EL SÍNDROME DEL RESTAURANTE CHINO
(de muyinteresante.es)
Si después de comer en un restaurante chino ha sentido dolor de cabeza, ataques de asma, urticaria, palpitaciones o calambres es posible que usted haya sido víctima del llamado "síndrome del restaurante chino".
El causante de este cuadro clínico, cuya existencia real es cuestionada por muchos médicos, podría ser el glutamato monosódico o GMS, un aditivo potenciador del que se abusa en los restaurantes chinos. También llamado E-621, el GMS además puede encontrarse añadido comercialmente, aunque en cantidades menores, en mahonesas, mostazas, salsa de tomate, aceitunas, pasteles, vegetales, jamón y otros fiambres.
Una sorpresa bastante desagradable. Me habían dicho destacados galenos que la comida china es estupenda para el estómago y se digiere con absoluta facilidad. Aunque no soy asiduo del restaurante chino, durante mi estancia en London sí que iba con frecuencia, después de convencerme de que se comía mejor allí que en los equivalentes británicos.
Todos los días se entera uno de noticias deprimentes, es un asco.
Una sorpresa bastante desagradable. Me habían dicho destacados galenos que la comida china es estupenda para el estómago y se digiere con absoluta facilidad. Aunque no soy asiduo del restaurante chino, durante mi estancia en London sí que iba con frecuencia, después de convencerme de que se comía mejor allí que en los equivalentes británicos.
Todos los días se entera uno de noticias deprimentes, es un asco.
El GMS que le ponen los chinos, al parecer, a sus comidas debe de ser para conservar el color amarillo de sus pieles, igual que los valencianos le echan a las paellas azafrán, pero para atraer turistas british.
ResponderEliminarSerá por eso que si comes en un chino te quedas "amarillo" de palpitaciones y dolores de cabeza.
Nada como conservar la salud con un par de huevos fritos y patatas fritas con un trocito de jamón a la plancha o de morcilla frita.
Lo del azafrán en la paella es para invitados muy especiales. Normalmente se colorea con cochinilla, aunque se utiliza más la tartracina y otros colores artificiales. A los turistas, por muy british que sean, les cuelan el colorante 102 y tan contentos.
EliminarTotalmente de acuerdo con esa maravilla que cita: huevos con patatas fritas. Es lo que pido para Navidades.
Pues en ocasiones veo chinos y hasta entro a comer en alguno (a la peque le gusta, aunque preferimos un wok, es como menos choni ¿no?), y NUNCA me ha dado de eso, de todos modos he de decir que mi estómago es a prueba de bombas, recuerdo un antro donde cenamos un amigo y yo... de cocina manchega, y él se pasó 3 días en el hospital con salmonelosis y yo con un par de pedos de 7 colores solventé el exceso gastronómico.
ResponderEliminarEs envidiable la salud de la que disfruta fruto, seguramente, del agua de Complvtum y de sus visitas al gimnasio. Por el contrario, mi estómago es muy delicado y debo mantener a las Rennie repartidas por todos los bolsillos de mi ropa; es terrible sufrir una oleada de acidez y no encontrar las pastillas rápidamente.
EliminarHabía escuchado lo del GMS. De todos modos, no voy a padecer este síndrome, porque no voy a los restaurantes chinos...
ResponderEliminarHace muy bien. Estoy seguro de que prefiere los restaurantes italianos.
EliminarNunca me ha sucedido tal cosa, aunque selvidola plefiele que el chinito lo tlaiga a casa.
ResponderEliminarNo sé si glutamato o no pero las salsas les salen bastante ricas.
Ya decía Confucio que "soble gustos y cololes no han esclito los autoles".
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