En el interior, se notaba una gran confusión entre los presentes, unos subían (los menos) y otros bajaban. Había una gran expectación por la última instrucción operativa.
Se trataba de habilitar una habitación en el sótano para poder continuar con el gráfico del índice del IBEX que ocupa toda la pared norte del edificio de la Bolsa.
Alguien había propuesto abrir un agujero en el suelo, pero se descartó la idea por demasiado simple.
Y es que la situación requería una solución drástica, como mostraba el eje de coordenadas actualizado:
El problema es que los sótanos estaban llenos de un grupo de accionistas minoritarios que llevaban ejerciendo de "okupas" a la espera de que subieran sus acciones y mantenían una huelga de hambre. Cuando se logró reunir a unos voluntarios para que dialogaran con los "okupas", bajaron al sótano, acompañados por varios "seguratas" y con cuatro empleados de un servicio de catering con diversas viandas.
"Hasta que no recuperemos el valor de lo invertido, no nos sacan de aquí", comentó el que parecía ser el jefe. "Y podéis llevarles la comida a los perros de arriba". Uno de los okupas, el que tenía peor pinta, señaló con el dedo a uno de los "brokers" diciendo, con voz entrecortada: "¡Ese es, ése, el de la pajarita! ¡Ese puñetero me hizo comprar Vallehermoso a 25!
Ante semejante insubordinación, los seguratas blandieron sus porras por un momento, pero decidieron guardarlas viendo que varios de los "okupas" les estaban apuntando, en actitud amenazadora, con una especie de ballestas, hechas en casa (posiblemente con las costillas flotantes de alguno de los más pachuchos).
Los voluntarios resolvieron hacer mutis por el foro, acompañados por seguratas y empleados del "catering", mientras se oían los aplausos de los okupas "clap, clap, clap".
Se comenta que la dirección de la bolsa está pensando en pedir la intervención de las fuerzas especiales para calmar los ánimos. Las peticiones de los alborotadores se consideran, definitivamente, utópicas.
Que hagan como yo, que se compren una cinta magnética y así no tienen que salir a correr la bolsa por ahí los días inhóspitos.
ResponderEliminarPD.- al de la pajarita que le echen a los leones, hombrepordios, a ver si los demás toman nota y no alborotan
Es que están desquiciaos, doña Ginebra. No se qué pretenderán vendernos ahora. Yo lo tengo todo bajo el colchón, como el alcalde flamenco.
ResponderEliminarPues me van ustedes a disculpar el comentario pero deseando estoy que esa bajada generalizada de TODOS los índices económicos entren en mi casa.
ResponderEliminarDesde que repitió el risitas, hace un año, se me cortocircuitaron todos los entresijos y apareció "ipsofacticamente" un PRIAPISMO algo molesto (si bien al principio fue la alegría de las féminas del barrio), por eso me pregunto angustiosamente ¿cuando bajará mi índice?
Esta mal que lo diga pero oiga QUE ENVIDIA DE BOLSA Y DE ECONOMÍA
Saludos cordiales
Don Isra:
ResponderEliminarSi el índice que Vd. quiere bajar es el afectado por el priapismo, aplique la solución del poeta:
Es la ley del macho que impera
Que cuando el palo se altera
Y no se mete enseguida
Las bolas quedan prendidas
Con una gran cojonera.
La Bolsa no puede hacer nada, me temo.
Lastima... al menos podría castigarme con Samanta.
ResponderEliminarSalude al poeta
El de la pajarita ha quedado esta tarde con el casero de la torre Sacyr Vallehermoso.
ResponderEliminarQuiere alquilar un despacho en la última planta, para desenrollar el gráfico por la ventana.
Demasiado alta veo esa torre. Aunque el arquitecto muestra la robustez de los barrotes exteriores, prefiero que ningún familiar se encuentre por allí. Yo no subiré , por mi vértigo.
ResponderEliminarBwana, creo que me voy a unir a los accionistas minoritarios. Esa huelga de hambre les ha dejado unos tipitos de lo mas esbeltos.
ResponderEliminarDª Laati:
ResponderEliminarNo se lo recomiendo. Están pasando un frío canuto.