LA LUCHA DE UNA BRITÁNICA CONTRA LA RECESIÓN
Keeley Newstead es una ahorradora ama de casa, de 37 años, que emplea varios procedimientos para enfrentarse a la crisis.
Utiliza tres veces cada bolsita de te. Una vez pasada por la primera taza, la recicla, secándola en la cocina y repitiéndo una vez más la jugada.
Las bolsas para envolver los bocadillos de sus hijos le duran una semana.
En casa todos van abrigados como si estuvieran en la calle para ahorrar calefacción.
Los domingos van a una hamburguesería y afanan todos los sobres de ketchup disponibles para utilizar en casa.
Si en el baño del local hay un rollo de papel higiénico sin usar, también se lo llevan a casa.
Keeley dice: “Hay tantas cosas gratis por ahí que vale la pena aprovecharlas y ahorrar un pastón”. “Además a los niños les encanta, les parece un juego”.
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La familia, que vive en Leeds, se ha visto obligada a apretarse el cinturón para poder subsistir con el sueldo de 5.000 libras al año que gana Darren, el marido de Keeley y la aportación de ésta como asistenta en varios domicilios. El matrimonio tiene tres hijos en edad escolar.
“Fijaros bien en los servicios de cafeterías ya que siempre aparece un rollo de papel higiénico encima del tanque. Vale la pena guardárselo en el bolso”. “Y limitar su uso en el vater de casa: con dos hojas es suficiente”.
“Todavía no hemos gastado un céntimo en lápices en lo que va de año. Ikea regala bolis y lápices y son estupendos para los niños”.
Keeley nunca compra nada en el supermercado que no esté en oferta. Es una cliente asídua de Lidl y Aldi.
“Cuando nuestros hijos reciben regalos de cumpleaños o por Navidades, munca permito que rompan los envoltorios. Lo hago yo misma cuidadosamente para poder usar el papel de regalo otra vez”.
Esta señora podría ahorrar todavía más si, en lugar de permitir el uso de dos hojas de papel de baño, lo limitara a una hoja. Todavía ahorraría más si utilizaran las hojas del periódico que la ha entrevistado.
El asunto del te ya hace años que es costumbre en las cafeterías el agregar agua hirviendo indefinidamente y sin necesidad de secar las bolsitas usadas. De un par de éstas, sacan hasta tres litros de la infusión.
Está claro que INGLESA tenía que ser. Ya de por sí las amas de casa se caracterizan por su afán ahorrador doméstico desde que el hombre inventó el fuego, pero algunas se pasan muchos pueblos.
ResponderEliminarY no lo dice pero en la familia de esa señora los miembros se duchan cada tres años, si es absolutamente necesario, y con poca agua caliente.
Tengo la sospecha de que la ducha, como es costumbre del país, solo se usa en verano, cuando no hace falta calentar el agua demasiado. La bañera está de adorno.
EliminarLos british dicen que se lavan menos porque se ensucian menos que sus vecinos europeos y no necesitan hacerlo tan a menudo.
Que no coman, así no van al excusado y no necesitan papel, que hagan 350 litros de té con una bolsita y se duchen mientras se lo desayunan, y las zurraspas que caigan al suelo y se depositen en el filtro se pueden untar en la tostada.
ResponderEliminarNo sé, me parece buena idea, aunque recomendaría que fuese una vez al mes a Mercadona, llenase el carro, se llevase al mamarracho ese del SAT y al Gordillo para que griten algo contra el capitalismo y no paga oiga, compra gratis.
¡a nosotros clases de ahorro!... GIBRALTAR ESPAÑOL
Si cada vez que toman te tuvieran que ducharse no creo que acepten su sugerencia.
EliminarTampoco creo que cuenten con un Mercadona en las islas ni tampoco que disfruten de la presencia de personajes de la categoría que Vd. menciona. Ellos se lo pierden.
Lo que no puede negarse es la inventiva de esa gente. Cuando visitaban Sevilla, hace muchos años, "se dieron cuen" de que había unos naranjos en las calles cuyas frutas no se comían los indígenas por ser muy amargas. Acto seguido se pusieron a recogerlas y consiguieron unas mermeladas deliciosas. La gente pensaba que estabas locos, pero han hecho una gran industria del invento y, ahora, las venden a los sevillanos.
Lo que hace esta señora es mangar de lo lindo, no es por nada. Los lápices de IKEA son para que la gente apunte medidas allí mismo, y lo de ir a una hamburguesería por afanar los ketchups no es ahorrar ni nada. Estoy con Isra, spanish imagineishon al poder!
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con que la señora tiene cierta querencia al afane. No me gustaría tenerla de asistenta.
EliminarPor cierto, brillaba Vd. por su ausencia y me alegra verla de nuevo presente por aquí.
Seguramente tenga en casa cerca de 500 millones de lápices de IKEA, cada vez que voy me los llevo a puñados y NUNCA los utilizo (seguro que tengo madera suficiente para hacerme un Chalet).
EliminarDesconocía esa oferta de IKEA. Me pasaré por allí pues ando bastante mal de lápices.
Eliminar¡Qué buena idea para ahorrar! La próxima vez que vaya a "Charlotte" de Chueca , iré con mi bolso de hombro de pitón rosa de Gucci y con disimulo, me llevaré el rollo de papel higiénico del baño y las tartas, crepes, pizzas, baguettes y croquetas, que la gente deja en las mesas sin comerlas!... Hay que enfrentar la crisis como sea...
ResponderEliminarMe parece sorprendente que la gente se deje todas esas delicias sin comer y considero una excelente idea la suya.
EliminarPor cierto, ni siquiera creo necesario que disimule; nadie va a sospechar de persona tan elegante y mucho menos con un bolso de Gucci.
Birlando por ahí se ahorra mogollón sí, qué lista es la Kelsey, que pruebe con la patente aunque lo mismo no cuela
ResponderEliminarVoy a tener que abrir los ojos cuando doy mis paseos matinales; ni siquiera puedo conseguir uno de esos periódicos gratis, lo único que pillo son folletos de inmobiliarias.
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