Las cosas buenas, como las malas, llegan a su término y tengo que regresar a la capital y actualizar mis asuntos. La despedida de mis familiares de Ciudadela no podía estar completa sin llevarme un recuerdo de mi visita a la isla: mientras estaba cómodamente sentado en una mesa en el exterior de una cafetería (lo que llaman "una terraza"), bajo un toldo protector de los rayos solares, una rata voladora ha conseguido mancharme la camisa y el pantalón con sus acostumbradas gracietas. No me explico cómo puede haber atravesado el toldo que me protegía. Tal vez ha efectuado un lanzamiento horizontal. El caso es que he tenido que ir a cambiarme la ropa. Debo tener un atractivo especial para esos pajarracos porque en la "terraza" había más de 50 personas, que han resultado ilesas.
A pesar de los pesares, he pasado unos días deliciosos en este paraíso. Un lugar para disfrutar de la vida sin preocupaciones. I´ll be back.
Antes de terminar tengo que referirme a la visita de la Pajín, que ha coincidido con la mía (aunque yo no vine gratis total). La ministra se ha aposentado unos días en el Lazareto, un islote que no pueden visitar los menorquines. La prensa local ha puesto verde a la Pajín por lo que consideran un abuso. El resto de España ha podido disfrutar de las fotos de la señora.
A mi, francamente, no me atrae la idea de ir a un sitio que se llame Lazareto, por muy limpio que lo hayan dejado.
Para terminar este serial, exhibo algunas fotos (no todas, por respeto a los lectores) tomadas a bordo del Jaume II, de camino a Barcelona. En la primera, con un poco de buena vista, puede leerse una curiosa traducción al inglés. En la segunda, la estela tremenda que van dejando los poderosos motores del ferry y, las últimas dos, la llegada al puerto de Barcelona, con los monstruosos edificios flotantes en los que viajan algunos.
Vaya, hombre, un poco gafe le encuentro en este viaje Don Bwana.
ResponderEliminarDesde la salida, con duchas diseñadas para encabronar al más paciente y un peregrinaje en busca del arca en dnde depositar una maleta, hasta el final en que ese planeador diabólico que le observó desde el aire a gran distancia y disparó con eficacia militar.
Pero, en fin, todo queda compensado con el descanso y cambio de aires a pesar de que casi llega a co-respirar el mismo oxígeno que la Pajinas,lo cual es peligroso para los pulmones.
No cabe la menor duda de que el pajarraco de marras es un enviado de la Pajín con el fin de molestar su descanso y perturbar su paz espiritual.
ResponderEliminarRecuerde que la presencia de pajines en las proximidades es altamente tóxica, visite al médico urgentemente y que le descontamine.
Me he enterado que el bichejo, fué enviado por Rubalcaba.
ResponderEliminarDese una ducha con zotal, pués ha sufrido usted la contaminación de la pajillas.
Veo que al final valió la pena incluso con el regalito cagalero del palomo de turno
ResponderEliminarD. Bwana, compraría Vd. lotería justo después del bombardeo quirúrgico del que fue víctima. Se dice que estos "accidentes" traen buena suerte.
ResponderEliminarUn abrazo.
D. Javier:
ResponderEliminarEn efecto, ha sido una experiencia muy relajante para cuerpo y espíritu. Volveré, sin duda alguna y buscaré otros hoteles más adecuados a este cuerpo serrano.
(Siento no poder comentar sus últimos posts debido a algún problemma de blogger)
D. aspirante:
ResponderEliminarSeguiré su consejo inmediatamente, pero no creo que la Lerelei haya tenido ningún detalle para conmigo.
D. MAMUMA:
ResponderEliminarEs posible que tenga Vd. razón, pero creo que ya me he descontaminado con la lejía que han echado en la piscina del edificio.
D. CAROLVS II:
ResponderEliminarFíjese si valió la pena que estaría dispuesto a recibir otro regalito palomero con tal de pasarme otros diez días allí.
D. Laslo:
ResponderEliminarPor supuesto, en cuanto me cambié de ropa acudí raudo a realizar diversas apuestas. Sin resultado positivo, por desgracia. O séase, recibí la cagada y perdí 20 eros.
Un abrazo
Bwana, eso le pasa por meterse con las palomas. Esos bichos son muy listos y detectan los malos pensamientos.
ResponderEliminarMucha envidia me han dado sus vacances.
(Para comentar donde D. Javier, pruebe a "desmarcar" la casilla "no cerrar sesión" cuando acceda a su cuenta -> así. Es un problema que está ocurriendo en blogger con los comentarios incrustados en la entrada)
Permítame que haga un hueco en mi apretada agenda para darle la bienvenida.
ResponderEliminarSe le echaba en falta.
Veo que todos los contratiempos, incluyendo la gracia de la paloma, valieron la pena para tener un final felìz.
ResponderEliminarDª maharani:
ResponderEliminarGracias por sus consejor técnicos. Es Vd. un sol.
Respecto a las palomas, mejor es correr un tupido velo.
D. isra:
ResponderEliminarMuy agradecido.
Yo también le echaba en falta.
Un saludo
Dª Maril:
ResponderEliminarTanto el final como mi estancia en Ciudadela han sido una maravilla.
Su incidente con la deposición inocente de una paloma, me recuerda que hace pocos meses me ocurrió lo mismo en la plaza Calvo Sotelo de Barcelona (Ahora denominada Francesc Macià). He de reconocer que a pesar de la simpatía que siento por las aves, me acordé de la madre que la p...rió (a la paloma).
ResponderEliminarSaludos D. Bwana.
D. Carlos:
ResponderEliminarSe nota que es Vd. amante de las aves. pues le sucede como a mi, que somos premiados con sus deposiciones (las de las aves).
Saludos