Curiosos conductores/as

Un conductor choca con un triciclo conducido por una mujer disfrazada de conejo y se da a la fuga

(de Metro co.uk.)

Edward Cespedes-Rodriguez, de 34 años, ha sido acusado de darse a la fuga después de haber chocado con un triciclo, en Portland, Oregon (USA).

El acusado alegó que “Iba algo distraído hablando por el móvil y no me di cuenta del conejo a pesar de su descomunal tamaño”.
Kate Altermatt, la conductora del triciclo, dijo que su vehículo era totalmente visible y que, además, llevaba luces de situación intermitentes. Encima vestía un traje de conejo de color rosa que podía verse a más de cien metros.
La señora se quejó de no haber recibido la atención de la policía en un primer momento, posiblemente por el vestido que lucía. También informó que el conductor del coche apestaba a ginebra cuando se acercó a reprocharle su acción. Sin embargo, la policía no pudo hacerle la prueba de alcoholemia, por haberse dado a la fuga.
Por su parte Cespedes-Rodriguez alegó que tuvo que salir pitando del lugar del accidente porque temía por su seguridad, al valorar el tamaño del conejo y recibir un puñetazo en la ventanilla por parte de otro conductor de triciclo que pasaba por allí.
El conductor se enfrenta a una posible condena de un año de cárcel.

No me extraña nada que Cespedes-Rodriguez se escapara ante la visión del conejo rosa. Lo que no entiendo es qué hacen tantos triciclos en Portland; creía que era una cosa typical de Bangkok.

Más curiosa aún es la de la cívica conductora que sigue a continuación:

Una conductora norteamericana llama a emergencias para denunciar a un conductor borracho que, casualmente, era ella misma.
Mary Strey, de 49 años, conducía su coche entre Neisville y Granton, en Oregón, después de una tarde-noche de expansión alcohólica por todos los bares de Neisville, cuando decidió llamar al 911. “Alguien está conduciendo por la carretera de Granton, totalmente borracho”, le dijo al funcionario. Después de fijar el sitio preciso donde Mary había visto al borracho, le preguntó:

“¿Va usted conduciendo detrás de él?
“No, yo soy él” contestó educadamente Mary.
“¿Usted es él?, preguntó el funcionario.
La Strey confirmó que sí, que élla era él.
A estas alturas el funcionario pensó que, lo más apropiado, era decirle que se apeara del coche y esperara la llegada de la policía.”Será mejor que pare el coche antes de que sufra un accidente” le dijo.
Cuando llegó la patrulla de la policía se encontró con la Strey en muy malas condiciones, tanto que no fue posible realizarle una alcoholimetría. Cosa que sí hicieron al llegar a la comisaría, donde comprobaron que la señora duplicaba con creces el nivel permitido.

A pesar del extraño acto de civismo demostrado por la tal Mary, tendrá que ir a juicio el 10 de diciembre.

Posiblemente esta señora sea de las/los que se miran al espejo y se sacan la lengua, se hacen la peineta e incluso se dedican los peores insultos. Si la acción se realiza después de una noche de jarana o de una comida copiosa, podría tener una buena excusa. Pero si lo hace después de cada ducha o al afeitarse, sería una buena idea que visitara al psiquiatra.