(1) Un perro, alérgico a los gatos, solo come patatas
(de Metro co.uk)
Los perros son conocidos por disfrutar de las cosas sencillas de la vida, como perseguir gatos y comer carne. Pero ése no es el caso del pobre Joey, un perro que es alérgico a los gatos, la carne y bastantes más cosas, excepto las patatas y las gachas.
Joey es un Collie alsaciano que sufre un desagradable sarpullido si come carne o caza un gato. Su alergia también aparece durante otras actividades, como correr a través de la hierba o saltar en el agua.
Sus dueños, Lisa McCormack y Scott Muirhead, lo alimentan con una dieta de patatas y gachas, exclusivamente. “Son las únicas cosas a las que no es alérgico”, dice Mr. Muirhead. ”Después de un año de visitas a veterinarios conseguimos que le hicieran un análisis especial de sangre para ver lo que le estaba pasando”.
“Los veterinarios locales estaban asombrados, nunca habían vista nada parecido”
Ahora esperan que un tratamiento de antibióticos, combinado con comida especial para perros, pueda ayudar a evitar las alergias de Joey. La Sra. McCormack dice que está mejorando bastante con el tratamiento.
No sé si le gustarán las gachas pero, por la cara que pone a las papas me da la impresión de que no le apetecen demasiado. Los dueños podrían probar con unas patatas bravas o servírselas con mojo picón, a ver si muestra más interés el animalico.
El chucho que sigue, a continuación, no debe de tener ningún problema con la comida a juzgar por el poderío que demuestra:
(de Metro co.uk)
Los perros son conocidos por disfrutar de las cosas sencillas de la vida, como perseguir gatos y comer carne. Pero ése no es el caso del pobre Joey, un perro que es alérgico a los gatos, la carne y bastantes más cosas, excepto las patatas y las gachas.
Joey es un Collie alsaciano que sufre un desagradable sarpullido si come carne o caza un gato. Su alergia también aparece durante otras actividades, como correr a través de la hierba o saltar en el agua.
Sus dueños, Lisa McCormack y Scott Muirhead, lo alimentan con una dieta de patatas y gachas, exclusivamente. “Son las únicas cosas a las que no es alérgico”, dice Mr. Muirhead. ”Después de un año de visitas a veterinarios conseguimos que le hicieran un análisis especial de sangre para ver lo que le estaba pasando”.
“Los veterinarios locales estaban asombrados, nunca habían vista nada parecido”
Ahora esperan que un tratamiento de antibióticos, combinado con comida especial para perros, pueda ayudar a evitar las alergias de Joey. La Sra. McCormack dice que está mejorando bastante con el tratamiento.
No sé si le gustarán las gachas pero, por la cara que pone a las papas me da la impresión de que no le apetecen demasiado. Los dueños podrían probar con unas patatas bravas o servírselas con mojo picón, a ver si muestra más interés el animalico.
El chucho que sigue, a continuación, no debe de tener ningún problema con la comida a juzgar por el poderío que demuestra:
(2) El perro que saca músculo en el gimnasio
Yang se ejercita a diario en la cinta corredora de un centro vigués
(de Faro de Vigo)
(Yang corre en la cinta del gimnasio Penta, ante la mirada de Loli, la madre de su propietaria. R. Grobas)
Está preparado para correr durante horas y sus músculos son de hierro, en su cuerpo de pura sangre. Yang es un perro que utiliza la cinta de un gimnasio para entrenarse. Su sueño no es convertirse en policía como Rex, sino coronarse como atleta en medio-maratones nacionales y portugueses.
La cinta del gimnasio es su campo de entrenamiento. Esculpe su cuerpo para conseguir su próximo objetivo: ganar los medio-maratones de Viana do Castelo y Vigo-Baiona. Tiene dos años que cumplió el pasado 10 de febrero y ya quedó segundo en la carrera para mascotas de la Subida ao Castro.
Cada entrenamiento del campeón capta la atención de los demás usuarios del centro. Él no se despista nunca ni intenta escaquearse del entrenamiento. "No se queja ni gruñe por el esfuerzo", asegura José Antonio Rodrigues, que se encarga del entrenamiento actual del can. Todos los días mantiene la marcha durante más de una hora a una media de 12 kilómetros por hora. "Llegó a alcanzar velocidades más altas, pero en menos tiempo", añade Rodrigues. Yang es sevillano de nacimiento, pero vigués de adopción. Nació en la casa de un cuidador andaluz y tiene antecedentes familiares de ganadores de concursos caninos. Pertenece a la raza American Stafforshire Terrier, caracterizada por una gran resistencia y catalogada como "potencialmente peligrosa". Sin embargo, Yang es la antítesis de la agresividad. Sus ojos marrones tienen un sempiterno brillo triste, aunque correr se los alegra. ¡Ah, atención, perras núbiles, esta joya está todavía soltera!
Por el lugar donde habita, no me extraña nada que el chucho se entrene dentro de un gimnasio, a cubierto de las interminables lluvias en el exterior. Lo malo es que, a la hora de correr la maratón, tendrá que hacerlo en un terreno fangoso muy distinto al de la cinta en la que se está preparando. Esperemos que logre alguna medalla; se lo merece.
Yang se ejercita a diario en la cinta corredora de un centro vigués
(de Faro de Vigo)
(Yang corre en la cinta del gimnasio Penta, ante la mirada de Loli, la madre de su propietaria. R. Grobas)
Está preparado para correr durante horas y sus músculos son de hierro, en su cuerpo de pura sangre. Yang es un perro que utiliza la cinta de un gimnasio para entrenarse. Su sueño no es convertirse en policía como Rex, sino coronarse como atleta en medio-maratones nacionales y portugueses.
