(de Metro.co.uk)
Mientras mucha gente disfruta comiendo dulces y "palets bretons", una norteamericana se entretiene masticando y tragándose el relleno de sofás. Adele Edwards, de Florida (USA), madre de cinco hijos, es adicta a la goma-espuma de sofás y sillones. Le gusta masticar las bandas de goma que agrupan algunos alimentos, pero su debilidad es el poliéster que rellena su sofá. La Sra. Edwards calcula que se habrá comido unos ocho cojines y cinco sillas, equivalente a unos 80 kilos de material. Dice que a los diez sños ya adoraba las almohadas.
Los médicos le han advertido que esa manía puede ocasionarle un desorden llamado Pica. Hace poco la Edwards necesitó tratamiento urgente para extraerle trozos de espuma de polietileno del intestino.
Esta señora se pondrá como "el Kiko" cuando va al cine. Ahora me explico la razón de tantos asientos rotos que se ven por ahí. Lo que no comprendo es cómo consigue vaciar la cisterna del baño cuando termina sus evacuaciones; ¡debe quedar todo el material flotando indefinidamente!
Jejeje, desde luego, como decía el torero Juan Belmonte, "hay gente pa tó"; mira que comerse los rellenos de sofá. Un cordial saludo.
ResponderEliminarY cuando beba agua eso debe hacer efecto esponja. Qué horreur.
ResponderEliminar"A buen hambre, no hay sofá duro"...flipo con los gustos gastronómicos del personal.
ResponderEliminarD. Paco:
ResponderEliminarDesde luego, hay gustos "pa to". Un caso interesante para la psiquiatría.
Saludos
Dª maharani:
ResponderEliminarSi digiere el material, no necesitará nada mullido para sentarse pues lo llevará puesto.
Dª Maribeluca:
ResponderEliminarEstoy de acuerdo. Si al menos lo utilizara como sustituto del chicle...