Los expertos avisan que los coches sucios pueden producir serios riesgos para la salud durante el verano.
(de Telegraph co.uk)
(de Telegraph co.uk)
Según un estudio, conductor y viajeros corren peligro de infecciones por un montón de gérmenes, como el Bacillus cereus y el estafilococo, cada vez que entran en el coche.
Durante una inspección aleatoria en un automóvil, se descubrieron microbios procedentes de comida en malas condiciones, vómitos e infecciones epidérmicas.
Los científicos analizaron muestras tomadas de un coche perteneciente a un matrimonio con dos hijos, encontrando Bacilus cereus y estafilocosos en el volante, el salpicadero y los picaportes.
Las infecciones por estafilococos pueden contagiarse de persona a persona. Pueden dar lugar a infecciones dérmicas, como impétigo y al envenenamiento de alimentos.
El Bacillus cereus es una bacteria que forma esporas que se mantienen durmientes hasta que aparecen condiciones ideales para su activación, como el calor. Pueden causar nauseas, vómitos y diarrea.
Lo de comer dentro del coche tiene los inconvenientes que señala el estudio, además de dejarlo todo hecho una pena, lleno de esos peligrosos cereus. Todavía, comerse una tortilla de esas que venden ya preparadas pase, porque son tan macizas que poco pueden soltar, pero empeñarse en disfrutar de unos calamares en su tinta dentro del habitáculo es poco recomendable. Otra manía peligrosa es la de comer papas fritas cuando se está conduciendo.
Además de distraer al conductor y dejar las manos llenas de grasa, aparecen trozos por los lugares más insospechados, que se convierten en criaderos de esos peligrosos estafilococos. Es preferible parar el coche en alguna cafetería de la carretera, aunque se pierda un tiempo precioso en detrimento de la marca que buscábamos (Madrid-Valencia en hora y media).
Amigo Bwana la verdad es que hay algunos coches que dan asquito cuando entras, no se si transmiten enfermedades o no pero lo cierto es que te ponen mal cuerpo entre el pestazo a tabaco, los asientos polvorientos y pegajosos, papelotes y otras cosas por el suelo, los cristales cagaos de paloma y llenos de churretes...en fin...un asco.
ResponderEliminarSaludos.
Subrayo lo que comenta CAROLVS y, al mergen de las enfermedades o infecciones que haya, en muchísimos coches no se debe de entrar jamás.
ResponderEliminarYo procuro que, cuando alguien me invita a ir en su vehículo, enterarme si tiene un Rolls con chaufeur llamado Toribio o Bautiste, o no monto.
Pues una práctica amena en un largo viaje es la de comer conejo mientras se conduce, lógicamente la parte divertida es la de ir retirando los pelitos... que los pelitos no se comen guarros.
ResponderEliminarMi coche es como una reserva de la biosfera, la verdad. Y los bichos conviven en armonía y ni atacan ni nada, pero por si acaso pondré más el aire acondicionado para que no se espabilen.
ResponderEliminarEs que hay coches que son un ecosistema en sí mismos, pero supongo que el conductor ya no es un agente extraño y no estará en peligro.
ResponderEliminarUn bico
Hombre prevenido vale por dos, por eso llevo un artilugio de esos que le aprietas y salen unos efluvios aromaticos a rosas, ademas, llevo kleanex, pa sonarse, y bolsas del mercadona, por si alguien se marea, y quiere potar,lo de fuera ya no tiene remedio, porque entre las palomas del Gallardon y el polvo del camino, tengo que esperar a que llueva para que se limpie. En fin un desastre.
ResponderEliminarUn saludo
D. CAROLVS II:
ResponderEliminarConozco alguno de esos coches. A un amnigo se le perdió la cartera dentro del suyo; la encontró al cabo de los días cubierta por miles de hormigas (que se habían merendado tres billetes de 20 que llevaba en élla)
D. Javier:
ResponderEliminarHace muy bien. No hay como el suave tacto de la piel de esos vehículos.
Yo sólo he alcanzado el nivel de Jaguar SType, de mi abogado y el chofer se llama Fidias. Algo es algo.
D. isra:
ResponderEliminarEso pasa por no pelar bien el conejo.
Dª maharani:
ResponderEliminarQué puedo decirle...Yo prefiero ver a los bichos fuera de mi potente cuatro latas.
Dª Tuxina:
ResponderEliminarNo conozco ese tipo de coches pero, como he dicho y repito, prefiero mantener los eosistemas fuera de mi coche.
Un bico
D. Manuel:
ResponderEliminarMe entero ahora de que las palomas son del Zanjardón. Otro mérito que agregar a los muchos de ese señor.
Un saludo
Todo eso les ocurre a Uds. por ir en automóvil.
ResponderEliminarSi viajasen en jet privado o un buen yate, no sufrirían Uds. esas molestias.
Bon voyage!
gracias a Dios los viajes son cada vez más cortos y con mejores medidas de seguridad (lo otro ya varía en función de los ocupantes), pero ahora ya no es un hito "pasar Despeñaperros" (tengo grabado a fuego un viaje de infancia de tropecientas mil horas de caravana, con un caloruzo propio del Averno y la imagen de los moros lavándose los piés en una fuente del camino..)
ResponderEliminarD. aspirante:
ResponderEliminarPor supuesto, cada cual disfruta o sufre del nivel que tiene. Conocí a un potentado que tenía un jet y que no pudo aguantar los gastos de mantenimiento y sueldazo del piloto.
No todo lo que brilla es oro.
Saludos
Dª Maribeluca:
ResponderEliminar¡Cualquiera bebía agua de esa fuente! xD.
Lo de Despeñaperros también lo sufrí en carne propia. Y en un 600 con padres, abuelos y hermanas.
Mire ustéd, Sr. Bwana, más peligroso que todo eso es comér el menú del dia en determinados restaurantes. Las cucarachas tratan de "tú" a los habituales de la casa. Eso sí, por suerte no son frecuentados por los miembros de nuestro mágnifico gobierno, no me los imagino con una salmonelosis combinada con un ataque de tós provocado por el aire acondicionado, pobrecitos.
ResponderEliminarUn beso a la pantera.
A mí, lo que me acojona es el bacilo Cereus.
ResponderEliminarD. rodericus2009:
ResponderEliminarAunque no frecuenten esos restaurantes de pacotilla y hormiga, espero que pillen algún gonococo en uno de esos tan elegantes que manosean la comida, después de haber ido al baño o sacádose una burilla.
D. mamuma:
ResponderEliminarA mí me sucede lo mismo; es que tiene un nombrecito de cuidado.