Pido disculpas a mis queridas lectoras y lectores por el receso que me voy a tomar los próximos días debido a causas totalmente ajenas a mi voluntad. Un prestigioso galeno me va a inyectar mi ración mensual de Lucenti que, desafortunadamente, no va por vía intramuscular sino enchufando la aguja en pleno globo ocular. Algo bastante desagradable y que no recomiendo a ninguna persona.
Como esta delicia me deja con la visual fuera de control temporalmente, no tengo más remedio que dejar la pantalla del ordenador por unos días y dedicarme a meditar sobre las razones del santo padre para abandonar el cargo y, de paso, especular un poco con el nombre de su sucesor.
Que le sea lo más suave posible y ya sé, por otros, que es una "cabronada" esa medicina de los matasanos de periscopios.
ResponderEliminarCon sus meditaciones sáquenos del sinvivir en que estaremos hasta saber si el nuevo Pope es blanco, negro, americano, o canadiense. Sospecho que italiano y español no serán.
No se le ocurra, para distraerse durante los días de convalencia, oir ruídos de Isra porque se le enfermará hasta el colon.
Un abrazo
¡y eso que he apretado el culo que no me entraba una lenteja de canto!, da igual, me sascapao la caguetilla al ver una ajuga ¡y encima en tol ojal!.
ResponderEliminarQuu no sea nada, que se recupere pronto y que no lo lea esto Zerolo, a ver si va a ir a que le pongan un "pichazo en el ojete"
Mucho ánimo Bwana, esperamos verle pronto.
ResponderEliminarLe deseo una rápida recuperación y que esté pronto de vuelta con nosotros.
ResponderEliminarAnimo Bwana, que todo te salga bien.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que se pinche usted bien. Por cierto, para mi que el santo padre a caído víctima de una conspiración...
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