La cerveza excita el cerebro de los hombres
(de BBC Mundo)
Sólo un pequeño sorbo de cerveza puede excitar al cerebro y aumentar el deseo de beber.
Un estudio realizado por investigadores de Estados Unidos en 49 hombres dio como resultado que el sabor de la cerveza es el detonante para que el cerebro libere la sustancia química de la recompensa, la llamada dopamina.
El estudio consistió en realizar un escáner a los hombres voluntarios mientras que con un atomizador se les rociaba en la boca pequeñas cantidades de distintos tipos de bebidas.
Los investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana compararon los efectos que producía a los participantes cuando se les rociaba en la boca agua o bien bebidas energéticas o su cerveza favorita.
A cada uno se le suministraron 15 mililitros (ml) del fluido en un periodo de 15 minutos. Esto sería como repartir un vaso de cerveza entre 38 personas, por lo que -según los científicos- el alcohol no tendría efectos en el cuerpo.
Los resultados mostraron que el cerebro liberaba más dopamina después de la cerveza y que los hombres eran más propensos a decir que tenían ganas de tomar una bebida alcohólica.
"Creemos que éste es el primer experimento en seres humanos que demuestra que el gusto de una bebida alcohólica, sin su efecto intoxicante, puede estimular la actividad de la dopamina en los centros de recompensa del cerebro", explicó el profesor David Kareken, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana.
Por su parte, el profesor Dai Stephens, de la Universidad de Sussex, en Reino Unido, considera que los hallazgos del estudio, "a pesar de estar muy bien hecho y ser una primera demostración en seres humanos de los efectos del sabor de la cerveza en el cerebro, no son particularmente sorprendentes, pues ya hace tiempo sabemos [a partir de estudios en animales] que los eventos condicionados con el consumo de drogas vienen con un incremento de la dopamina".
No obstante, agregó que "el efecto familiar es sorprendente" y nos plantea preguntas sobre si esto subyace sólo en el alcohol o quizás también en otras drogas.
Por su parte, Peter Anderson, profesor del Uso, Políticas y Práctica de Sustancias de la Universidad de Newcastle, también en Reino Unido, comentó: "Se sabe que todo tipo de elementos desencadenantes, incluyendo el gusto, el olor, las imágenes y los hábitos, aumentan las ganas de beber".
"Este ensayo demuestra que el gusto sólo tiene un impacto en las funciones del cerebro asociadas con el deseo. No es sorprendente que, si el gusto aumenta el deseo, debe tener un impacto en el cerebro".
Me han sorprendido gratamente los resultados de este estudio; creía que esa propensión a "pedir otra" era cosa de las papas fritas, aceitunas, boquerones y demás aditamentos que suelen servir con la caña. Ahora me explico, además, ese deseo irrefrenable de pasar de la cerveza a cosas más estimulantes, como un Larios 66 o un Carlos I.
Todo tiene su explicación en este Valle de Lloros.
Yo no sé si la cerveza libera muchas dopaminas aumentando el deseo de beber estimulantes más fuertes, pero sí sé que a mí se me liberan todas las dopaminas con ver a RITA. Y soy de los que no beben nunca alcohol.
ResponderEliminarEs que Rita no solo libera todas las dopaminas, sino también los malos pensamientos.
ResponderEliminarUna de las veces que liberé mas dopamina, fué en la casa de amigo con quien bebimos una botella de vino Luis Cañas Crianza 2009, y aceitunas arbequinas de Toledo... ;-)
ResponderEliminarNo me extraña nada; ante un caldo tan elegante y en buena compañia, la dopamina se sube por las paredes.
EliminarPues que quiere señor Bwana, una parida más.
ResponderEliminarMe pregunto, ¿ No podrían dedicar el tiempo a algo más productivo?
No, como les encargan estas chorradas y, encima, les pagan bien, ¿para qué molestarse?
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