(de metro.co.uk)
Algunos coleccionan sellos, otros, monedas y algunos hasta tapones de refrescos o botellas de cerveza, pero ¿habían Vds. oído hablar de un coleccionista de ladrillos? Pues Neil Brittlebank hace décadas que recorre Gran Bretaña para coleccionar ladrillos raros.
Según Neil, de 78 años, cada uno de los mil ladrillos de su colección tiene su historia. "Simplemente me parece una vergüenza no preservarlos ya que forman parte de nuestro acervo cultural", dice. Su ladrillo más antiguo es de 1892, pero se mantiene al tanto de cualquier demolición para recoger algún ejemplar interesante. Neil presume de la rareza de alguno de los ladrillos de su colección de la que, dice estar orgulloso.
Este caballero podría darse un paseo por España donde encontraría abundante material para su colección a precio de saldo. Tengo la sospecha de que se trata de un antiguo filatelista, convertido en ladrillista por la práctica desaparición de los sellos desde la invención de las máquinas de franqueo y posterior remate por los fatídicos email.
Adenda:
Pido disculpas por mi ausencia temporal de este espacio ya que, siguiendo recomendaciones del galeno, tengo que volver a someterme al desagradable pinchazo de Lucenty en el ojo derecho. Espero regresar tan pronto como sea capaz de ver la pantalla del ordenador y, entre tanto, pueden Vds. disfrutar de este post debidamente programado.
See you later...
Suspicio que por ese LUCENTY (que no sé lo que es) hay una guapísima enfermera dedicada a pichar ojos y lo que haga falta.
ResponderEliminarTenga cuidadín, Don Bwana, no se vaya a aficionar como el ladrillero a coleccionar "pinchazos".
Que no sea nada.
El ladrillero ese disimula pero creo que su objetivo es reunir suficientes como para hacerse otro palacio de Windsor para él solito.
Verá Bwana, todo el sábado de barbacoa, el domingo de comunión.... he engordado 5 kg estos dos días, TODA la sangre sigue en el estógamo haciendo la digestión, consecuentemente la sangre no llega al cerebro, por lo que no puedo comentar nada de ese gilipollas que hace honor a su origen.
ResponderEliminarEsa pérdida, espero que momentánea, de riego al cerebro, no es óbice para desearle una pronta recuperación y poder disfrutar de su compañía el 22.
¿le acompañará Irina el 22?
Hoy no debemos asombrarnos de nada. Yo tenía un abuelo que coleccionaba billetes de cien dólares de la Confederación...
ResponderEliminarSi ya lo digo yo, que raritos son.
ResponderEliminar