martes, 4 de marzo de 2014

RAREZAS DE LA NATURALEZA (segunda parte)

Continuamos con la exhibición de algunos extraños animales con los que la Naturaleza no cesa de sorprendernos. 

En primer lugar observemos al BABIROUSA:


El babirusa (Babyrousa babyrussa) es una especie de mamífero artiodáctilo de la familia Suidae. Es un extraño cerdo nativo de las islas Célebes, en el centro de Indonesia. Su nombre deriva del malayo "båbí rûsa", que significa "puerco ciervo". Este apelativo se debe a que en el babirusa, los colmillos superiores se curvan hacia arriba de forma tan cerrada que acaban perforando la carne del morro y asemejándose a un par de cuernos; a veces incluso llegan a tocar con el extremo la frente del animal. Se encuentra en peligro de extinción desde hace ya algunas décadas y fue incluido en el convenio CITES en 1975.


A continuación, veamos al curioso DUGONGO:


Además del tamaño menor (3 metros de longitud y 200 kilogramos de peso) se diferencia de los manatíes en la forma bilobulada de su aleta caudal, semejante a la de un cetáceo, la presencia de restos rudimentarios de las extremidades posteriores en el esqueleto (no visibles desde el exterior), su pelvis más primitiva y su peculiar dentición. Los adultos carecen de molares y usan unas placas córneas para triturar el alimento; además de ello, los machos presentan un par de incisivos salientes análogos a los de los elefantes.

Se distribuye por zonas costeras de los océanos Índico y Pacífico. Zonas costeras del este de África, desde el Sinaí al sur de Mozambique, aguas de Madagascar, varias islas del océano Índico, India, Sri Lanka, la península de Indochina, Indonesia, Filipinas, Nueva Guinea y norte de Australia. Por el este llegan hasta las islas Salomón y la Polinesia Francesa, y por el norte alcanzan las islas de Hainan (China), Taiwán y las islas Ryukyu del Japón.


Para terminar, aquí tenemos al Rubicalbis Perpetorum:



Mamífero en peligro de extinción debido al acoso de otros ejemplares de la  especie Sociatilus Ávideces, a los que solía comandar en sus incursiones por la península ibérica pero que, cansados de sus continuos  fracasos en el dominio del hábitat peninsular, han empezado a buscar otros sujetos más adecuados al liderato que desean. No confundir con el popular personaje de un conocido licor. 


6 comentarios:

  1. Tengo la impresión de que la única manera de acabar con Rubicalbis es con un misil y tirado desde cerquita, no vaya a ser.

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    1. Tal vez no sea precisa una forma tan sutil y baste con el ataque de los Soiciatulus Avideces para terminar con el bicho.

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  2. El último dudo de que sea un mamífero, tal como le han certificado a usted Don Bwana, y a poco que enseñe los colmillos es exacto al babirusa. Y éste además teminará, según vaya creciendo, hincándose esos colmillos en los ojos.

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    1. ¡Pues solo le faltaba asomar los colmillos! Tampoco creo que le valga para defenderse de los Sociatilus Avideces ésos.

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  3. Como te muerda el mono del anís no hay vacuna que valga

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    1. Efectivamente, ni antibiótico activo que lo cure.

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