(de Metro.co.uk)
Los pajarracos han sido acusados de escandalizar y molestar con sus estridencias a los residentes de Palmerston, Australia
Se cree que estos pájaros practican esta especie de “botellón” cuando comen una planta especial que les produce un efecto mareante, similar a una borrachera
Según la clínica de animales del Dr. Stephen Cutter, los loros agarran unas tremendas peas, hasta que caen agotados al suelo. “Probablemente se trata de una planta con alcohol o algún efecto estimulante”, dicen en la clínica.
Los viernes, especialmente, realizan una serie de vuelos rasantes en un centro comercial de Palmerston, que continúan con escandalosos chillidos, hasta que se caen, agotados.
La mañana siguiente suele ser bastante molesta para los loros, con una resaca que les dura hasta por tres días.
El Dr. Cutter añadió que las borracheras los han vuelto muy impopulares para la comunidad.
Se cree que estos pájaros practican esta especie de “botellón” cuando comen una planta especial que les produce un efecto mareante, similar a una borrachera
Según la clínica de animales del Dr. Stephen Cutter, los loros agarran unas tremendas peas, hasta que caen agotados al suelo. “Probablemente se trata de una planta con alcohol o algún efecto estimulante”, dicen en la clínica.
Los viernes, especialmente, realizan una serie de vuelos rasantes en un centro comercial de Palmerston, que continúan con escandalosos chillidos, hasta que se caen, agotados.
La mañana siguiente suele ser bastante molesta para los loros, con una resaca que les dura hasta por tres días.
El Dr. Cutter añadió que las borracheras los han vuelto muy impopulares para la comunidad.
Estos animalillos copian todo lo que ven hacer a los hombres, desde palabras hasta gestos y costumbres. Es conocida la facilidad que tienen de repetir los tacos que escuchan a sus amos, por lo que han sido sujeto de variados chistes. No es de extrañar, por consiguiente, que imiten nuestros jolgorios.
Lamentablemente, la naturaleza les dió la capacidad de repetir lo que dicen los humanos, pero fue mezquina con su habilidad para el cante, por lo que sus estridencias son inaguantables.
Señor Bwana, ¿No habría forma de importar unas docenas de esos loros y loras, con suficientes plantas de esas que les gustan, para soltarlas ante las sedes de las ministras durante largas temporadas?
ResponderEliminarSería interesante ver a las susodichas imitando a las loras y planeando como locas para caer luego en picado a las losetas.
A loro con el botellón! jajaja
ResponderEliminarO como aquella frase de Tierno Galván que tanto daño hizo: "¡Rockeros: el que no esté colocado, que se coloque... y al loro!"
ResponderEliminar(a mi loro ahora le ha dado por silbar. No sabemos de donde lo ha sacado... suponemos que lo ha visto en la tele)
Las cualidades interpretativas son inversamente proporcionales al volumen de alcohol ingerido o plantas fumadas.
ResponderEliminarDesconozco el dato, pero si además se tocan los güebos y no dan palo al agua, probablemente los adopten como mascotas los guarros de Sol.
D. Javier:
ResponderEliminarNo sé lo que podrá hacerse, pero su idea me parece buena. Además las loras estarían encantadas de enseñar sus habilidades a las menistras.
D. CAROLVS II:
ResponderEliminarSiempre que leo algo sobre loros me acuerdo de la Sra. Parrot, cuyo apellido le hacía honor.
Dª maharani:
ResponderEliminarSupongo que tendrá Vd. un loro de categoría, raza Paquistaní, como poco. Tenga cuidado porque suelen ser algo procaces.
D. isra:
ResponderEliminarLos guarros de las chabolas de Sol estarán algo más aseados, después de los chaparrones que nos visitan estos días por los madriles. Por si acaso, he dejado de comprar pasteles en La Menorquina.
Claro, con una garganta tan estrecha no es de extrañar que emitan sonidos tan estridentes... Intenta agarrar a la Caballé por el cuello a ver cómo canta... Ya, bueno, no le dan las manos para abarcarlo... pero imagínatelo...
ResponderEliminarSaludos.
También se han visto jirafas, elefantes y monos beodos jeje
ResponderEliminarNosotros teníamos un loro que se ponía bastante escandaloso cuando centrifugaba la lavadora y silbaba e imitaba nuestras carcajadas...le daba a todo- sobre todo al chorizo-pero era abstemio sin embargo.
Nunca conseguí que dijera una palabrota pese a mi denodado empeño.
D. Elvis:
ResponderEliminarLo siento, me es imposible imaginarme lo de agarrar por el cuello a la Caballé.¿No tienes una tarea más sencilla?
Saludos
Dª Maribeluca:
ResponderEliminarPues mi padre tenía un lorito al que teníamos que esconder cuando venían visitas, por su afición a los tacos. Son unos bichos curiosos estos pájaros.
Estoy de acuerdo con Tellagorri.
ResponderEliminarD. MAMUMA:
ResponderEliminarLo mismo que yo