lunes, 13 de enero de 2014

La lengua electrónica


Crean una "lengua electrónica" para fabricar mejores vinos
(de etcetera.com)

En todos los campos industriales, la tecnología es capaz de beneficiarlos altamente si se desarrollan mecanismos útiles. En  vinicultura saber cuál es el momento ideal para retirar las uvas del vid es fundamental en la producción de los vinos.

Para obtener esta precisión, integrantes de la Universidad Politécnica de Valencia, España, crearon un dispositivo de nombre “lengua volumétrica o electrónica” que es capaz de cumplir con las funciones de la lengua humana, ya que específica el momento perfecto para recolectar las uvas del viñedo y entonces iniciar el proceso de fabricación del vino.

Ramón Martínez-Máñez, coautor del proyecto, explicó a la BBC Mundo que el dispositivo es un cilindro de acero, equipado con electrodos, que analizan la cantidad de azúcar (°Briz), el nivel de acidez total, y el pH de las uva, está información indica el mejor momento para cosechar las uvas.
Tradicionalmente el proceso se realiza en forma individual, con aparatos específicos y en un laboratorio.

Martínez-Máñez detalló que la gran ventaja de la “lengua electrónica” es que permite tener certeza científica respecto a la calidad de la fruta al inicio del proceso, lo que es prácticamente elemental para tener un excelente producto final. “La recolección es muy importante porque marca el resto de la cadena de fabricación, así que tiene que ocurrir en el momento adecuado: si la fruta está demasiado dulce, la cantidad de alcohol en la bebida no sería la correcta; y si no se recoge a tiempo, se pudre".

Los investigadores construyeron la “lengua electrónica” inspirados en la nariz electrónica, que permite identificar olores utilizando patrones de reconocimiento que se procesan a través de una computadora.

El trabajo de campo lo realizaron en agosto y septiembre de 2012, durante las cosechas de la zona del Mediterráneo español. Los ocho tipos de uva que se estudiaron fueron: Cabernet Sauvignon, Shyrah, Chardonnay, Pinot Noir, Merlot, Macabeo y Boba.

Finalmente los datos recolectados por el dispositivo, fueron corroborados a través de métodos tradicionales en laboratorios.

Si tienen que corroborar los datos de la lengua electrónica a base de los métodos tradicionales, o no se fían de la lengua o es que tienen ganas de enredar. ¡Con los estupendos vinos que hemos producido siempre en España sin necesidad de meter la lengua en las vides!
He tenido la suerte de experimentar el gusto de pisar las uvas, cuando se utilizaba ese método tradicional para obtener el mosto. Esas uvas deslizándose entre los dedos era una sensación de lo más placentera. 


6 comentarios:

  1. Es mucho más sencillo, para ese objetivo, utilizar a un fraile que analice la calidad de la uva o de lo que sea, incluso del punto perfecto de asado de un cordero. Observe, Don Bwana, que el monje Perignom inventó el champagne y no sabía nada de lenguas electrónicas, que otros frailes han creado el Benedictine, el Chartreux e incluso los mejores coñacs de La France.

    Y para calibrar la calidad de los postres de repostería nada mejor que usar monjas : inventoras de todo tipo de pastas, yemas y dulces.

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    1. Esos ilustres monjes que menciona, Don Javier, merecen el respeto de toda la Humanidad. Me permito incorporar a la lista a los cartujos, que inventaron el noble licor Chartreuse, otra delicia para el paladar.
      Ninguno necesitó esa lengua electrónica para nada.

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  2. Se podrían meter esa lengua en el culo y hacer rulo rulo, ¿la van a vender a todas las amas de casa para coger el punto de sal a las comidas?... ¡anda y váyanse a la mierda! (los inventores no Vds. Bwana y Tella)

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    1. Veo que es Vd. consecuente con su promesa de respetar la enfermedad de Zerolo, pues era una oportunidad perfecta para traerlo a colación.

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  3. Con la cantidad de lenguaraces y charlatanes que tenemos y que viven criticando el vino, ¿para que queremos también una lengua electrónica?...
    (comparto la fisiológica opinión de Isra)

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    1. Es lo que traen las modernidades; cuando se dejó de pisar la uva para obtener el mosto, ya bajó bastante la calidad de los caldos. Ahora traen esa lengua que, con toda seguridad, estropeará el sabor y encarecerá el precio. Menos mal que todaía puede saborearse un Castell del Remei por 7, 50.

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