Un norteamericano consigue unos 55.000 euros al año por llevar camisetas publicitarias
(de LaVanguardia.es)
El chico, de 26 años y experto en marketing de Florida (Estados Unidos), se pasea cada día con una camiseta diferente, de una compañía distinta, por un precio que varía en función del calendario y aumenta a lo largo del año. En cifras concretas, comprar su tórax el 1 de enero cuesta 1 dólar y hacerlo el 31 de diciembre, 365 dólares (poco más de 243 euros). Además, tiene claro que al hombre-anuncio del siglo XXI no puede faltarle el componente 2.0, así que también escribe posts, actualiza su perfil de Facebook, cuelga fotos en Flickr y vídeos en Ustream, y twittea sus andanzas publicitarias. Con casi 3.000 "amigos" en Facebook y más de 21.000 seguidores en Twitter, la propuesta de Sadler atrae tanto a pequeños negocios en busca de anuncios baratos y efectivos como a grandes firmas con ganas de experimentar con nuevos formatos. O eso dice en su web, iwearyourshirt.com, donde advierte que ya tiene vendido todo lo que queda del 2009 y parte del 2010. El negocio, a pesar de la crisis o gracias a ella, va viento en popa. A lo que se saca con las camisetas, Sadler le suma otros 1.500 dólares (unos 1.000 euros) por patrocinios mensuales, lo que añade 18.000 dólares (unos 12.000 euros) a sus ganancias y le ha permitido llegar este año a los 83.000 dólares anteriormente mencionados. Por eso ya tiene pensado ampliar el capital humano de la empresa y subir los precios. Para el 2010, además de su propio pecho, Sadler ofrece a su colega Evan como hombre-anuncio para la costa oeste de los Estados Unidos. Todo por el doble de lo que cuestan ahora sus servicios. Porque, según él, la fórmula lo vale. El secreto, dice, está en "no vender ideas o conceptos sino más bien en entablar conversaciones con la gente y ser uno mismo."
(de LaVanguardia.es)
El chico, de 26 años y experto en marketing de Florida (Estados Unidos), se pasea cada día con una camiseta diferente, de una compañía distinta, por un precio que varía en función del calendario y aumenta a lo largo del año. En cifras concretas, comprar su tórax el 1 de enero cuesta 1 dólar y hacerlo el 31 de diciembre, 365 dólares (poco más de 243 euros). Además, tiene claro que al hombre-anuncio del siglo XXI no puede faltarle el componente 2.0, así que también escribe posts, actualiza su perfil de Facebook, cuelga fotos en Flickr y vídeos en Ustream, y twittea sus andanzas publicitarias. Con casi 3.000 "amigos" en Facebook y más de 21.000 seguidores en Twitter, la propuesta de Sadler atrae tanto a pequeños negocios en busca de anuncios baratos y efectivos como a grandes firmas con ganas de experimentar con nuevos formatos. O eso dice en su web, iwearyourshirt.com, donde advierte que ya tiene vendido todo lo que queda del 2009 y parte del 2010. El negocio, a pesar de la crisis o gracias a ella, va viento en popa. A lo que se saca con las camisetas, Sadler le suma otros 1.500 dólares (unos 1.000 euros) por patrocinios mensuales, lo que añade 18.000 dólares (unos 12.000 euros) a sus ganancias y le ha permitido llegar este año a los 83.000 dólares anteriormente mencionados. Por eso ya tiene pensado ampliar el capital humano de la empresa y subir los precios. Para el 2010, además de su propio pecho, Sadler ofrece a su colega Evan como hombre-anuncio para la costa oeste de los Estados Unidos. Todo por el doble de lo que cuestan ahora sus servicios. Porque, según él, la fórmula lo vale. El secreto, dice, está en "no vender ideas o conceptos sino más bien en entablar conversaciones con la gente y ser uno mismo."
Esto último ya lo escuchaba yo hace algunos años. Era la manía del "Quiero ser yo mismo", que me repetía mi hijo cuando le preguntaba qué pensaba hacer en el futuro. Por lo visto, ser "yo mismo" consistía en especializarse en primero de Económicas, pues lleva ahí tres años.
Esos americanos siempre con sus exageraciones, aquí un hombre-anuncio no se gana 55.000$ en toda la vida y eso suponiendo que el alcalde le deje ejercer su profesión.
