Tanta decoración a la hora de comer me fastidia y, si encima, me ponen raciones de dieta en platos enormes, es que termino cabreado. Lo que sí son de artista son los precios abusivos que cobran por la chorrada.
Ante la gravedad de la situación en España, y sospechando que no podré usar la visa mucho tiempo más, decido dar una vuelta por San Sebastián, donde recuerdo haber comido de ensueño, hace algunos años. Por lo menos que la debacle me pille bien rellenito.
Ante la gravedad de la situación en España, y sospechando que no podré usar la visa mucho tiempo más, decido dar una vuelta por San Sebastián, donde recuerdo haber comido de ensueño, hace algunos años. Por lo menos que la debacle me pille bien rellenito.
Para ir saboreando, me procuro un libro de Gourmets para escoger el lugar adecuado.
El primer restaurant de la lista ofrece un "lenguado en pieles grises y blancas", "cordero con café cortado " y "tortilla fea de chocolate con lechuga"
Espantado, acudo al segundo:
Lo que leo es terrorífico, "bocadillo de vieira y hierbas de infusión de centollo con ensalada cruda de apio, nabo y alcachofas", "lenguado asado con aceite de almejas, cítricos, menta negra espolvoreada de nueces y mandarinas secas".
Con el miedo en el cuerpo, paso al tercer restaurante:
Me encuentro con unos "lomos de lubina asados con tirabeques en salazón de anchoa y hoja de acedera silvestre".
Algo asqueado, investigo el cuarto:
Aquí ofrecen, entre otras virguerías, "sardinas confitadas a baja temperatura, con crema ligera de cebolleta y parmesano".
Tampoco picaré en ése, así que paso al quinto:
Veo un plato por sólo 22 euros de nada al que denominan "ventresca de atún marinado y templado, virutas de patatas y hierbas, consomé de cigalas y tomillo limonero".
Desesperado, voy a enterarme qué ofrece el sexto:
Más virguerías "raviolis de cigalas y lasaña de vieras con toque de Somontano y ortigas", o "chipirón begiaundi a la parrilla sobre salsa de su propia tinta y sus zarpas al ajillo".
Todavía confiando en la categoría de esos lugares, investigo cómo van los postres:
Lo que leo es impactante:
"souffle frío de frutos secos, arenas de polipodio y trazo de regalíz"
"sorbete de pepino con yogur y aceite de cacao"
"minestrone de frutos amarillos y té con su propio néctar y helado de yogur de melocotón"
"bizcocho helado de manzana Errezila asada con queso de Roncal y salsa de sidra"
"leche frita al coulis de frutas de la pasión"
"torrija empapada en nata y yemas de huevo, tostada y caramelizada en la sartén y servida con una crema casera de vainilla"
Definitivamente buscaré algún restaurant honrado por el puerto o en alguno de los caseríos cercanos, donde estoy seguro de que todavía podre saborear unas buenas pochas o un exquisito bacalao al pil-pil. Tengo un recurso en la manga, que es acercarme a Orio y disfrutar de una buena rodaja de atún a la plancha o un buen besugo a la espalda.
Espero que en estos sitios no se hayan contagiado de la manía decorativa y que no lo llamen "Rodaja de besugo de anzuelo, dorado en carbón de pino del Canadá y rociado con astillas de ajo confitado". Agur.
Espero que en estos sitios no se hayan contagiado de la manía decorativa y que no lo llamen "Rodaja de besugo de anzuelo, dorado en carbón de pino del Canadá y rociado con astillas de ajo confitado". Agur.
Las alubias de Tolosa van directamente a la lorza, que lo sepa. Y luego hay que hacerse implantes de esos.
ResponderEliminarHace años que no voy a la que me parecía la ciudad más bonita de España. Páselo bien.
Pero... pero... los pellejos esos que envuelven el lenguado... ¿de qué son??? ¿Y qué es el polipodio ése?
ResponderEliminarEstuve allí hace año y medio y me puse como el kiko a base de pinchos (era la primera vez que iba y es lo que toca).
