
(de LD)
Un sacerdote muere y está haciendo cola para entrar en el cielo. Delante de él se encuentra un joven con gafas de sol, vaqueros, una camisa chillona y chaqueta de cuero.
En ese momento, San Pedro se dirige al sujeto: “Identifícate, quiero saber quien eres para aceptarte o no en el Reino de los Cielos.
“Me llamo Joe Cohen y era “stock broker” en la bolsa de Nueva York", contesta el tipo.
San Pedro consulta su lista. Sonríe y le dice: “Toma esta túnica de seda y este bastón de mando dorado y pasa al Reino de los Cielos”.
El “stockbroker” entra en el Cielo y llega el turno del sacerdote.
“Me llamo Joseph Snow, párroco de la iglesia de Santa María durante los últimos cuarenta y tres años”, declara con orgullo.
San Pedro consulta la lista y le dice: “Toma esta capa de algodón y este bastón de madera y entra en el Reino de los Cielos”.
“Un momento", dice el sacerdote, “el que me precedía era un “stockbroker” y le ha dado una túnica de seda y un bastón de mando dorado, pero a mi, que soy un ministro de
“Muy sencillo”, dice San Pedro, “aquí trabajamos por objetivos y, mientras tu dormías a los fieles con tus sermones, los clientes del anterior, rezaban”.