miércoles, 20 de enero de 2010

En Botswana (episodio 5 y último)

Como me temo que esta aventura está quedando algo larga, voy a hacer un resumen de los momentos previos y posteriores al encuentro con los escurridizos gwi y el brujo Ngongo Nabi.

Una vez dispuesto el 4x4 con varias latas de gas oil y provistos de dos kilos de bilong (una especie de cecina) y unas cuantas cervezas, salimos en la dirección que nos habían indicado en el poblado bosquimano.



Se trataba de un camino que atravesaba zonas habitadas por la fauna salvaje del lugar, como comprobamos con esta familia de ñus.



Poco después nos tropezábamos con esta bonita y fotogénica jirafa que estaba desayunando.





No habíamos recorrido más de cinco kilómetros, cuando pudimos captar a esta leona que seguramente había olido a la jirafa. Afortunadamente, no mostró el menor interés por nosotros. Incluso diría que nos despreció.



Unos kilómetros más adelante, nos encontramos con una zona selvática bastante tupida y empecé a ponerme nervioso.



"Amigo Geofrey, me parece que andamos perdidos", le dije al compañero. El tío, que todavía da señales de no haber superado la resaca, me contesta que no, que piensa vamos OK.



De repente nos encontramos con este grupo de bosquimanos que nos hacen el favor de posar en sus actitudes típicas de cazadores y recolectores. Nos aseguran que son gwis, lo que me produce una gran alegría.



A unos doscientos metros encontramos la choza donde, según éllos, habita el hechicero.



¡Efectivamente, aparece Ngongo Nabi, en todo su esplendor!




He encontrado a Ngongo bastante preocupado por el desarrollo turístico que el Gobierno de Botswana está apoyando en la reserva del Kalahari. "Nuestra gente ya no sabe dónde meterse, amigo Bwana" me dice.


Entre mi rudimentario setswana (idioma local) y el modesto inglés de Ngongo, tenemos que ayudarnos con movimientos de manos y gesticulaciones para entendernos. Como sé de qué pie cojea, le he traído de regalo 4 cajas de Capstan azul, que es su picadura favorita. Este truco siempre rompe el hielo y el gachó ha hablado hasta por los codos; procuraré hacer una traducción lo mejor posible de las cosas que me ha contado:

"Asunto señora Mma Mhlongo está perdido en el cielo, entre las nubes".

"Veo mucho yuyu y mucho humo, malo malo, Bwana"

"Gran alboroto entre tribu fang, gente mala, muy mala. Adoradores de Muluku."

He llegado a la conclusión, tras mi interesante charla con Ngongo, de que los rumores que han llegado a oídos de los familiares de la locutora, según me comentó Ben, deben de ser ciertos y la pobre mujer se encuentra en compañía de sus antepasados. Sospecho que su marcha al otro mundo fue precedida por actos que prefiero no comentar, para no herir susceptibilidades.

Antes de despedirme de mi amigo, contesto algunas de sus preguntas sobre la situación política.

El tío está al día sobre las cosas de la Unión Europea y me dice "Ese brujo español que manda ahora tiene mal yuyu, tener cuidado, Bwana". Cuando le aclaro que solo son seis meses de mandato, contesta: "Muchas lunas para grandes males por venir".

Subimos al vehículo y nos disponemos a realizar el pesado viaje de regreso a Gaborone. Esta vez cogeremos la carretera de Rakops y bordearemos la reserva por el este, hasta llegar a Gaborone.

En Serowe llamaré a Ben para confirmarle sus temores.

Lamento no relatar este nuevo recorrido, pero no me encontraba de humor para hacer fotografías por el camino; también había sufrido la picadura de una especie de nigua del Kalahari que me ha dejado varios habones por todo el cuerpo, cosa fina. Así que ahorraré a los lectores el rollo.

