jueves, 25 de junio de 2009

Saurios melómanos


Los cocodrilos que escuchan canciones de amor

Consiguen una carne mucho mejor: el animal crece más rápido y está más relajado.
(de La Voz de Galicia)

Detrás de su aspecto feroz, mirada amenazante y mandíbulas devastadoras, los cocodrilos esconden una sensibilidad insospechada: les gustan las canciones de amor.
Estos saurios, que llevan 200 millones de años en la Tierra y han sobrevivido a extinciones masivas como la de los dinosaurios, se derriten en cuanto perciben las primeras notas de una balada romántica.
Así lo demuestran los 2.000 ejemplares criados en la granja de Hoaca, en Ho Chi Minh, que se quedan subyugados al escuchar las almibaradas canciones con las que los responsables de la explotación logran amansarlos para evitar que se enzarcen en peleas y dañen su preciada piel, con la que luego se fabricarán bolsos, zapatos y cinturones.
«En cuanto ponemos la música, vuelven la cabeza hacia el altavoz. Después, se les ve más tranquilos. Pensamos que la ausencia de estrés mejora la calidad de su carne y de su piel», explica a Efe Ton That Hung, dueño del criadero y precursor de la idea.
En la granja también se aprovechan los huesos de cocodrilo, muy apreciados por la medicina tradicional vietnamita para producir remedios contra la osteoporosis.
«Según la medicina tradicional vietnamita, si tomas un producto hecho a partir del esqueleto del animal, mejoran tus huesos. Por eso nos comemos hasta los ojos. Hay quien cree que pueden ayudar a mejorar la vista y a ver debajo del agua», apunta Hung.
«Cuando traemos cocodrilos desde otros criaderos suelen comportarse de manera agresiva las dos primeras semanas y se pelean los unos con los otros. Pero desde que les ponemos la música están mucho más tranquilos y se les ve más cómodos».
Los altavoces repartidos por todo el recinto emiten las baladas románticas de un conocido compositor vietnamita todos los días de 8 a 12 de la mañana, antes de que los cuidadores les den su principal ración diaria de pescado y carne crudos.
Hung, que se inició en el negocio de la cría con dos cocodrilos en 1987 y hoy cuenta con más de 20.000 animales repartidos en varias granjas en el sur de Vietnam, asegura que ha ido ampliando el repertorio y que los reptiles escuchan de buen grado música relajante.
Aunque nunca les ha visto soltar alguna de las famosas lágrimas de cocodrilo con las melodías, este vietnamita está convencido de que así logra hacerles olvidar los sinsabores de la vida en cautividad.


Supongo que la carne de estos animales les servirá para hacer la famosa paella de cocodrilo inventada por los estudiantes españoles en Cuba.


También habrá que advertir al Sr. Ton That que se ande con cuidado con las melodías que les coloca a sus cocodrilos; si se le ocurre poner una de Bisbal podría causar la muerte de los oyentes (saurios incluídos). Yo le recomiendo que, si quiere que vayan a dormir, puede calarles una de Perales y el efecto será inmediato.


Por otra parte, yo preferiría utilizar unas clásicas gafas de bucear que comer ojos de cocodrilo, ¡vaya asquerosidad!

10 comentarios:

  1. No, si los cocodrilos no estarán estresados, pero los que trabajan en la granja ésa menuda cruz tienen, entre esquivar mordiscos y aguantar la música ambiental.

    (los de la foto parece que están haciendo los coros de una de Alex Ubago)

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  2. Mientras no les pongan la peli de Bambi y se vuelvan gilipollas...

    Para mí que el lobby gay trata de infiltrarse en todas partes, tanta música, tanta mansedumbre, ¿quieren volverlos maricones? ¿quienes serán los próximos? ¿el fiero león? ¿el toro de lidia? ¿el españolito de a pie?

    No sé pero ando mosqui, últimamente me encanta como huelen las nubes

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  3. Dª Maharaní:
    Es verdad, el peligro tiene que ser terrible. Si les ponen una de rap, por equivocación, pueden tener un ataque fulminante.

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  4. D. isra:
    Los elefantes y los pingüinos ya han caído. Españolitos hay la tira.
    Vd. tranquilo con el aroma de la nubes, no pasa nada.

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  5. ¿La música de ascensor ayuda a crecer sin estrés?

    Ah, por eso la han instalado en el Eliseo...

    Un abrazo, D. Bwana

    Cáritas, PRISA y los traductores de Chaves

    En el año 2008 la crisis ha empujado hacia los comedores de Cáritas un 50% más personas necesitadas de ayuda para subsistir. El perfil ya no es del marginado social, hay autónomos sin trabajo, familias con las hipotecas disparadas, separados con cargas, inmigrantes sin subsidio y parados de larga duración. SIGUE...

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  6. Bueno, ya eso lo hacia yo con una granja de conejos en el Valle de Aran, una época que me dio por filosofar en medio del campo y la verdad es que criaban mejor, engordaban a gusto y tenia menos bajas.

    En el tema de los cocodrilos, ya es un bicho mas grande, y con ellos no me meto ni en un ascensor.

    Por estas islas, en el mar hay de todo, estos días han aparecido manadas de orcas, que no es normal por aquí y la gente se cree que son como la de Buscar a Willy y tienen una mala leche, que espanta.

    He estado estado hoy bañándome entre ballenas grises y grabando unos vídeos, la verdad que estas silban y es agradable escuchar esos sonidos bajo el mar, por lo menos son tranquilitas.

    Bueno, al final esos chinos, enlatan la carne y la tenemos como chop swuey, en los restaurantes.

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  7. Pues sí, yo también he pensado que en realidad no es que les gusten sino que les atontan. Y también me daría mucho asco eso de los ojos de cocodrilo, con lo bien que me van las gafitas del decathlon.

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  8. D. Alfredo:
    Lo siento, no puedo contestarle lo de la música de ascensor; estaré atento.

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  9. D. Doramas:
    También estuve yo por el Valle de Arán, pero hace muchos, muchos años.
    Efectivamente, las orcas son peligrosas, pero tampoco se fíe de los delfines, que son muy simpáticos hasta que te pegan un mordisco.
    A ver si esas ballenas silbadoras estaban tratando de comunicarse con los gomeros.

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  10. Dª Ginebra:
    ¡Qué coincidencia! Yo también tengo gafas de decathlon. Los algodones para los oídos (sin los cuales no puedo nadar), los compro en los chinos.

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