PETA quiere que las embarazadas no sean admitidas en el concurso de comedores de alas de pollo.
(de rochester.ynn.com)
Lindsay Rajt, una de las directoras de PETA alega que se ha realizado un
estudio que indica que las mujeres que consumen pollo, cuando están embarazadas,
exponen a sus hijos a desarrollar un pene de inferior tamaño al normal., además
de posibles bloqueos arteriales por el alto contenido de colesterol en la carne
de pollo.
Las presuntas participantes en el concurso opinan que todo el asunto de PETA
es una tontería. Como dice Heather
Albert, “cuando estaba embarazada de mis dos hijos comí pollo todos los días y
ambos están perfectamente armados”. Por su parte, Candice Stewart, risidente en
Buffalo dice que “Nadie me dijo nada sobre qué comer o qué no comer. Simplemente
me advirtieron sobre ciertas cosas y que estuviera segura de ingerir lo
suficiente para no tener carencia de hierro”.”Tampoco he oído a nadie decir que
un hombre tenga deficiencias en alguna parte de su anatomía porque su madre
comió alas de pollo”, agregó. .
Representantes de la emisora YNN acudieron a varios doctores de Buffalo para
conocer su opinión, pero se declinaron hablar ante las cámaras. Según Krystle
Socha, de Wheatfield, “ si mi medico dice que debo vigilar mi alimentación , le
haré caso, pero no tengo intención de atender las advertencias de PETA”.
Desde hace años se ha acusado a la carne de pollo de causar algunas alteraciones indeseadas en la hombría de los varones. No he leído ningún desmentido de los interesados, como podría ser KFC, por lo que barrunto que algo de veracidad deben tener esas acusaciones.
Por el contrario, que la PETA llegue a estos extremos en su afán de proteger la integridad de los pollos (o las pitas), me hace sospechar que todo es un cuento, de los que suele difundir esa asociación.
Desde hace años se ha acusado a la carne de pollo de causar algunas alteraciones indeseadas en la hombría de los varones. No he leído ningún desmentido de los interesados, como podría ser KFC, por lo que barrunto que algo de veracidad deben tener esas acusaciones.
Por el contrario, que la PETA llegue a estos extremos en su afán de proteger la integridad de los pollos (o las pitas), me hace sospechar que todo es un cuento, de los que suele difundir esa asociación.
Ya ve, ilustre colega de intenetes, las "indiadas" (de indios) tienen más efecto de lo que imaginábamos, tras pronunciarse el Evo.
ResponderEliminarProbablemente confunden "pollo" con "polla" porque no han aprendido bien la gramática ortográfica y terminan por meternos en berenjenales irracionales.
Quizá en algunas partes alimentan a los pollitos con compuestos que contienen aditivos "mariconsones" que decía el inefable Fidel.
Es hasta posible que el Profeta por excelencia (Mohamed) creyera que le pasaba lo mismo zanpándose unas ricas morcillas de Burgos.
Pues que quiere que le diga, entre comer pollo y comer polla; no se que será lo que prefiera la Sra. Directora, pero yo me inclino por devorar el animalito en cuestión. No tanto por conocimiento y comparación, que en eso de comer polla soy "nulifago" (es decir que ni una me comí), como por "rechazo personal".
EliminarQuizás la Sra. Presidenta tenga más experiencia que yo y más datos que manejar.
Por otra parte,el otro día aparecieron en el mundo una reseña de una campaña de PETA donde se conmina a comer vegetales y no ingerir ningún tipo de carne animal. Hacían especial hincapié en no comer carne de conejo.
Dejando aparte el hecho de que ver a modelos anoréxicas (por muy desnuditas que se presenten) diciéndonos lo que hay que comer es como mínimo cuestionable; tanta insistencia en el tamaño de la polla y en no comer conejo me parece bastante sospechoso ¿No creen?
Luego nos tomamos a broma lo que dice el del jersey. Yo, desde que escuché sus sabias palabras, no he vuelto a pasar por el KFC.
EliminarEl Mohamed nos hizo un favor, porque así nos toca más jamón por barba a los infieles.
Don Chafachorras:
EliminarLos de la PETA tienen que justificar su sueldo y, de vez en cuando, sueltan alguna de sus chorradas características. A mi no me hace falta que nadie me diga que no coma conejo; dejé de hacerlo cuando me percaté de su similitud con la rata almizclera que suelen poner en algunas paellas clásicas.
Los estudios realizados por la PETA deben ser ciertos, pues he leido en el blog de mi amiga china de Tetuán, que la Asociación de Mujeres Malhumoradas Chinas de Pekin, ha solicitado al Gobierno, la prohibición de comer alas de pollo a las embarazadas, dado la gran cantidad de chinitos nacidos con pene pequeño en la última década, con los consiguientes trastornos psíquicos y sexuales.
ResponderEliminarEstoy asombrado por lo actualizado que está el blog de su amiga. ¡Yo que pensaba que tenía la exclusiva de este problema con los pollos y los penes!
EliminarVoy a tener que ir más a menudo a la peluquería para enterarme de las noticias chinas.
Las PETAS esas son pollófobas como el indio Evo y unas radicales del ecofascio (sin embargo, ello no obsta para que muchos engorden los pollos con hormonas y eso no creo que sea deseable además de un timo)
ResponderEliminarY la piel bien fritita es lo más rico.
El Evo ya debía saber lo del engorde con hormonas cuando se expresó con tanta claridad.
EliminarA raíz de sus palabras (las de Evo) dejé de comer pollo; es mejor hacer caso a las advertencias de estos caciques, no vaya a ser que se lleve uno un disgusto como el de Pizarro en Lima.
ostras pedrín, con el pene hemos topao.
ResponderEliminar...y con el conejo también; hay que estar al loro...
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