El día 10 de enero tomé el vuelo de regreso a España, vía Johanesburgo, después de haber recibido del amigo Ben el pago de mis modestos emolumentos.

16 comentarios:

  1. Um... ¿y la leona se comió a la jirafa?

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  2. Bwana que interesante relato!

    Siento mucho que se haya acabado, me estaba enganchando con sus aventuras en Bostwana.
    Que vida mas emocionante la suya!

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  3. "Muchas lunas para grandes males por venir".
    Jaja. No es tonto tu amigo.

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  4. Me ha sorprendido que para refrescarse se utilice tanto la cerveza por esos lugares... yo es que sin una tapita no me entra por mucho calor que haga.

    He de decirle que en su primera entrega, imprudentemente osé comentarle que me imaginaba el desenlace de la historia y lamento haberme equivocado (pobre señora, devorada por su jirafa... vale, son puras especulaciones) pues la maliciosa fecha del 22 de diciembre me hizo pensar que se había pirado con el gordo de navidad.

    Otra vez no me precipitaré en mis conclusiones.

    Excelente relato Bwana.

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  5. A mí ya me ha entrado el gusanillo de irme de viaje leyendo el post. Si es que sólo de ver la fotografía con el cuadro de mandos del coche y ya me veo en la carretera hacia dónde sea. Especialmente si los animales son tan afables como esa leona bien alimentada. ¿Te hubiese halagado más que os fuera a dar un muerdo? Bueno, interesante y colorido el relato.

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  6. Dª Ginebra:
    No lo sé, aunque me pareció que estaba suficientemente satisfecha con lo que tenía entre pecho y espalda.

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  7. Dª Laati:
    Algún día contaré mis odiseas marítimas, para que vea algo, de verdad, emocionante.
    Gracias por sus palabras

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  8. Dª palabra en cierne:
    Es que la sabiduría de esos personajes es proverbial.

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  9. D. isra:
    Como "tapas" llevábamos el famoso bilong, que espero sea de vaca, como dicen,aunque a 40º la cerveza no precisa de ningún aditamento.
    Agradecido por su valiosa opinión

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  10. D. David:
    Gracias a D. la leona pasó de largo
    sin molestarnos. No hubiéramos tenido más defensa que apretar el acelerador y salir echando humo.
    Si no fuera por los mosquitos y otros insectos no identificados, es una experiencia formidable. Gracias

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  11. Si no fuera porque no hay internet en el Kalahari, me iría para allí de cabeza. Que esos augurios del brujo van a ser ciertos.

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  12. Dª Maharani:
    Pues va a tener su oportunidad porque están desarrollando unos complejos turísticos de categoría. Ya he advertido aquí sobre la abundancia de insectos bastante molestos. Claro que no mandan en el gobierno, como por aquí.

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  13. Veo que has terminado la aventura en África... Esta tarde, después de comer vengo y leo lo que me falta sin faltaaaaa!!!!
    Besos.

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  14. Dª Ra:
    Muy agradecido por tu interés.
    Retorno el beso

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  15. Pues sí que le duró la resaca a Geofrey jajaja, me recuerda a las mías.
    Qué bonita la fauna salvaje, la leona ya no tanto... menos mal que no se interesó por vosotros ufffff!!!
    Los bosquimanos posando... jajaja qué coñeros! Y el hechicero... me encanta, a uno de esos tedría que ir yo a visitar!
    Siento lo de los habones, ¿pican mucho?...
    Bueno, Bwana, me encantó el relato de tu aventura por tierras africanas. Ha sido un placer leerte y vivir de tu puño y letra la experiencia.
    Un besazo.

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  16. Dª Ra:
    Estoy encantado de que te hayan gustado mis relatos africanos. Un día de éstos voy a contar alguna cosa de antiguas experiencias marinas en pleno Caribe.
    Mil gracias y recojo el besazo con alegría.
    (Los habones van mejorando con el ungüento que me regaló el amigo Nabi)

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