jueves, 7 de mayo de 2009

Safari 2ª parte (zona de rinocerontes)

Nos habíamos reunido en el hotel Panafric, de Nairobi, los cuatro aventureros de siempre, Eddy Morales, Heriberto Chércoles, Robert Truman y yo. Esta vez nos acompañaba la mujer de Truman, Sandra, que había insistido en ir con su marido para comprarse algunos modelitos en los típicos mercadillos del país.



La chica había oído decir que hacía un calor agobiante pero que habían preciosos "spots" donde darse un refrescante baño, así que se presentó de esta guisa, para deleite de Chércoles que es bastante viejo-verde. También tiene guasa el Truman, cambia de mujer cada dos años y va buscando la proporción inversa a su edad (empezó con Jean que tenía dos años menos que él y ha ido rebajando hasta llegar a esta monada de 22, a la que le dobla la edad). Los divorcios no han menoscabado la fortuna de Robert, fruto de sus inversiones en el Paraguay.


Salimos el jueves en un 4x4, conducido por nuestro amigo, el guía Nbedi Suazi, en dirección al Parque Nacional de Samburu. Después de cruzar el ecuador por Nanyuki, continuamos hacia Isiolo, por la gran sabana que lleva al famoso parque. Nos alojamos en el Shaba Lodge, bastante fatigados por el largo viaje y dormimos plácidamente hasta el día siguiente.
Nos levantamos a las 6 de la mañana visitando una aldea Samburu, donde Sandra, la mujer de Truman, causó sensación entre el personal que se encontraba desayunando los clásicos escarabajos-rinoceronte, tan apreciados en esta zona. Pronto llegamos al espectacular lago Nakuru por donde suelen aparecer los pocos rinocerontes que no han sido masacrados por los nativos (por comerse los cuernos que son muy afrodisiacos, según dicen).


Además de rinocerontes, suelen haber unos gigantescos búfalos que se dedican al abono de los terrenos cercanos al lago. Se mantienen ajenos a los problemas de los rinocerontes, a pesar de tener dos cuernos, debido al aprecio que les tienen los agricultores.


Media hora después, logramos captar la figura impresionante del rinoceronte saltarín, que estaba haciendo sus ejercicios de ballet, muy clásicos en la zona.



Por indicaciones del guía, dejamos la contemplación de tan curioso animal: "Bwana, es mejor alejarnos de este animal porque tiene unas costumbres peligrosas cuando termina el ejercicio".


Estábamos tomando tranquilamente unas cervezas en un chiringuito, a la orilla del lago, mientras admirábamos las curvas de Sandra, cuando nos llamó Nbedi para que fuéramos sigilosamente a contemplar un precioso ejemplar del rinoceronte-tigre, uno de los casos más raros de la convivencia de estos paquidermos con un tigre de bengala que posee el brujo de Samburu como mascota.



No nos habíamos recuperado de la sorpresa de ver un animal tan extraordinario, cuando observamos la llegada del rinoceronte-cebra, algo formidable y cási inédito en el parque.



Cuando comentábamos la suerte de haber disfrutado de la presencia de estos bonitos ejemplares, Nbedi nos hizo subir rápidamente al 4x4; a unos 50 metros, un enorme rinoceronte nos miraba en actitud amenazadora.


-"Bwana, susurró el guía, debemos tener mucho cuidado con ese animal, tiene un genio de mil demonios".

Dicho ésto, puso en marcha el vehículo, rodeando al bicho a prudente distancia y buscando la retaguardia para evitar cualquier embestida.



Nos esperaba una sorpresa mayúscula, la parte posterior del rinoceronte presentaba una especie de tanga que le cubría el trasero, ocultando púdicamente sus partes más íntimas.


-¿Pero a qué se debe esa vestimenta?, pregunté a Nbedi, sorprendido por la visión.

-"Bwana, es que la manada a la que pertenece, ha solicitado a las autoridades del parque que le protejan el orificio ya que, al carecer de cola, estaba siendo sodomizado por ejemplares de la manada de los rhinus zerolontes. Esta es la razón de que el bicho esté tan enfurecido.


Regresamos al Shaba Lodge totalmente impresionados por el espectáculo vivido, terminando la jornada sin intercambiar palabra entre nosotros. Yo tuve una pesadilla en la que aparecía el rinoceronte saltarín persiguiendo a Sandra. Terrible.



Espero que la próxima excursión permita un poco de relax para nuestras alteradas mentes.

9 comentarios:

  1. Me he quedado alucinada con la variedad rinoceróntica.
    Los de mi tierra son mucho más simplones. De entrada sólo tienen un cuerno.

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  2. Ya no busco más al Dr.Moreau... dejó la isla y se fue al lago nakuru.

    Ahora, el rinocerente ese es una loca de mucho cuidado, si te quieres tapar el agujero ponte braga hasta el cuello cabrón, no vayas provocando con el tanga, a ti lo que te va es el cachondeo (estadísticamente está comprobado que provoca más lo que se intuye que lo que se ve).

    Que viaje señor Bwana !!!!! increíble

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  3. D. Bwana, a los preocupados por la relación PSE-PP el Sr. Yanke nos llama agoreros. Ojalá acierte.

    El ensordecedor silencio socialista

    Ante mi intranquilidad, ayer me dijo una amiga que gozara del momento y que me preocupara más tarde. Le dije que de acuerdo, que el Sr. López tomara posesión y que yo empezaría a preocuparme inmediatamente después. Ya estoy preocupado. Dicen que los socialistas han callado tras el discurso del PP y que D. Francisco amenaza con arriesgarse a buscar más paces. SIGUE...

    El ensordecedor silencio socialista

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  4. Ah, perdone, estoy de acuerdo con D. Isra, ese rinoceronte es más maricón que el Golosina. Sin faltar...

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  5. Dª Maharani:
    Pues me faltó mostrar al rino-escarabajo, ése que desayunan los de la aldea Samburu. Me pareció que podía herir susceptibilidades.

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  6. D. Isra:
    Estoy de acuerdo con que provoca más lo que se intuye, pero le aseguro que doña Sandra, en pelota, está mejor que en bañador
    (que la sorprendí en la ducha, con gran bochorno por mi parte).
    Tengo en cartera otro viaje, aún más increíble, al lago Wictoria.

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  7. D. Alfredo:
    No crea Vd. que el saltarín era muy macho. Ése ni protestó por loa ataques de los rhinus zerolontes.

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  8. Ay!!! la próxima vez que vaya tráigame un rinoceronte-cebra, plis, que son monísimos!

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  9. Dª Ginebra:
    Me alegra que le haya gustado; procuraré cazar alguno, aunque le advierto que son muy escasos.
    También creo que sería algo voluminoso como "mascota".
    En fin, trataré de satisfacer su capricho, estimada amiga.

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