jueves, 13 de marzo de 2014

LUCHANDO CON LA ALMOHADA


Una empresa japonesa vende almohadas especialmente diseñadas para peleas a almohadazos
(de oddity central)


¿Sabíais que las peleas a almohadazos están de moda en Japón? ¿Y que existe una almohada específicamente diseñada para utilizarse en competiciones oficiales de la “Asociación Japonesa de lucha con almohada”? Si lo hubiera sabido antes,  me habría mudado al Japón para convertirme en un luchador a la almohada; ¡Vaya profesión más agradable!


La Asociación organiza torneos oficiales en la ciudad de Ito. El último se celebró hace una semana; los participantes tenían que abonar 15€ por pareja para competir por un premio de €850. El torneo tiene un reglamento según el cual cada equipo debe estar formado por cinco personas que permanecerán en un tatami, lanzándose almohadas mutuamente; cada vez que una alcanza la cabeza del oponente, éste debe abandonar el cuadrilátero..

La cosa se complica cuando, durante la batalla, el árbitro hace sonar el pito indicando ¡Que viene el maestro! lo que obliga a uno de los equipos a tumbarse, simulando que están dormidos. Un miembro del otro equipo se dedicará entonces a robar todas las almohadas que pueda de los oponentes que están “durmiendo”. El árbitro volverá a soplar el pito y se reanudará el lanzamiento de almohadas, hasta el próximo silbato.

Supongo que estas batallitas serán previas a los "Seminarios de lloroterapia" que describíamos el pasado sábado y que los japos emplean para quitarse el estrés. Si esas almohadas "ad hoc" llevan alguna piedrola en el interior, facilitaría mucho la emisión lagrimal para participar en los seminarios. 


8 comentarios:

  1. Están un poco atrasados en ese tema los japos porque los niños españoles ya desde los tiempos de Herodes El Grande jugaban a darse almohadazos. "La problema" viene que entre adultos los hay muy capaces, como dice, de meter en las almohadas trozos de plomo del tamaño de un puño. Y claro, luego dicen que lloran los japos.

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    1. Esos almohadazos infantiles iban acompañados por sus correspondientes saltos en la cama, mucho más entretenidos que hacerlo en ese tatami de los japos.

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  2. Voy a plantearme prepararme para las próximas Olimpiadas del Almohadazo.

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  3. Con los japoneses no hay cuando acabar. Y qué contraste. O sus ficciones tranquilas y contemplativas o sus inventos absurdos, casi surrealistas. Claro que el equivocado puedo ser yo. En esa isla la gente vive bastante y con muy buena calidad.

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    1. Aunque los armericanos los representaban en sus películas como bárbaros subnormales, esa gente es admirable, a pesar de su extraño comportamiento en ocasiones. Fuentes bien informadas me han dicho que su calidad de vida es estupenda.

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  4. Me gustan las almohadas, son buenas amigas.
    Usarlas para pegarle a alguien debe ir en contra de alguna estúpida norma ecologista
    ¿Están las almohadas en vías de extinción?
    ¿Las almohadas japonesas son de plumas o sintéticas?
    Y sio son sintéticas ¿Podrán usarlñas las "sin teticas"?
    Me corroe la duda

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    1. Después de leer su comentario, también me asaltan las dudas. Yo daba por sentado que esas almohadas eran de pluma de ganso pero, como dice, es posible que lo prohiba alguna de esas normas ecologistas.
      Estoy casi seguro de que las "sin teticas" las usan a menudo.
      Ahora le acompaño en su corrosión.

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