A propósito, muy bella la ropa interior del Real Madrid que vi anoche por TV. A ver si los jugadores se animan.
Un chico listo.
ResponderEliminarAquí probablemente no se comería una rosca.
Que gente mas lista!
ResponderEliminarQue envidia. Los demas tenemos que sudar mucho la camiseta para ganarnos la vida.
Por cierto, Bwana, los jugadores del RM mejor que sigan con sus camisetas normales,que sino menudo pitorreo
Especializarse en primero de económicas no está tan mal. Peor sería hacer un máster en mus acompañado de un doctorado en cervezología. Aunque creo que hoy por hoy no son incompatibles.
ResponderEliminarUn abrazo D. Bwana.
¡Jo! ¡Qué tio!
ResponderEliminarBuenos días nos de Dios a casi todos Sr. Bwana.
Dª Maharani:
ResponderEliminarNo sé, a lo mejor le conseguía un puesto el Zerolo.
Esa idea "me se pasó" por la cabeza hace tiempo, pero al final la descarté porque prefiero ir (invierno inclusive) a pecho descubierto, luciendo mis espectaculares pectorales, mis impresionantes abdominales y mis poderosos brazos.
ResponderEliminarY mira que podría ganarme pa los frenadoles con el invento... pero me puede el exibicionismo
Dª Laati:
ResponderEliminarEn los USA hay mucha gente así; creo que ya he contado lo del chico de Manhattan que ha puesto una fábrica donde envasa agua del grifo, en unas botellas muy majas, con la etiqueta de "NY real water" y se ha hecho rico.
D. Laslo:
ResponderEliminarAsí es; a propósito, dicen los chicos del botellón que estas Navidades llevarán chubasqueros, porque el alcalde va a combatirlos a base de regar las zonas de pachanga.
D. Carlos:
ResponderEliminarComparto su asombro. Aquí en Madrid preferimos irnos de puente, a ser posible desde ayer por la tarde.
Muy buenos días.
D. isra:
ResponderEliminarHace Vd. muy bien. Si yo tuviera esa musculatura de la que presume, haría lo mismo; sobre todo un estómago sin michelines alrededor me ayudaría a ligar con la Jessica, que tiene la manía de llamarme fatty.
Es bonito, ver una idea original
ResponderEliminarY los modelos del Real Madrid, sudando la lancería, D. Bwana.
ResponderEliminarNo quiero presumir como otros de musculito, pero mi tableta de chocolate, antes de derretirse, fue famosa.
Un saludo, amigo.
D. mamuma:
ResponderEliminarEs que el chaval se lo ha currado a base de bien.
D. Alfredo:
ResponderEliminarSupongo que era chocolate al 75% de cacao.
Son los mejores para lo mejor y los peores para lo peor.
ResponderEliminarD. Javier:
ResponderEliminar¡Cuánta razón le asiste!
Lo malo es que les copiamos lo peor.
La madre que lo parió. Y yo con camisas de Tommy...
ResponderEliminarCoño! ¿Robredo ha sacado camisteas?... quiero una
ResponderEliminarD. SOMMER:
ResponderEliminarAsí es la vida; yo como turrón del Día.
D. isra:
ResponderEliminarMe temo que esas camisas Tommy no son de Robredo; creo que las venden los chinos o en el mercadito.
Un saludo
Joer, pues que me digan lo que tengo que ponerme, que necesito sanear mi maltrecha economía. (Gracias por la visita al blog)
ResponderEliminarDª Menda:
ResponderEliminarBienvenida a este increíble blog
¿Hay alguna dirección donde ponerse en contacto? Nunca me importó ser objeto.
ResponderEliminarA "La Palabra en cierne"
ResponderEliminarDesconozco la dirección, lo lamento. Un abrazo
Donde hay que apuntarse?
ResponderEliminarAhora que estoy en el paro yo cedo lo que sea por unas pelillas...
Dª Raquel:
ResponderEliminarA cualquier cosa menos al paro.
Si me entero de algo bueno, le avisaré.
Quizás desde aquí se ve diferente. A mí éste tipo me cae fatal. No niego su inteligencia, pero me parece emblema de la decadencia de nuestro continente. =(
ResponderEliminarDª N:
ResponderEliminarNo me extraña nada su impresión, a mí también me cae gordo.
Un saludo