Diagnostican con “síndrome del retraso crónico” a un fulano, incapaz de llegar a tiempo a ningún sitio.
(de oddity central)
Hasta donde puede recordar a sus 57 años, Jim Dunbar jamás ha sido capaz de llegar a una cita a tiempo. Su familia y amigos estaban cansados de sus constantes excusas, pero después de una reciente revisión médica, a la que, por cierto, llegó con media hora de retraso, le han diagnosticado como “tardón incurable”.
Jim Dunbar solía decir a la gente que no era culpa suya haberse retrasado en la cita. A los cinco años de edad ya llegaba tarde a la escuela o a partidos de fútbol con los amigos, aunque no se lo tomaban en serio. Como adulto, siempre dejaba esperando a las chicas cuando tenían una cita y perdió varios empleos por ser incapaz de llegar a la oficina a tiempo. Recientemente tenía pensado ver una película en un cine y conociendo sus limitaciones se presentó 5 horas antes para asegurarse la entrada.. Dunbar sabía que la película empezaba a las 7 de la tarde pero, a pesar de sus precauciones, llegó 20 minutos tarde.por haberse distraído en una librería cercana. Finalmente decidió ir al medico.
Uno de mis mejores amigos, ELH, debía tener la misma enfermedad pues jamás llegaba a la hora que habíamos acordado. En una ocasión, sobreponiéndome a mi repulsa a los retrasos, decidí llegar 15 minutos después de la hora prevista; inútil decisión porque mi amigo llegó 20 minutos después.
Yo debo sufrir el síndrome del "tempranero" pues tengo la manía de llegar siempre 5 o 10 minutos antes. Si he de tomar un tren, por ejemplo, prefiero esperar media hora en la estación que hacerlo en casa nervioso por si llego tarde. En alguna ocasión esta manía me ha resultado contraproducente; no puedo olvidar una entrevista de trabajo para la que me habían citado a las 2 de la tarde en la calle Orense y me presenté a las 12. Viendo que era muy pronto, entré en una cafetería cercana y me despaché un café con leche y sus correspondientes churros; estaban tan buenos que repetí, acompañándolos esta vez con una copita de Carlos I. Al mirar el reloj, todavía era la una, así que pedí otro café con leche y su respectivo cognac. No recuerdo si repetí la dosis a las 2 menos cuarto, pero estoy seguro que a las 13.55 estaba en la oficina de la empresa selectora de personal. No conseguí el empleo, inexplicablemente.
Ese "Síndrome de retraso crónico" es más habitual de lo que dicen, y el probe DUNBAR es uno más de los afectados.
ResponderEliminarYo no lo denominaría como "síndrome" de nada y lo dejaría en dos palabras a elección : "despistado" o "huevón".
Por otra parte las damas, sin sufrir alteración alguna de la normalidad, lo practican desde la más tierna infancia. Probablemente debido a algún gen calificable de "sistema de hacer esperar".
A los retrasados habituales se les conoce desde el momento en que te citan "sobre" las ..... Son incapaces de fijar una hora exacta, de manera que esa frase, les deja cierto margen para llegar a cualquier hora.
EliminarMás que despistados, algunos podrían calificarse de "caraduras".
Al citarse con una dama es conveniente hacerlo en un sitio donde pueda uno sentarse y tomarse unos cafelitos mientras se lee el periódico o una novela. Citarse en una esquina o a la entrada del Corte Inglés puede resultar bastante cansino y estresante.
Ja,ja, yo tengo un amigo igual y me has dado la clave para insultarlo sin que me acuse de insultarlo. Si es retrasado lo es por definición no porque yo quiera faltarle al respeto.
ResponderEliminarLo irritante del retrasado es que, la mayoría de las veces, ni siquiera da una excusa; considera que no llegar a la hora fijada es lo más natural del mundo.
EliminarAl principio puede sorprender un comportamiento así, hasta que les coges el truco, tengo un amigo que aun a día de hoy (sólo quedamos en una vez al año, en navidades y no falla) sigue padeciendo esa enfermedad, pero como digo el truco es sencillo, simplemente si quedo con él a las 12 sé que será puntual a las 12:40, puntual como un reloj, pero a las 12:40.
ResponderEliminarNo obstante permítame un inciso, si bien es cierto que en el trabajo soy escrupulosamente puntual ,así como con mis numerosos hábitos adquridos, no es menos cierto que en las reuniones familiares intento retrasarme lo máximo posible (una o dos semanas).
Pues tiene suerte de haber calado a su amigo y sus 40 minutos de retraso; normalmente suelen variar la demora, a más, por supuesto.
EliminarEl retraso a las reuniones familiares es normal, hasta para los muy puntuales.
¿Este gordo retrasado jugaba al fútbol y dejaba esperando a las chicas?... ¿qué chicas?... le voy a preguntar a mi amiga de Tetuán si conoce algún chino con este síndrome...
ResponderEliminarPD: Si decide ir a otra entrevista de trabajo, hágalo en ayunas...
;-)
Quiero pensar que el gordo estaba de mejor ver a los 20 y ligaba como el mismísimo Brad Pitt .
EliminarNo creo que su amiga de Tetuán conozca algún paisano tardón; según me dicen, son más puntuales que los británicos.
Gracias por el consejo; iré en ayunas y sin carajillos.
Si hay algo que no soporto, es la falta de puntualidad. Siempre me ha parecido una falta de respeto, pero claro, si es algo patológico tiene disculpa.
ResponderEliminarSaludos.
Una falta de respeto y de consideración hacia los demás por creerse superiores o más importantes que el gili que está esperando. Si es una enfermedad, que vaya al médico.
Eliminar¿ Quién no ha comocido al menos a uno que siempre llega tarde ?.
ResponderEliminarTengo mis dudas que sea una patología, sino una falta de organización
y de educación.
Creo que tiene razón y se debería enseñar en las escuelas la importancia de la puntualidad y el respeto a los demás.
Eliminar