Una de escatología

La caca del artista

El 12 de agosto de 1961, en ocasión de una exposición en la Galleria Pescetto de Albisola Marina, Piero Manzoni presentó por primera vez en público las cajitas de "Merda d’artista" ("contenido neto 30 gramos, conservada al natural, producida y enlatada en el mayo de 1961").El precio establecido por el artista por las 90 cajitas (rigurosamente numeradas) correspondía al valor corriente del oro.

Ignoro a cómo estarán estas cajitas después de casi 50 años, pero si continúan al valor del oro deben costar un pastón. Tampoco entiendo por qué acaban de presentar el tema en Odisea, como si fuera algo actual. En el programa, que vi el pasado martes, aparecía un fulano que se había comprado una cajita "para ver lo que contenía". La abrió y, efectivamente, era mierda.

El pendejo se quedó sorprendido por el buen estado de conservación del contenido y su penetrante hedor. Sin mediar palabra, su mujer metió la caja en una bolsa de Mercadona y la depositó inmediatamente en el contenedor de resíduos orgánicos, sin oposición del marido (a pesar del precio pagado por el adminículo) y con el aplauso de los vecinos, que se habían congregado a la puerta del piso.

No he visitado nunca una de las exhibiciones de arte moderno que se celebran en Madrid pero, por lo visto en TV, una de esas cajitas sería muy adecuada para ARCO, a tenor de las cosas que se exhiben anualmente en ese peculiar museo.

A propósito del tema, acabo de leer otro interesante artículo en ABC . En este caso, el valor de la mierda adquiere otra dimensión mucho más interesante, ya que se trata de una deposición de hace 150.000 años

El Museo de Melbourne (Australia) está preparando una exposición que, sin duda, dará que hablar. Los visitantes habituales del museo están acostumbrados a ver esqueletos y reconstrucciones de los colosales dinosaurios que poblaron la Tierra hace 150 millones de años. Pero la proxima exposición del Museo de Melbourne tendrá como protagonista a una parte más desconocida de esas bestias. Sus excrementos. Estas piezas arqueológicas serán exhibidas al público en abril.

Estoy seguro de que estas piezas, de indudable valor histórico, habrán perdido sus aromas naturales, después de semejante hibernación. No creo que merece la pena viajar a Australia para ver la exposición, pues creo que, contemplando a los albañiles de una construcción cualquiera, me daré una buena idea del aspecto del material.