El estudio en cuestión contó con 20 personas, de unos 55 años de media, que presentaban un índice de masa corporal (IMC) de 33,7 puntos, que permanecieron durante una semana viviendo a una altura de 2.650 metros sin cambios en la dieta ni en su actividad física diaria.
Tras pasar estos siete días en altura, los investigadores detectaron una pérdida de peso significativa, acompañada de una mejora de la presión arterial y una menor ingesta de alimentos. Además, según informa la cadena de televisión francesa TF1 en su página web, estos efectos se mantuvieron hasta cuatro semanas después de haber bajado de altura.
Según indica el autor del estudio, Florian Lippl, la reducción de peso puede deberse principalmente al aumento de las tasas de metabolismo basal (que se corresponde con el gasto energético en reposo), ya observada en altura en estudios previos, y la reducción de la ingesta de alimentos.
En cuanto a esto último, Lippl apunta que puede deberse a la pérdida de apetito propia del mal de altura, si bien hay otros factores específicos que denotan un cambio en la dinámica, como un aumento en los niveles de leptina, una hormona cuya acción provoca una disminución en el apetito.
Sin embargo, explican los investigadores, los bajos niveles de oxígeno que se dan en grandes altitudes podrían ser la causa de este aumento en los niveles de leptina.
¡Vaya noticia tan estupenda! Da la casualidad de que esa altura de 2.650 metros sobre el nivel del mar, donde se hizo el estudio, es igual a la de la bella capital colombiana Bogotá.
La solución para mis problemas de peso, que aún arrastro desde las pasadas fiestas, no puede ser más agradable. Unas vacaciones en Bogotá y ¡adiós michelines!. Por si fuera poco, tendré oportunidad de saludar a mis amistades en esa ciudad y alegrarme la vista con sus maravillosos monumentos. De paso averiguaré cómo va el tema de los hipopótamos .
Hombre, sí, con el mal de altura no te apetece comer. Claro que tampoco te apetece respirar, ni moverte, ni...
ResponderEliminarY esos son los listos... ya me dirá Vd. cómo si no lo van a hacer si no es midiendo las tasas de metabolismo basal, NO HAY OTRA, con un IMC de 33,7 la única opción de actividad normal que les queda es reptar hasta engullir su próxima presa cruda.
ResponderEliminarSe lo dice una persona que gracias a su alimentación y control de la misma luce un espectacular cuerpazo.
Salud amigo.
El tema es que nada es perfecto... también envejece uno antes, por otra parte, tienes altitudes mayores mucho más cerca, claro que si es por las amistades...
ResponderEliminarUn saludo.
Puff!
ResponderEliminar¿Y no será mejor un poco de régimen y ejercicio?
No obstante, si a usted le apetece ir a Bogotá de visita no seré yo quién le quite la idea... jeje!
Besos!
D. Bwana, ¡qué susto! Creí que iba a decir vacaciones en la cojotorre de Abu Dabi...
ResponderEliminarSi de verdad queremos perder esos kilitos no se preocupe ya están tomando medidas en el Congreso para dejarnos famélicos.
El gobierno, “hace como que hace pero no hace”. Crea una comisión. El electorado, “hago como que voto pero no voto”. Para comisiones tenemos el coño.
Zapatero y Rajoy, cinco insoportables horas de cobardía insostenible
Un abrazo, amigo mío.
Dª Ginebra:
ResponderEliminarNo se crea, a 2650 m de altitud no se nota el mal de altura; he pasado allí diez días con todas mis apetencias inalteradas.
D. isra:
ResponderEliminarNo sabía que estuviera tan puesto en asuntos de metabolismo. ¡Hay que ver qué nivel! Y encima disfruta de un físico de categoría. (Y yo con estos michelines....)
elblogdelosmudos:
ResponderEliminarYa sé que Navacerrada está a tiro de pistola, pero es que hace un frío que pela, mientras que en Bogota el asunto está calentito.
Dª Ana:
ResponderEliminarEl asunto del régimen es que está muy chungo. Prefiero el viajecito a Sudamérica.
Besos
D. Alfredo:
ResponderEliminarNo crea que no he pensado en los emiratos, pero resulta algo oneroso para mis bolsillos.
Un abrazo
Pues no me fío yo mucho de ese estudio, la verdad. Y la razón me la dan precisamente los hipopótamos.
ResponderEliminarCon lo bueno que es el deporte, subir y bajar escaleras... Si fuera tan fácil como eso... No sé... Igual es cierto, aunque yo no me lo creo ni eso ni lo de la alcachofa jeje
ResponderEliminarLo mejor para adelgazar, es la dieta del cucurucho, comer poco y f... mucho ;)
Besos.
Si. Parece un buen remedio.
ResponderEliminarBwana...Pobres hipopótamos...¿No habría que denunciar a tus amigo en lugar de ayudarlos?
Les van a caer de eeuu para hacer la peli:
"Un hipopótamo suelto en Colombia"
No. Eso no es vida.
Yo que vos...Ya sabés.
Ponete las pilas!!
Dª Maharani:
ResponderEliminarAparte de que los hipos andaban por cerca de los ríos, me extrañaría mucho ver a uno flaco, yo no lo he visto nunca. Por cierto, tampoco he visto a ninguna china o chino gordos.
Dª Ra:
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con lo de la dieta del cucurucho, tanto como evento deportivo como agradable solaz.
Besos ;))
Dª Rowen:
ResponderEliminarLo que pretendíamos en Colombia era reunir a esos bichos y aparcarlos en un lugar seguro, sin producirles el menor daño. Desgraciadamente, fracasamos rotundamente y andan todavía sueltos, expuestos a graves peligros.
Por cierto, no necesito pilas, ya que tengo conexión directa a la red.
Un beso, guapa
Pués a disfrutr y a adelgazar Bwana
ResponderEliminarD. mamuma:
ResponderEliminar¡Y que Vd. lo vea!