jueves, 20 de diciembre de 2012

LOS PELIGROS DE LA MODA

Cinco prendas de vestir que pueden perjudicar seriamente la salud

(de abc.es)

Abusar de zapatos de tacón de aguja, pantalones ajustados o tangas puede convertirse en la causa de más de una visita al médico  

A lo largo de la historia en varias ocasiones seguir los dictados de la moda se convirtió en un auténtico riesgo para la vida de quienes lo hacían. Uno de los ejemplos más conocidos es el de los corsés que usaban las mujeres de la alta sociedad europea en el siglo XVIII con el fin de estilizar su figura. Esta prenda se debía colocar tan apretada que aplastaban las costillas, deformando la caja torácica y provocando que muchas de sus usuarias cayeran desmayadas al no poder respirar.

Sin embargo, la capacidad de provocar serios daños no es exclusiva de prendas en desuso. Algunas de las que se encuentran en cualquier armario actual poseen también esta capacidad. Por ello, en el blog “Cooking ideas” han elaborado una lista con cinco prendas de vestir cuyo abuso puede perjudicar seriamente la salud de sus portadores:

1.-Zapatos de tacón:
Este tipo de calzado fue popularizado por el rey francés Luis XIV, como método para disimular su escasa estatura. En los años 50 del pasado siglo hizo su aparición el tacón de aguja, versión fetichista de la costumbre china de vendar los pies a las mujeres y comenzaron los problemas de salud asociados a esta prenda. El zapato de tacón desplaza el peso del cuerpo del talón a los dedos, lo que a la larga provoca el desgaste del cartílago de las rodillas y de los huesos del pie, deforma los dedos y causa dolores lumbares.

2.-Pantalones ajustados:
Varios estudios apuntan que el uso prolongado de un pantalón ceñido en la zona inguinal comprime el nervio femoral, lo que puede contribuir a causar impotencia y esterilidad. Además, según un investigador este tipo de prenda está también detrás de problemas articulares, circulatorios e infecciones urinarias y vaginales. Un conjunto de síntomas que ha bautizado como el “síndrome de los pantalones ajustados”.

3.-Corbata:
La utilidad práctica de este complemento masculino es, hoy en día, totalmente nula. Sin embargo, su uso sigue siendo ineludible en diversos ámbitos sociales y laborales. Según un estudio del British Journal of Ophtalmology, usar corbatas demasiado ajustadas eleva la presión intraocular, lo que puede devenir en glaucoma y, en el peor de los casos, causar ceguera. Además, el hecho de que no sean lavadas con demasiada frecuencia puede convertirlas en un foco de bacterias y, por tanto, de potenciales infecciones.

4.-Tanga:
Esta prenda íntima mayoritariamente femenina es tan popular como potencialmente insalubre. Algunos expertos advierten de que su diseño la convierte en un excepcional puente para que las bacterias viajen desde la zona anal hasta la vagina. Para tratar de evitar posibles infecciones, muchos ginecólogos recomiendan usar tangas de algodón, más transpirables que los sintéticos o seda.

5.-Piercings:
Aunque no es una prenda de vestir, el uso de piercings también puede poner en riesgo la salud de quien se practica un agujero en su cuerpo por motivos estéticos. Según un estudio de la Universidad de Northwestern, alrededor de un 20% de las perforaciones por este motivo desarrollan una infección bacteriana. Además, una mala elección del establecimiento en el que se practique puede causar problemas más graves, incluyendo el contagio del tétanos, hepatitis B y C o incluso el VIH, así como reacciones alérgicas a algunos de los metales con los que esté fabricado el pendiente.

Aunque no es el caso de la moza de la fotografía, la manía de algunas féminas, pasadas de kilogramos, de enchufarse esos pantalones, siempre me ha parecido vulgar y poco saludable. Unas buenas faldas disimulan mejor esas zonas demasiado abultadas.

La corbata, por otra parte, siempre me pareció un adorno incómodo y difícil de instalar. Lo que no sabía es que afectaran la visual; ahora me explico mis problemas de retina y aledaños.



14 comentarios:

  1. No haga caso a nada de lo que dice ese periodista y que además seguro que es del Opus.

    Donde pisaran Ava Gadner o Ingrid Bergman con sus tacones altos dejaba bizcos a los que miraban y a las otras féminas que pasaban por allí, porque no había nada más elegante y digno de ver.

    Y los pantalones ajustados de Gina Lollobrigida o Marilyn Monroe dejaba tontos a los curas y meapilas del Orbe, pero ellas se mantenían cada día más atractivas, sin que hubiera jamás noticias de que tuvieran ni siquiera constipados. Lo mismo digo de los tangas que exhibia Ursula Andress y ahí sigue más sana que todos los médicos y perioditos de tercera división.

    Recuerdo que a los ocho años de edad me pusieron las primeras corbatas para ir a clase y dejé de usarlas 60 años después y desde entonces, desde que no uso corbata siempre siento frío. Salvo cuando fui a Alcalá.

    Y de los piercings digo que aunque no me gustan nunca se ha sabido que les perjudicara a los maories de New Zelanda ni a los Zulús de Sudafrica que es para quienes se inventaron los chismes.

    Y no es lo mismo un lugar u otro para instalarlos porque estando en zona de rostro es lo saludable, siendo probablemente peligrosos los instaldos en el clítoris o en la punta de la pichilina, idea que unicamente se les ocurre a los mentecatos de pelo untado en betún.

