Cuando la chevecha se sube a la cabecha

(¡¡¡HURRA, ESPAÑA!!!)

Una buena cerveza helada (hasta, inclusive, un par de éllas), es una manera deliciosa de protegerse de estos calores que nos asfixian; pero hay que procurar mantener una moderación en los impulsos, para evitar sucedidos como los dos casos que se copian a continuación:

(1) Dos hombres se disparan mutuamente para “ver si duele”
(de themercury.com)

Ambos hombres han tenido que ser intervenidos quirúrgicamente para extraerles varios balines de sus posaderas. La policía de Victoria, Australia, dice que después de haber disfrutado de una sesión de cerveza la tarde del domingo pasado, se les ocurrió la idea de dispararse mutuamente con un rifle de aire comprimido para comprobar si la entrada del balín causaba dolor.
Los fulanos disparaban alternativamente a nalgas y piernas. Aunque informaron a la policía que se encontraban bien, acudieron al hospital dos días después para que les quitaran el plomo que tenían dentro de sus cuerpos.
En cuando mejoren, serán interrogados por la policía. El rifle fue confiscado en el lugar de los hechos.

(2) Prenden fuego a un hombre por perder una apuesta

(de Sfgate.com)

Los compañeros de un hombre de 47 años, le prenden fuego en su pierna protésica tras perder una apuesta, causándole graves quemaduras en las nalgas y la espalda. Los agentes del sherif del condado de Doña Ana, encontraron al hombre, desnudo y con su prótesis en llamas, en la carretera 70. Según indican los agentes, el hombre y sus amigos estaban bebiendo y apostaron a que el último en beberse la cerveza sería incendiado.

El fulano dijo que, a la sexta cerveza, fue el último en beberla y accedió a que sus amigos lo quemaran.

La oficina del sherif dice que el hombre se quitó las ropas para evitar el dolor y sus amigos decidieron llevarlo al hospital, pero se pusieron nerviosos y decidieron abandonarlo en el arcén de la carretera.

El herido ha sido trasladado a un hospital de quemados de Texas.

Aquí podemos comprobar los terribles efectos de la combinación cerveza-gilipollas.

En el primer caso, no entiendo qué piensa averiguar la policía con los interrogatorios; ¿pretenderán saber si les dolió la entrada de las balas o la extracción de las mismas en el hospital?

En cuanto al asunto de la apuesta, me parece que el cojo debería cambiar de amigos y reunirse con gente que juegue a cosas más sencillas; por ejemplo, a lo de que "el último que beba es maricón".