En el primero la policía ha logrado convencer al sujeto de que la vida es bella y el tipo ha desistido de sus intenciones.
(1) Suicidio evitado
(de Tele5)
La policía china ha evitado el suicidio de un hombre que quería tirarse desde un poste de la luz en un paso elevado en Kunming, capital de la provincia de Yunnan. EL hombre estaba sentado en el poste de la luz dispuesto a tirarse al vacío pero los agentes de policía evitaron la tragedia y consiguieron llevar al suicida a un lugar seguro entre los aplausos de los curiosos que se agolparon a ver la escena.
El segundo caso es más curioso, ya que el presunto suicida ha evitado una muerte segura gracias a las pastillas que había tomado para causarse la muerte:
(2) Suicidio frustrado por el sueño
(de Asia news)
Yang Jun, de 30 años pensaba acabar con todo este mes, pero hasta los proyectos mejor elaborados pueden fallar en el último momento. En lugar de haber sido salvado por la campana en el último minuto, como les sucede a las heroínas y a los héroes en las películas, a Jun le salvó el sueño.
“No podía decidirme por qué procedimiento emplear, una sobredosis de somníferos o un salto al vacío. Así que decidí utilizar ambos. Sin embargo empecé a sentir sueño cuando subía a la azotea del edificio y todo lo que puedo recordar es que me desperté en el hospital”, dice Jun.
La policía lo mantuvo entretenido conversando con el fulano, pero las píldoras hicieron efecto y Jun fue incapaz de mantener los ojos abiertos. Enseguida se quedó dormido y empezó a roncar ruidosamente.
Da la impresión de que estos chinos tienen un problema para irse al otro mundo, como ya descubrimos anteriormente.
De todas maneras eso de ponerse ciego de somníferos para tirarse desde la azotea solo se le ocurre a un pirao. Tal vez pensara que, dormido, no iba a sentir el golpetazo.
Esperemos que sus sueños hayan sido más felices que la triste realidad.
ResponderEliminarLos chinos son muy eficaces, así que me da la impresión de lo que quieren éstos es llamar la atención para salir en la telebasura china a contar su vida.
ResponderEliminarEstos no creen en paraísos con huries pero gustan de huir de paraisos comunistas, y ahí está el problema.
ResponderEliminarNo tienen escape : si trabajan allí, en China, los explotan miserablemnete, y si trabajan en el extranjero, por ejemplo en España, lo mismo.
Estos chinos son unos cutres jajaja, anda que quedarse dormido justo antes de tirarse por la azotea jajaja
ResponderEliminarUn saludo.
La madre de un amigo (vieja perdía) intentó suicidarse repetidamente, y siempre fracasaba la pobre. Una pesadez, que tenía que haberse muerto la primera vez que lo intentó, caramba, que para eso lo intentaba. Al final se murió de más vieja todavía.
ResponderEliminarD. aspirante:
ResponderEliminarÉso esperamos todos
Amén!
Dª maharani:
ResponderEliminarDebe de ser certo lo que Vd. sospecha. La telebasura china, por cierto, puede verse por Imagenio.
D. Javier:
ResponderEliminarYa me habían contado éso de que también los explotan en España. Según parece, los miles de negocios que abren diariamente, pertenecen a mafias.
Están aviados, los pobres.
D. CAROLVS II:
ResponderEliminarUna tragicomedia, en efecto.
Saludos
Dª Ginebra:
ResponderEliminarEs lo que pasa, al final se consigue lo que se quería, aunque,entonces, ya no pueda arrepentirse.
(Lo de "vieja perdía" me ha hecho reír un rato)
Los japoneses se suicidan a mogollón y ahora los chinos...cuando veo el metro de allí y sacan imágenes de sus calles y sus playas casi no puedo respirar del agobio,quizás sea por eso
ResponderEliminarSi uno quiere suicidarse realmente no falla, un tiro o un salto es cuestión de milésimas de segundo, esos son unos pringaos.
ResponderEliminarMe ofrezco como ángel de la muerte, un sobresueldo por hacer feliz a la gente... anda, igual que los políticos destepais
Dª Maribeluca:
ResponderEliminarEs posible que la falta de espacio vital en su tierra sea la causa del poco apego que le tienen a la vida. A ver qué pasa cuando llenen ésto.
D. isra:
ResponderEliminarTiene razón, el que intenta suicidarse y no lo consigue es que, en realidad, no quería hacerlo.
De los ángeles de la muerte, perdón, de la guarda del gobierno, mi cardiólogo me ha prohibido hacer ningún comentario.