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    1. Ha mencionado Vd. a varias de mis actrices preferidas, aunque confieso que nunca me fijé en los tacones de Ava Gardner ni de la Ingrid. A esta última la recuerdo más por la sesión de besuqueo que le dio al Cary Grant en "Encadenados". Los labios de la Lollobrigida y su pechugamen, inolvidables.
      Lo de los "piercing" me producen escalofríos si los veo instalados en esas zonas tan delicadas que menciona.

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  2. Me veo en la obligación de salir en defensa de las prendas citadas:

    1 - zapatos de tacón - si te preparas la madre de todos los bocatas es una buena forma de sujetarlo sin desmontarse mientras te lo comes (obviamente si hay palillos en casa mejor esta opción)

    2 - pantalones ajustados... sin ellos nadie cantaría como los Bee Gees

    3 - corbatas - tengo tantas, y a cada cual más bonita, que las uso hasta para correr en la cinta del gimnasio

    4 - me convierten en un superhéroe con superpoderes (levitación), me explico. Recuerdo hace mucho tiempo me disponía a salir a Gran Vía tras un placentero viaje en metro, pues bien, delante iba el culo más perfecto que haya visto en mi vida introducido en unos pantalones ajustadísimos que trasparentaban un tanga de escándalo, cuando me di cuenta subía las escaleras sin pisarlas

    5 - los piercings hacen que en mi cabeza se creen espectaculares escenas gore, arrancándolos de cuajo de todas esas estúpidas zonas que deciden agujerearse.

    Ya sabe que a su persona la considero un auténtico gentlemen, y en mi modestia, sabiendo que se acercan fiestas tan señaladas y en las que asistirá, seguramente, a cenas de etiqueta, sí querría aconsejarle una indumentaria apropiada para tan magnos acontecimientos: CHÁNDAL BRILLANTE CARREFUL, ZAPATO DE REJILLA Y CALCETÍN BLANCO GORDO.

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    1. Su relación merecería una respuesta individualizada para cada capítulo, pero me limitaré a comentar lo que me ha resultado más interesante:
      1. No crea que éso de levitar es de su exclusividad, me sucede lo mismo cuando subo al bus detrás de alguna monada (no piso los escalones).
      2. Lamentablemente no cuento en mi abultada percha con esos utensilios que, tan amablemente, me recomienda. Tampoco está la situación para invertir en esos atalajes. Aparte de que ya tengo el smoking recién salido de la tintorería, preparado para los próximos acontecimientos.

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  3. Solamente soy asidua de los segundo, así que debo estar muy salutífera; los tacones esos de uvas a peras y no demasiado altos porque además del dolor de pinrel soy incapaz de caminar con ellos, y las tangas siempre me han parecido de guarrillas en sentido literal y acaba usted de darme la razón.

    Las corbatas me gustan en el contexto de un buen traje y con los piercings me pasa lo mismo que a Don isra (espero que no siga sus consejos, se puede ir comodón sin caer en esos extremismos que igualmente son nefastos para la salud de los que lo contemplan)

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    1. Seguro que sí, su aspecto físico es de tener una salud estupenda y, por lo que escribe en su blog, goza de unas neuronas en plena forma.
      Los consejos de Don isra me han parecido algo exagerados y más, después de haberme llamado "gentleman". No tengo la menor intención de seguirlos, esté Vd. tranquila.

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  4. No le crea demasiado a esa subjetiva versión periodística.
    Soy una asidua portadora de zapatos de tacón, pantalones ajustados y tanga y nunca he tenido problemas físicos serios y jamás ningún caballero que haya salido conmigo, me ha hecho reclamo alguno por haberle transmitido alguna bacteria o espécimen parecido...

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    1. Me tranquiliza saber que el artículo está lejos de la realidad y que Vd. es una demostración clara de que exageran.
      El hecho de que nunca haya trasmitido esas cosas, también me llena de sosiego, pues su nombre me había parecido un poco sospechoso de alguna afición a pociones peligrosas, pero ahora queda claro que se trata de un simple nick.

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  5. Lo de los zapatos de tacon de aguja son de "me cago en la leche que ganas tengo de llegar a casa y descalzarme", tengo un unico par estrenado 5 minutos, muy monos, y gracias a doña Leti que los ha puesto de moda...por cierto que mi vecina nos despierta a las 7,00 am cada dia con el clac-clic-clac-, valiente la Mariangels. Lo del tanga es aun peor ya que todas picamos, hasta que te roza en la rabadilla args###. Y difiero de todos ustedes: los tattoos y piercings si que tienen morbo y ole.

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    1. Los tacones de la vecina de arriba son, precisamente, lo que me obligó a mudarme a un ático. De asuntos tangueros tengo poca experiencia, excepto lo que puedo apreciar por Internez.

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  6. Según el informe, sólo debería preocuparme por el uso los pantalones vaqueros. Aunque ahora que lo pienso, como ya tengo dos hijos qué demonios me importa la esterilidad...
    Saludos.

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    1. Muy bien dicho, con un par de hijos ha cumplido de sobra. Lo malo, según el informe, es el tema de la impotencia, aunque posiblemente sólo afecte a los mayores de 75 años que usan vaqueros.

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  7. Ja, yo estoy salvado, no utilizo nada de esto.

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    1. Me sucede lo mismo a mi; podemos estar tranquilos.

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