martes, 1 de septiembre de 2009

Pillando hipopótamos en Colombia


Invitado por el amigo Peter Morkel acudí el pasado 19 a Colombia con mucho entusiasmo, aunque con gran extrañeza (¿Hipopótamos en Colombia?). Peter había sido invitado por la Fundación Vida Silvestre, junto a Michel Knight, para solucionar el problema de los hipopótamos en Colombia. Ambos sudafricanos son expertos en el manejo de la fauna salvaje.


Los paquidermos son fruto de una pareja que trajo a Colombia desde África uno de los jerifaltes de la droga y que se han reproducido, hasta llegar a la veintena, y campan a sus anchas por el río Magdalena y por varias haciendas de Antioquia. Estos animales son un riesgo debido al daño que ocasionan a la fauna nativa del río y a las agresiones a los seres humanos. Lo que se pretende es definir cuál será el mejor lugar para albergarlos definitivamente y evitar su dispersión.


Agradecí mucho la invitación de Peter, con quien había establecido una buena amistad cazando jirafas en Angola hace un par de años, y me reuní con ambos sudafricanos al día siguiente de mi llegada a Bogotá. Después de los saludos, Peter me dijo:


"Nos enfrentamos a una tarea muy complicada y por ese motivo te invitamos a que nos ayudaras, conociendo tu experiencia en la caza y captura de animales africanos. Nos alegramos mucho de tu presencia"


"Para mí es un honor acompañar a dos personas tan expertas y conocidas. Lo que me ha parecido extraordinario es que existan hipopótamos en Colombia, ¡pensé que era una broma cuando recibí tu invitación! Supongo que sabéis que la captura de uno de estos gigantes puede tomarnos varios meses, contando que no vamos a recibir ninguna "invitación" de las FARC", contesté.


"Estamos al tanto y esperamos que el helicóptero que nos han prestado nos ayude en la búsqueda y le pondremos un poster del Ché, por si las moscas", apuntó Michel.


Después salimos a dar una vuelta por la llamada "Zona Rosa", en la que se encontraba el hotel y nos deleitamos con la visión de las bellezas colombianas, dignas de su merecida fama. Almorzamos en un restaurante atendido por una colección de macizas ligeritas de ropa, donde no sé qué comimos.

También nos llamó la atención la ausencia de relojes y el peligro de circular por las calles, donde no hay pasos de peatones. No digamos los escalones y subeybajas de las aceras que resultan dificilísimas de transitar. Menos mal que la amabilidad y educación de las gentes compensa estos inconvenientes.


A la mañana siguiente, salimos en el helicóptero en dirección a la Hacienda Nápoles, donde dicen que se encuentra la mayoría de los hipopótamos. Después de intensa búsqueda, no vimos ni señales de los animales, por lo que decidimos, a sugerencia mía, que sería más efectivo bajar a tierra y seguir las huellas de las enormes deposiciones de esos bichos.


Pero las aventuras terrestres en la localización de hipopótamos, serán objeto de una próxima entrada. Sería demasiado largo para colocarlo todo aquí.

10 comentarios:

  1. Me alegro mucho de ver su persona, Bwana, y que haya vuelto sano y salvo después de esas vacaciones de alto riesgo.

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  2. Espero impaciente el desenlace de la historia, de todos modos de haberlo sabido antes les habría advertido, la foto del che en el "aligotero" para evitar a las farc va bien pero los hipopótamos son muy leídos y tienen a Hayek y su "Camino de servidumbre" como libro de cabecera, y si se mosquean con la fotito no le digo lo que suelen hacerle en el "chiquito" a los vacacionistas.

    Echaba yo en falta este blog...

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  3. Dª Maharaní:
    Yo también me alegro de su persona. La próxima invitación que tengo es para cazar elefantes en Bolivia; no sé si voy a ir.

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  4. D. isra:
    Gracias por sus siempre agradables comentarios. Estoy ordenando mis notas para continuar con el relato, pero no espere demasiado de él; el asunto resultó bastante chungo y no por culpa de los nobles paquidermos.

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  5. Qué grandes vacaciones! O al menos muy interesantes, hipopótamos en Sudamérica y yo que a todos los zoos que ido el jodío bicho siempre estaba debajo del agua jaja

    ¿Y con qué calibre se abate a semejante bicho? ¿Y con qué clase de silenciador se evita que la basura terrorista les encuentre?

    Estoy tan impaciente como Isra de ver la continuación (teniéndo encuenta la filosofía anarcocapitalista de los hipos).

    Un saludo.

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  6. Ay, yo siempre he querido tener un hipopótamo en casa.
    Qué bueno que haya vuelto.

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  7. Réquiem por PEPE, recientemente abatido, el hipopótamo macho alfa del grupo colombiano. Un saludo, amigo.



    Huho Chávez, qué jodedera con el mancito

    Maritza Castrillón, buena amiga y líder de UN MILLÓN DE VOCES CONTRA LAS FARC, me envía el comunicado de apoyo a la marcha internacional del día 4 de Septiembre contra Chávez. También soy colombiano, me uno sin dudarlo. SIGUE...

    Hugo Chávez, qué jodedera con el mancito

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  8. D. Pon!:
    Seguro que, aunque estuvieran en el agua, les habrá visto los ojazos.
    El procedimiento para capturar estos bichos consiste en dispararles con un rifle Browning de última generación y repetición, utilizando balas de un producto tranquilizante que se procura clavárselo en el sobaco.
    A veces es preciso apuntar al ano del animal, si se puede aprovechar el movimiento del rabo.
    Le aseguro que no es cosa sencilla, sobre todo se hay que mover al animal.

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  9. Dª Ginebra:¡Y qué alegría me da tener noticias suyas!
    Lo de tener un hipo en casa, le recomiendo que abandone la idea. No va a poder usar la piscina ni aguantará la peste.

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  10. D. Alfredo:
    Veo que está Vd. al tanto de los sucedidos en el interior de Colombia. Parece que el tal Pepe (el hipopótamo jefe) fue liquidado por haberle destrozado toda la cosecha de caña de azúcar a un agricultor del Magdalena. Según me contaron, hubo que utilizar armamento de gran calibre para abatir al animal.
    Un saludo

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