ResponderEliminarAhora, tenga cuidado con la comida tradicional y/o casera, un conocido pidió huevos estrellados y si no es por el airbag no lo cuenta.
Avisado queda.
D. Bwana, que lo disfrute. Ya me dirá que le ha parecido el listado de sugerencias, propuestas por mi amigo Luisito de Icasteguieta, que le he enviado.
ResponderEliminar¡Azúcar!, como decía Celia Cruz...
Da gusto comer calidad. En cuanto a las lorzas, lo mejor es no darles oportunidades. Mucho ejercicio. Caminar, bicicleta... y ahorrar un poquito para volver a comer así de bien.
ResponderEliminarEn Santander, en el puerto de pescadores, no se come nada mal tampoco.
¡Santo Dios! Salmones, la del método...
ResponderEliminarDurante su intervención ayer en el Congreso la diputada Rodríguez-Salmones pareció una mala seguidora del sistema Stanislavski, el método de las acciones físicas. Impostada en extremo, rígida y exagerando la gestualidad, un horror de emociones mal interpretadas que restaron eficacia al mensaje. SIGUE...
¡Santo Dios! Salmones, la del método...
Espero que la que le han organizado hoy a Pachi no afecte a los restaurantes.
ResponderEliminarQué gracioso... sí, al verdad es que a veces se pasan... ha peusto usted algunos que...
ResponderEliminarTortilla fea de chocolate con lechuga: feo sí qeu suena..
Antes me gustaba mucho ir a comer fuera, ahora también, la verdad, pero como hecho por uno mismo, nada.
Un abrazo y a seguir tan ¡divertido! y usted tiene que decir su nombre: sí, bwana.
(Perdón por el chiste fácil)
Un saludo a todos.
Dª Maharaní:
ResponderEliminarSan Sebastián sigue estando igual.
Limpia y resplandeciente.
Acabo de llegar, a pesar de Iberia.
Dª Ginebra:
ResponderEliminarIgnoro lo de los pellejos y tampoco conozco los polipodios. Es más, no tengo intenciones de averiguarlo.
D. isra:
ResponderEliminarNo he probado ni un pincho; la escultura de ha apoderado de éllos, en cambio, he tenido mejor suerte con cosas más sencillas. No pedí huevos estrellados, pero el avión de vuelta a Madrid llevaba claras intenciones de hacerlo.
D. Alfredo:
ResponderEliminarHe disfrutado de un honrado besugo a la espalda, unas cocochas al pilpil y unas sardinas a la brasa.
Como verá, todo muy sencillo. San Sebas tan precioso como siempre, pero Iberia, como de costumbre. No pienso volver hasta que no tengan el AVE.
D. Mike:
ResponderEliminarEfectivamente, en Santander también se come de primera. Me daré una vuelta por allí, espero que los cortados no se hayan puesto a €3,60 como en San Sebastián.
Dª Ostra:
ResponderEliminarLo de la huelga fue una mamarrachada.
Cuatro pendejos haciendo ruido.
Ni notar.
Dª Freak:
ResponderEliminarTiene mucha razón, como lo de casa no hay nada. Tampoco se viaja mal por el canal de VIAJAR, cómodamente estirado en una butaca y sin pasar por Iberia.
Querido Bwana:
ResponderEliminarCautivo y desarmado el sentido común, ha alcanzado el estupendismo sus últimos objetivos militares. La buena mesa se ha acabado.
Fíjese sin más lo que tienen para el Domingo en el restaurante familiar de la tribu de los Ñampa-Zampa, a quienes bien conoce de sus tiempos viajeros:
"Entrecôte de Missionaire en sotana de chipirón con brocheta corruscante de Libro Santo".
Cómo está el mundo...
Monsieur:
ResponderEliminarMe da escalofríos el recuerdo de los Ñampa-Zampa; estuve a punto de acabar mis aventuras como parte de su típico cocido de los domingos. A la intervención del Padre Andrés, que estaba allí de misionero, debo mi salvación in-extremis.
Por cierto, espero que no hayan obtenido ese entrecot de mi salvador.