpados totalmente sellados durante ocho horas, hasta que los médicos le cortaron las pestañas y consiguieron abrirle el ojo.

El pegamento pudo haber causado una lesión permanente al ojo de la Sta. Griffin. Se utiliza para adherir uñas artificiales y lleva la advertencia de que pega la piel en segundos.

"Estaba muy fatigada y no me fijaba bien en lo que hacía. Tan pronto me eché lo que pensaba era el colirio, me di cuenta de que algo andaba mal. Era espeso y pegajoso, nada parecido a mis gotas oculares. Me ardía tanto el ojo que instintivamente lo cerré. Inmediatamente me percaté de que no podía abrirlo. Fue terrible pensar que me había cerrado el ojo para siempre", explicó la Griffin al periodista.


Estas distracciones matutinas pueden resultar muy peligrosas. Se suelen producir por insomnio o por haber disfrutado de una pachanga muy activa; es lo que llaman los americanos "the day after".


Me temo que esta señorita tenga que recortarse también las pestañas del ojo sano, para evitar que le quede la cara descuadrada. Menos mal que tiene pestañas postizas en el mercado.


En medio de todo ha tenido suerte porque si llega a confundir el pegamento con la pasta de dientes, hubiera estado callada una temporada. Aquí no habría sido tan simple el arreglo (cortarle las pestañas); la lengua pegada entre los labios (con perdón) hubiera requerido una operación de alta cirugía.


Ya me lo advertía mi madre:"deja cada cosa en su sitio, que detrás del desórden está el diablo".


Por no seguir tan sabios consejos, más de una vez me he cepillado los dientes con la crema de afeitar, cosa bastante poco agradable, lo aseguro. No digamos lo difícil que resulta afeitarse con la crema dental; no saca espuma ni ablanda la barba.


Recomiendo dormir las 8 horas que prescribe el reglamento y con las gafas puestas, ya que contribuye a levantarse con mejor visibilidad y se evitan las confusiones y las pesadillas en las que uno ve las cosas muy borrosas. No hay peor asunto que tener un sueño en el que confundes a la Leire con Scarlett Johanson, y todo por irse a la cama sin gafas.


El gran Cela echaba la siesta con pijama y orinal, aunque olvidaba las gafas, lo cual, posiblemente, le causara su típica mala leche. Vaya a saber qué pesadillas sufría nuestro genial premio Nobel.

12 comentarios:

  1. No es ninguna tontería. A mi suegra le pasó lo mismo, que se echó superglú en vez de colirio, y aquello fue un circo espeluznante.

    ResponderEliminar
  2. Que peligro tiene el uso del baño recién levantado y los ojos sin abrir.

    Tras la visita al excusado y su posterior y recomendable limpieza... un grito en la oscuridad, y el gato con una sospechosa mancha en el lomo

    ResponderEliminar
  3. Dª Ginebra:
    Me lo imagino, tiene que ser una experiencia terrible.

    ResponderEliminar
  4. D. Isra:
    Ese gato es muy probable que no vuelva a dormir en el WC.

    ResponderEliminar
  5. El superglú lo carga el diablo. Mucho me temo que dentro de poco legislen su uso, prohiban su venta sin receta médica y exijan carnet de manipulador supergluísta, que son cosas que le encantan a cualquier político de pro.


    (Algo que no tiene nada que ver pero creo que le va a gustar:
    Para que nos enteremos de la visita de los del COI, en los paneles de información del tráfico de la "calle 30" han puesto las siguientes horteradas:
    "Tengo una corazonada"
    "Hola everyone"
    "I feel it in my bones")

    ResponderEliminar
  6. Dª Maharani:
    Lo de "I feel it in my bones" me ha dejado traspuesto.
    Al de los cartelitos en la "Calle 30" lo fusilaba con mierda de cerdo.

    ResponderEliminar
  7. ¡Horror..!!!!!!!!!

    D. Bwana, ¡qué cosas nos cuenta usted! Es pero que la historia de Brye Echenique y su operación de hemorroirdes. Si lo desea se lo cuento algún día. Abrazos, amigo mío.

    Gumersindo, Prisa y Cebrián

    Gumersindo Lafuente, es un antiguo compañero de El País, un tipo muy profesional y D. Gumersindo Lafuente, es un antiguo compañero de El País, un tipo muy profesional y algo travieso, con esa punta de humor negro del que lo ha visto todo en prensa escrita. Primero en El País y luego en El Mundo. Ahora, como director del digital Soitu.es, ve los toros de papel desde la barrera y destila ironía.

    En unas jornadas sobre el futuro del periodismo D. Juan Luis Cebrián, según Periodista Digital, dijo: "se ha acabado el modelo de configuración de los medios que ha perdurado dos siglos". Pronóstico letal.

    D. Gumersindo Lafuente, SINDO, para los amigos, añadió la nota de humor de la jornada. El director de Soitu.es recordó que si el margen de beneficios de Prisa es insignificante es porque Cebrián, acompañado de otros prebostes, "juega demasiado al golf".

    En la sala se levantó un murmullo expectante y, alguien susurró: “Muy mal, por cierto”. “Juegan al golf mientras su industria y su modelo de negocio cambia las reglas al borde de un precipicio del que no sabemos cómo vamos a caer”, añadió D. Gumersindo.

    Y es que el golf es un deporte muy entretenido pero que exige gran concentración y una enorme dedicación.

    Mientras, en Prisa centellean las navajas, Santillana tirita, los periodistas se estremecen y D. Javier Díez Polanco abandona el Grupo.

    Gumersindo, Prisa y Cebrián

    ResponderEliminar
  8. D. Alfredo:
    La operación de Echenique no me interesa en estos momentos. Muchas gracias

    ResponderEliminar
  9. Jajaja, me puedo reír porque no ha habido consecuencias desastrosas, pero ya le vale a la señora Paula. Pero qué pesadilla, no? Y lo de la señora suegra de Dª Ginebra... uuhhh...

    ResponderEliminar
  10. Dª Freak:
    Hay que vigilar lo que se guarda en el WC, si no, pasan estas cosas.

    ResponderEliminar
  11. Yo sé de otra a la que le paso lo mismo: una profesora que tuve de pequeña. Se quedó sin pestañas, pero su accidente no nos quitó la manía de pegarnos las yemas de los dedos con Loctite. Cuando se endurecía lo arrancábamos con restos de huellas dactilares.

    ResponderEliminar
  12. Dª FdeA:
    ¡Qué manía más extraña lo del Loctite!
    (como no fuera para depilarse)

    ResponderEliminar