La cinta del gimnasio es su campo de entrenamiento. Esculpe su cuerpo para conseguir su próximo objetivo: ganar los medio-maratones de Viana do Castelo y Vigo-Baiona. Tiene dos años que cumplió el pasado 10 de febrero y ya quedó segundo en la carrera para mascotas de la Subida ao Castro.
Cada entrenamiento del campeón capta la atención de los demás usuarios del centro. Él no se despista nunca ni intenta escaquearse del entrenamiento. "No se queja ni gruñe por el esfuerzo", asegura José Antonio Rodrigues, que se encarga del entrenamiento actual del can. Todos los días mantiene la marcha durante más de una hora a una media de 12 kilómetros por hora. "Llegó a alcanzar velocidades más altas, pero en menos tiempo", añade Rodrigues. Yang es sevillano de nacimiento, pero vigués de adopción. Nació en la casa de un cuidador andaluz y tiene antecedentes familiares de ganadores de concursos caninos. Pertenece a la raza American Stafforshire Terrier, caracterizada por una gran resistencia y catalogada como "potencialmente peligrosa". Sin embargo, Yang es la antítesis de la agresividad. Sus ojos marrones tienen un sempiterno brillo triste, aunque correr se los alegra. ¡Ah, atención, perras núbiles, esta joya está todavía soltera!
Por el lugar donde habita, no me extraña nada que el chucho se entrene dentro de un gimnasio, a cubierto de las interminables lluvias en el exterior. Lo malo es que, a la hora de correr la maratón, tendrá que hacerlo en un terreno fangoso muy distinto al de la cinta en la que se está preparando. Esperemos que logre alguna medalla; se lo merece.
A mis perras si les das a elegir entre patatas fritas y pienso, también prefieren patatas. Éste me parece que es un listillo...
ResponderEliminarY con el segundo que tengan cuidado, que se empieza así y se acaba vigoréxico, o como Josemari.
La verdad es que no me extraña que el perro de la foto tenga cara de mustio ante un plato de patatas viudas.
ResponderEliminarEn vez de ser un pastor belga (seguramente más aficionado a los mejillones), debería ser un pastor irlandés.
Me encanta el perro de las patatas! Es precioso y si es alérgico a cazar gatos... ideal para mi! Que me lo manden para casa!
ResponderEliminarBesote
Pues no crea D. Bwana, yo conozco un perro, sin mas, que tiene su propio blog.
ResponderEliminar¡ Vea, vea !
Bwana, ya conoce mi animadversión por esos animales... que se jodan.
ResponderEliminarNo sé que me resulta más molesto de ellos, los ladridos a altas horas de la madrugada, su adorable pestuzo que dejan en el ascensor cuando los sacan de paseo, los truños que depositan aleatoriamente por la vía publica y que en ocasiones alcanzan dimensiones desproporcionadamente nauseabundas, su corta inteligencia, etc.
Donde estén los gatos !!!!!, señoriales, inteligentes, educados, limpios, silenciosos.
Ah, y el que corre en la cinta además de tonto es gilipollas.
Dª Maharani:
ResponderEliminarA mi me parece que las patatas del plato están crudas o al vapor. Si fueran fritas, seguro que el chucho habría puesto otra cara.
Respecto a la vigorexia, tengo previsto un post sobre el problema.
D. Laslo:
ResponderEliminar¡Y tan viudas! Yo habría puesto mala cara también.
Supongo que lo de irlandés es por su afición a las patatas. Puede ser.
Dª Cris:
ResponderEliminarLo siento, me temo que Lisa y Scott
no van a desprenderse del animalito.
Un beso
Dª Chocolat Soul:
ResponderEliminarEfectivamente, la vida del perro es muy perra.
También estoy de acuerdo con lo del
abuso de las mascotas. Seguramente los dueños han fracasado en alguna maratón.
D. Carlos:
ResponderEliminarEl blog del perro es magnífico. ¡Hay que ver lo listos que son!
D. isra:
ResponderEliminarHombre, algunos perros son bastante educados y solo ladran a la hora de la siesta.
Coincido con su preferencia por los gatos (y por las gatas).
Está claro que el Don Isra es un sibaritón al que molestan los objetos y animales que no sean de cartón con seda.
ResponderEliminarYo he tenido varios perros y son cariñosos y agradecidos, pero exigen demasiada atención y coartan la libertad de desplazamientos.
Los chuchos suelen tener rarezas increíbles. Son muchísimo más impertinentes y vividores que los humanos.
El gato probablemente sea el más inteligente, junto con el caballo fino.
En cualquier caso, a estas alturas de la vida estoy como Isra : no quiero cerca animales ni de cuatro ni de dos patas que no sean medianamente comprensibles.
D. Javier:
ResponderEliminarEstoy de acuerdo; llega un momento en la vida en que hay que olvidarse de los cuadrúpedos y seleccionar cuidadosamente a los bípedos que nos rodean.
La mía, come de todo si se lo doy
ResponderEliminarD. mamuma:
ResponderEliminarPues tiene Vd. suerte; le felicito.
Mi nombre es Rebecca y han pasado 2 meses desde el dr. Iyabiye me salvó de la hepatitis crónica b. Sufrí esa enfermedad durante mucho tiempo, mi estómago estaba inflamado y tenía dolor en todo el cuerpo. Lo llamé y él me dio su medicamento y después de que tomé el medicamento, me recuperé. Estoy aquí para agradecerle y hacerle saber a la gente que la hepatitis se puede curar. Póngase en contacto con él en: iyabiyehealinghome@gmail.com Llame al: +2348072229413
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